GUERREROS La Invasión

Cap. 15 GUERRTRANC

Cuando llegaron al edificio de Alina ya era medio día, ella bajó del vehículo y le dijo a Cónfer que quería descansar, se despidieron y una vez que ella entró al edificio él se fue. Estando Alina dentro de su residencia le dijo a Morgan que quería llamar a Mateo, el robot le entregó un pequeño dispositivo para la oreja, una vez que se lo colocó sólo tenía que decir el nombre de la persona a quien quería llamar. En menos de unos segundos, escuchó la vos de Mateo.

-Hola.

-Hola Mateo, soy Alina -dijo mientras subía las escaleras encerrándose en su habitación.

-Al, hola ¿Cómo te fue en tu examen?

-Bien, el médico, o más bien el curador, dijo que tengo perfecta salud.

-Excelente. ¿Y dónde estás ahora?

-En mi casa, le dije a Cónfer que estaba cansada. Aún es temprano ¿Hacemos algo?

-Espera allí, cuando esté afuera de tu edificio te llamaré. Iremos a ver tu sorpresa.

-Okey, te espero. Y también hay que invitar a Cristi.

-Está bien, yo le aviso.

Alina bajó y fue a la cocina, le dijo a Morgan que dormiría una siesta, así que no quería que la molestara nadie. No pasó mucho y el dispositivo comenzó a sonar, ella lo tomó y lo colocó nuevamente en su oreja.

-Hola.

-Ali, estoy afuera.

-Bien, voy para allá.

Alina tomó una chaqueta negra de cuero y se escabulló con silencio hacia la salida. Una vez afuera del edificio, Alina se sorprendió al ver a Mateo recostado sobre un vehículo igual de lujoso que el de Cónfer. Caminó hacia él y dijo sorprendida.

-¿Y esto? ¿A quién se lo robaste?

-Tu amigo es alguien importante ¿No lo sabías? ¿Cristi no te lo dijo?

-No.

-Entonces sube, te lo contaré en el camino.

-Espera ¿Y Cristi?

-La llamé, dijo que nos alcanzará allá.

-Está bien.

Ambos subieron al vehículo, una vez en el aire Mateo colocó el piloto automático, miró a Alina y comenzó a explicar.

-Luego de las locuras que hice los primeros días después de despertar, busqué algo que me distrajera y decidí unirme al ejército de los Cowanos. Sus entrenamientos eran bastante duros debo decir, pero logré aprobarlos y con honores de hecho. Ahora soy un soldado Cowano, hasta hubo ceremonia y todo.

-¿Es en serio?

-Sí. Y ser parte de su milicia te da muchos más privilegios que los demás. Es como ser uno de ellos. Tengo pase directo a todos los lugares apartados sólo para Cowanos, experto a la torre de control claro.

-¿Y sabes pilotar las naves que sales de la ciudad?

-Sí, pero por ahora debo servir en tierra, siendo parte de la guardia de la cuidad, aunque dijeron que en un par de años me ascenderán, me colocaran un implante y podré viajar al espacio.

-Guau, que impresionante.

-Exacto, todo es como un increíble sueño.

-Te felicito, estoy muy feliz por ti.

-Gracias, la verdad éste sueño estaba incompleto, pero ahora... Ahora todo está perfecto.

-Me alegro mucho por ti, en verdad.