Capítulo 10

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Estaba sentado en el balcón de su habitación, relajándose, cuando alguien abrió la puerta corrediza detrás de él.

– Compré pato a la naranja – se sentó en la silla al frente.

Jaehyun agradeció que no se hubiera sentado en la silla de junto, o se habría dado cuenta que en su rango de visión podían verse el hijo del vecino y sus amigos conviviendo en el patio trasero.

– Me leíste la mente – sonrió de lado – estoy hambriento –

– No comeremos solos, sin embargo – se estiró con pereza – el vecino, Taeyong, nos invitó a beber algo en su casa. Al parecer Kun quiere hablar contigo –

El otro sintió un nudo en la garganta.

– ¿Nos invitó a ambos? –

– Tae y yo somos amigos – se encogió de hombros – tuvimos muchas conversaciones de reja antes de comenzar a pasar tiempo juntos. Y su esposo dijo algo de un caso –

– Ese idiota – negó – una cosa que tiene que hacer solo y de pronto olvida todo lo que aprendió en la escuela –

– Pasa – rió, levantándose – arréglate – se acercó a besar su mejilla – tal vez podamos regresar temprano para el postre – le guiñó un ojo, antes de entrar a la casa.

El otro suspiró pesado.

No tenía ninguna excusa para no querer tener sexo con su esposo. Tenía razones, muchas de ellas, pero ninguna lo justificaba.

Se levantó con pereza y arrastró los pies a su vestidor.

No tenía ninguna prisa por llegar con su pareja a la casa de DeJun.





Afortunadamente, en todo el tiempo que llevaba en la casa no había visto señales del menor.

Luego de su charla con Kun en la que llegaron a un acuerdo que los beneficiara en partes iguales, se permitieron relajarse y tomar algunas bebidas.

Yuta era el único que estaba solo, sin una pareja, pero se veía borracho y feliz, así que no les preocupaba. Al contrario, era el que parecía estar en el mejor momento de su vida.

– Se los digo – apagó su cigarro en el cenicero – la existencia de Tinder es absurda. Uno no consigue nada realmente bueno ahí – resopló – excepto Jungwoo. A él parece funcionarle bastante bien –

– Lo siento – dijo Sicheng, palmeando su hombro en señal de apoyo.

– Hm – retiró la botella de sus labios – no lo hagas. Cuando tiene novio me molesta menos –

– No suena al Jungwoo que conozco – negó – yo lo recuerdo agradable y todo –

– Créeme, él es lindo como cachorrito cuando no te odia. Incluso yo no conocía el alcance de su rencor – rió – pero no me arrepiento de un sólo segundo. Ni siquiera del día que lo hice enojar tanto que me lanzó un plato – aseguró – ese fue un récord personal –

Increíblemente, seguía pareciendo lleno de dicha.

Jaehyun soltó una suave carcajada, pasando el brazo por el respaldo del asiento de Sicheng para abrazarlo, retirándolo rápidamente cuando el hijo de los Qian entró al comedor.

– Perdón – hizo una reverencia – no sabía que teníamos visita – sonrió al castaño, que le dedicó una breve sonrisa antes de bajar la mirada.

BetchaWhere stories live. Discover now