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IV

Kim Wonpil había tenido la mejor de las infancias desde su punto de vista.

Cuando era un niño, únicamente se preocupaba por hacerle recordar a su abuela que tenían que sacar el pie de manzana del horno.

Prácticamente había sido criado por esa mujer. Y no es que él tuviera unos padres poco responsables, pero el trabajo de ambos consumía la mayoría se su tiempo. Por un lado estaba su hermana, quien era lo suficientemente mayor como para cuidarse en la ausencia de sus padres, pero Wonpil aún era un niño.

Y como la abuela de Kim lo adoraba con todo su ser, siempre lo invitaba a pasar la tarde en su casa.

Sus tardes eran bastante simples, eran solo él, su abuela, y el tocadiscos. Sus abuelos eran unos fanáticos del jazz y Wonpil heredó ese gusto desde pequeño. Siempre había admirado la amplia colección de discos de vinilo que ambos habían juntado a lo largo de sus vidas.

Y como su abuelo ya no estaba ahí, su abuela había decidido compartir ese gusto con su nieto.

A raíz de esto también logró notar el talento que tenía el pequeño niño para el canto, por lo que siempre le estaba pidiendo que cantara junto con el tocadiscos mientras jugaban juntos.

Y a Pil le adoraba cantar para su abuela.

Tanto que la primera canción que compuso fue para ella, claro que era solo un niño y esta 'canción' únicamente contaba con cuatro versos y era muy repetitiva, Wonpil no conocía lo que era rimar muy bien pero sus intenciones eran genuinas. Fue por eso que la primera vez que la interpretó a cappella, se ganó todas las felicitaciones de su familia.

Pero a él no le gustaba cantar en solitario. Siempre se quedaba con la sensación de querer ser acompañado por alguien más, ¿dónde podría encontrar un compañero? Nunca espero que la respuesta fuera el salón principal de la casa de sus padres.

Ahí yacía un enorme órgano de madera que siempre lo había intimidado. Nunca imaginó que este terminaría siendo el complemento perfecto para sus líricas.

Irónicamente, Pil no fue instruido por sus padres, quienes eran profesores de piano en una academia musical. Él había aprendido por su cuenta desde la primera década de su vida, por eso en la actualidad podía interpretar múltiples canciones de todo tipo de estilos con facilidad.

Pero solo habían dos personas con las que compartía sus nuevas creaciones, su abuela y Yoon Dowoon.