Capítulo 4.

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Tierra
Múnich, Alemania

—Déjame contarte una historia —le dijo la abuela a Deux— y luego entenderás porqué Detroyd viajó de Argentina hasta aquí.

—Mmmm… —dijo él, pensativo—. ¿No sería mejor que comenzaras por él? Así nos ahorramos mi desagradable negación a escuchar lo que tengas que contarme.

—Si lo hago como quieres, te será más difícil entender todo.

—¡Pues me largo! —respondió de forma cortante, dando la vuelta hacia las escaleras con intensión de marcharse.

Jaen se interpuso en su camino, agarrándole fuertemente por el brazo. Su mirada amenazante fue para él lo mismo que un disparo a quemarropa, el cual no pudo reconocer en la mujer que tenía delante, a aquella niña ingenua y pura con la cual compartió toda su infancia y adolescencia. Suspiró frustrado, yendo entonces hacia la abuela y sentándose frente a ella, al otro lado del escritorio donde esta se encontraba también sentada.

—Todo comenzó cuando el “uno” se volvió un semejante —comenzó a contar, recordándole a Deux lo básico de la historia que cada familia conocía de memoria.

—Dime algo que no sepa ya —le interrumpió él, un tanto exasperado y ansioso.

—El mundo se dividió un día, por culpa del egoísta de Oshanta —continuó ella una vez que su nieto cerró la boca y le dejó seguir hablando—. Aquello que antes componía una línea temporal, terminó dividida, cruzándose con su adyacente cual cadena de ADN. Ese adyacente es aquel que conocemos como Freya, nuestra segunda Tierra.

—Continúa…

»… Hubo una particularidad que surgió a raíz de esta división, y de seguro debes saber cuál es… Cada alma tiene su mitad en el otro mundo; es decir; cada persona que conoces existe también en Freya, como mismo sucede de allá para acá. Sin embargo, Deux, cada uno de los pilares que han compuesto las siete familias desde sus inicios hace siglos atrás, no tiene mitad, sino que sus almas —nuestras almas— están completas. Somos únicos y es por algo.

Hasta ese punto, él conocía todo lo contado. Sin embargo, el tono de voz de la abuela, su misterio e intriga al relatar, así como el cuidado que ponía en lograr captar el total interés de Deux, le hacían pensar en cuántos otros secretos habría, que fueran tan importantes como para que él, y tantos otros, desconocieran hasta ese momento que existía algo más allá de lo sabido.

—¿Qué viene a continuación? —inquirió—. Porque hay algo más, por eso estoy aquí sentado, ¿no?

—Cariño —le dijo la abuela en tono suave—, ahora es que comienza la verdadera historia.

—Adelante. —Se acomodó en su asiento, haciéndole un gesto a la abuela para que continuara su relato. No quería apartar su vista de ella, evitando cruzar su mirada con la de Detroyd, el cual continuaba inmovible en su posición detrás de la anciana.

»… Oshanta es la deidad fundadora del todo, pero no es la única. Así mismo, por consiguiente, las familias se crearon para cumplir un propósito. ¿No te has preguntado nunca, cómo se escogen a los elegidos para pertenecer a cada familia, cuando los lazos de sangre no entran en juego?

—No lo había pens…

Fue ese el momento en que un clip desató los recuerdos que había dado por enterrados, llevándolo a un pasado que quizás, hasta hacía un minuto antes, jamás había cobrado relevancia recordarlo.

Esa misma biblioteca, hacía más de veinticinco años atrás, tenía el mismo aura e importancia para el entonces pequeño Deux, recién sacado de la miseria que él consideraba su hogar en comparación con la majestuosidad en donde se encontraba en ese instante.

DESCENSO (FINALIZADA).Where stories live. Discover now