04: Terapia de exposición

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En aquel momento de callada pausa se podía apreciar la estupidez de mi proposición, era tan fuerte y tan visible que podría haberse materializado en una figurita casi humana, el penoso estado del rostro de Camila en el que apenas comenzaban a aparecer marcas del maquillaje que arrastraron sus pequeñas lágrimas y como era de esperar, la cara de satisfacción irremediable de mi hermano ante mi idea. Pero por supuesto, la posible materialización de mi imprudencia se robaba mi atención.

—Siento que te puse en una situación incómoda, no debí proponerte eso, olvidémoslo— la cara de Shawn se contorsionó tan de repente que pensé que iba a gritarme con desilusión y su novia estaba en un estado bastante puro de desconcierto.

—No no, si está muy bien, además Mila dijo que sí— mi mirada iba de uno al otro y me preguntaba por qué simplemente no me tragaba la tierra y me vomitaba en Cuba, solo así me desharía de ese momento tan extrañamente incómodo.

—Yo tampoco lo pensé bien la verdad, no debí tomarlo a la ligera— respondió Camila con voz aturdida, como si no prestara atención mínima a sus palabras y cada una marchaba detrás de la otra sin prisa, descuidadamente.

—Oh vamos, no es como si tuvieras otros planes para este "tiempo", a menos que si los tengas ¿no?— de nuevo en el espacio que compartíamos comenzó a hacer efervescencia la tensión acompañada de una para nada sutil cuenta regresiva.

Las palabras de Shawn la habían puesto en una encrucijada, si no tenía planes, pues bien, nada se lo impedía y si tenía planes pues mal, lo tenía muy bien premeditado.

—No quise decir eso, no pierdes oportunidad para...— ella misma se censuró haciendo un gracioso sonido de berrinche casi imperceptible, a ninguno de los dos les hacía gracia discutir en mi presencia y se notaba que se aprovechaban de ella para zanjar el asunto— Yo no tengo otros planes, pero seguro que tu hermana si los tiene— alcé una ceja y abrí la boca casi de inmediato.

La maldita había desviado la atención de Shawn y todo el peso del viaje nuevamente hacia mí.

—Si... bueno... la verdad es que yo... mis motivos para ir a Cuba— no podía explicar algo que no tenía ni el más mínimo sentido. Me habrían creído loca completamente si les decía que iba persiguiendo una corazonada.

Pero por supuesto que no lo entenderían porque no tenían que vivir con la molestia de su propio corazón golpeándose casi de forma suicida contra las costillas, ni con sus oídos zumbando y los dedos plagados de hormigueos. Ellos no sabían que aquello aparte de ser insoportable era un preludio. Entonces me planteé por primera vez lo patético de todo el caso y que no me vendría tan mal que otro ser humano compartiera mi espacio y aguantara mis descargas de frustración para no explotar contra mí misma. Pero sobretodo lo que más me impulsó fueron los anteriores comentarios que Shawn profería descuidadamente acerca de un presunto rencor que mantenía yo con él. Ese era mi momento de cerrar con broche de oro aquella vieja disputa y demostrarle que solo eran ideas suyas.

Así que...¿por qué no?¿Por qué no tomar una pequeña mala decisión para opacar un gran y antiguo problema?

—La verdad no tenía ningún plan en específico que se pueda frustrar si Camila va— no estaba lejos de la verdad si descartábamos, por supuesto, su horrible carácter y su tendencia a arruinarme los días.

—La cabeza se me ha enfriado un poco y la verdad es que tienes razón— se dirigió tras un pequeño silencio a Camila— No podremos solucionar esto sin alejarnos, está siendo muy dañino todo desde hace tiempo, así que este viaje podría ser bueno para ambos— expuso por fin con una conveniente condescendencia.

—Si... cualquier plan es mejor que no tener ninguno— iba a debatirle el completo error que cometía al formar aquella frase pero luego se me hizo muy obvio que solo lo hacía para resaltar el hecho de que ella no tenía algo como una planificación anticipada del hecho.

Shameless (Camren)Where stories live. Discover now