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Alexander:

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Alexander:

Esta mañana me desperté apenas sonó mi alarma, me preparé ansioso, me bañe, lavé mis dientes y me vestí con manos temblorosas, sabiendo perfectamente que estaba exagerado, más no podía eludirlo, realmente me emociona pasar tiempo con Magnus.

Lo conozco desde hace años, pero jamás he estado a solas con él por más de 20 minutos, y honestamente no me creo capaz de mantener una conversación por mucho más tiempo. Eso es lo que me mantiene intranquilo: mi escaso conocimiento en temas de diálogo con las personas y esa molesta sensación de que habrá muchos momentos incómodos.

Me conozco, además, no dormí lo suficiente por la noche, mi cabeza no dejo de dar vueltas imaginándose todos los escenarios más vergonzosos posibles. Y todo es culpa de Magnus, de eso estoy más que seguro, él me mira y yo me descontrolo de manera estúpida, malogro cada acción de dignidad o lógica, por ende, tenerlo enfrente hace que cometa actos de sandez. Eso me molesta, porque lo que menos quiero es parecer un idiota a los ojos de Magnus, lo que quiero es ser alguien mejor por él. Y no porque lo consideré un soporte en mi vida, sino mas bien, una inspiración a superme cada día, pero es una lastima que los nervios puedan más que cualquier otra cosa.

Me miré por última vez en el espejo y sonreí orgulloso de como me veía, en esta ocasión decidí ponerme algo que usualmente no haría, saliendo de mi zona de confort. Pantalón negro, camisa blanca y un bonito suéter holgado de color rojo intenso, que mi hermana diseño para mí, hace unos meses, pero que hasta ahora me digne a usar.

Baje a desayunar y justo al cuarto para las ocho, salí de casa, despidiéndome de mi familia, los cuales ya se encontraban dispuestos para irse a sus respectivas obligaciones. Subí a mi motocicleta y conduje hasta la universidad.

Hoy me tocó entrar un poco más tarde que mis amigos, dado a las diferentes carreras, lo bueno es que ayer conocí a una chica con la cual conecte de inmediato, su nombre es Lydia, y parece que es una de esas personas con mucha influencia en redes sociales, puesto que en ningún momento dejo de grabar y hablo mucho sobre lo magnífico que es tener miles de seguidores en twitter, no obstante, es bastante simpática y aunque suene complicado de creer, descubrimos que tenemos muchísimas cosas en común. Nos hicimos rápidamente amigos, estudiamos en el mismo edificio y según nuestros horarios compartirmos muchas clases. Cuando llegué a la escuela, ella me esperaba en la entrada, sonriendo y moviendo su mano animadamente.

-Hola, buenos días. -saludé cuando la tuve enfrente, me devolvió el saludo y caminamos hasta nuestra primera clase.

(...)

Todas las clases transcurrieron con normalidad, conocí a más profesores y nos explicaron sus rúbricas de evaluación, siempre quise estudiar derecho, entonces cada plan de estudio me parecía interesante y de lo más emocionante.

La campana sonó anunciando la hora de almuerzo, y solo así en cuestión de segundos los nervios inundaron mi cuerpo, como en la mañana. Suspiré, intentando tranquilizarme. Guarde mis cosas y a paso sereno caminé hasta el edificio en donde vería a Magnus.

why ¡! malec auWhere stories live. Discover now