"Tn Ouma la estudiante optimista definitiva"
"Nagito Komaeda el estudiante suertudo definitivo"
El nunca había presenciado algo tan esperanzador como la energía optimista en persona, aquella energía que podía con cualquier desesperacióny con cualqui...
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—¿Que está pasando?—preguntó ella mirándole el cielo.
—Supongo solo será...una tormenta que se aproxima—respondió Nagito mirando a la joven con una mueca—Vamos a vestirnos—dijo él con una mueca mientras la tomaba del brazo guiándola fuera de la playa.
—¡Vamos a las cabañas!—exclamo Souda que tomo su bolsa de ropa.
Todos ellos fueron a sus respectivas cabañas.
La joven cerró la puerta y se quitó la chaqueta del albino dejándola sobre su cama después de quito el bikini y se vistió con sus prendas casuales.
Antes de salir se colocó la chaqueta del joven encima y salió de allí para ir frente a la cabaña de él tocando la puerta.
A los pocos segundos él se hizo presente.
—Oh Tn...Ya estoy listo vamos con el resto.
—Toma tu chaqueta—dijo ella quitándosela y se sobresaltó cuando el poso sus manos en los brazos de ella evitando que se la quitara.
—Hace frío no me gustaría que la estudiante con el talento más esperanzador se resfriara—dijo él mirándola a lo que ella le miró directamente a los ojos levantando su cabeza.
Y vio algo raro en ellos...por un momento vio una extraña mirada como si sus pupilas fueran remolinos fascinados por lo que él acababa de decir.
—Esperanzador...si tú lo dices—dijo ella y él sonrió asintiendo mientras le miraba.
Había algo raro en el...pero no le asustaba ni nada era simplemente algo raro en el...
—¡¿Ustedes dos vienen?!—exclamo Kuzuryu—Si quieren besarse háganlo pero dense maldita prisa...
—Tsk...que desagradables comentarios dicen—dijo el albino negando—Vamos Tn.
Ella asintió mientras caminaba junto al joven albino.
El viento golpeaba los cabellos de él que se movían mientras mantenía su vista al frente caminando con ella,la vista de ella bajo a los brazos delgados de él.
En general el lucia bastante delgado.
Los ojos curiosos de ellas se fijaron en cómo él escondía parte de sus brazos en sus bolsillos evitando que se vieran sus muñecas.
—Komaeda entremos a mi cabaña agarrare otra chaqueta y ponte la tuya hace frío—dijo ella mirándole deteniéndose a los pocos pasos.
—Tranquila Tn está bien—dijo él encogiéndose de hombros.
—Tampoco me gustaría que te resfriases ven—dijo ella tomándole del brazo viendo como se sobresaltaba.
