Cap. 6

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Llegue a mi casa encerrándome directamente en mi cuarto, ignorando el llamado de mi madre, quien, obviamente, había notado el estado en el que me encontraba. Me dolía, me dolía demasiado, no podía creer que Garrick no podía dejar atrás su repudio hacia el pueblo por un par de horas para conocer a mi madre, yo haría lo imposible para conocer a su familia, de la cual no conocía absolutamente nada. En los años que nos conocíamos yo le he contado todo de mí, mientras que todo lo de él era un enigma. ¿Sera que el no me quería como yo lo quería? La sola duda me hacía trisas el corazón.

Abrí los ojos de golpe, seguida de un mueca. Me había quedado dormida llorando y me dolía la cabeza. Sentía como si tuviera arena en los ojos y los labios reseco. La cama me llamaba, pero no había comido nada y aunque me sentía con el humor por los suelos debía ser responsable conmigo misma y comer aunque sea una manzana. Me lavé la cara, lo que me despertó bastante y salí de mi habitación encontrándome con mi madre ordenando la mesa, al verme me dedico una cálida sonrisa, sin embargo no me preguntó nada, lo que agradecí enormemente.

-Termina de ordenar la mesa, mientras vigilo la cena-dijo sin más, asentí. Tome los utensilios y los ordene junto con los vasos. Se oyó unos golpes en la puerta cuando colocaba el plato con el pan cortado. Las dos intercambiamos miradas, era extraño que en una noche de luna llena alguien anduviera fuera. -Tranquilo, yo abro-le dije a mi mamá.

Tomé el cuchillo que se encontraba en la mesa de la cocina y lo encondí entre un vuelo de mi falda.

- ¿Quién trae la luna? -pregunte sin abrir la puerta.

-Un mal amigo-al escuchar esa voz se me paralizó el corazón.

Abrí rápidamente encontrándome con Garrick cubierto completamente con un capa negra, pero sus hermoso ojos verdes se veían nítidamente. Me lance a sus brazos y lo abrace con fuerza.

-Viniste-susurré ocultando mi rostro en su cuello.

-Tenia que hacerlo. Odio verte llorar-se separó un poco de mi y tomó mi rostro entre sus grandes manos. -Perdóname por ser tan mal amigo.

-Todo perdonado-dije sonriéndole. -Pasa y dame tu capa.

Con un poco de vacilación entro en mi casa sacándose su capa, la cual colgué junto con la mía.

- ¡Mamá! Tenemos visitas-dije sin ocultar mi emoción. Mamá se acercó quedándose un poco sorprendida por la presencia de Garrick, lo miraba a los ojos. -Mamá, él es Garrick Criich. Garrick, ella es Elizabeth Dawson, mi madre.

-Un gusto conocerla, señora-saludo Garrick lo más educado que podía. -Su hija me ha hablado mucho de usted.

-Lo mismo digo, y gracias por cuidar tan bien de ella.

-Créame cuando digo que ella lo sabe hacer muy bien sola-dijo guiñándome un ojo.

-Siéntase antes que la cena se enfrié-ordeno mamá volteándose hacia la cocina buscando utensilios extras. Garrick y yo nos sentamos en los puestos listos.

Comiendo con Garrick le contábamos a mi mamá todas las aventuras que habíamos tenido en el bosque, ella al principio se mostro un poco incomoda por la manera que Garrick hablaba del bosque, pero ante el humor de muestras historias se fue relajando.

- ¿Tus padres? -preguntó mi mamá de la nada haciendo que Garrick se tensara.

-Están vivos, los dos se aman como el primer día-respondió.

- ¿No tienes hermanos?

-Sí, bueno, no es de sangre, pero el cariño es el mismo-contestó con una leve sonrisa. -Vive con nosotros con su esposa e hija.

¿Donde vas, Caperucita?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora