(Yô Miyagi/Takahashi Misaki) El gran psiquiatra Miyagi Yô, especialista en casos de ansiedad, depresión y lo que mejor manejaba.. manejo de repercusiones post abuso sexual, estaba en la cúspide de su carrera, Miyagi era un hombre divorciado, muy atr...
Los pies descalzos no hacen ruido alguno pero el hombre lleno de insomnio en la cama sabe que hay un visitante en la habitación.
Risako se quita la bata de seda, deja ver su perfecta desnudez de mujer, sube con una rodilla sobre la cama y con suavidad le toma del rostro.
El beso cae sobre su boca, lo recibe.
Los segundos pasan eternos y angustiantes para la mujer seductora en un inicio.. Frustrada en su final.
La acostumbrada y rozagante excitación de Miyagi no está presente pese a sus besos pasionales.
-Querido..-
-Risako.. No.. Me disculpo cariño, no puedo, no sigamos con ésto, no es bueno para ti-
-¿Quién dice que no es bueno?.. Miyagi hoy fue un día terrible para ti.. Para todos, es por eso que quiero darte ésto, nos hará bien, recuerda, es solo sexo-
-No para ti, lo sé, siempre lo he sabido, fui un excelente egoísta y aparenté no tenerlo en cuenta, Risako.. Eres hermosa, eres una mujer excepcional, solo te falta amor propio y dignidad-
La cachetada llegó con fuerza.
Risako se pone en pie agitando la cama, toma la bata del suelo de un tirón, sus manos tiemblan de ira y muerde sus labios para no llorar frente a Miyagi.
El psiquiatra no hace nada, sigue en la cama y prefiere ver por la ventana, su mejilla está muy coloreada y ardiente pero no parece ser un tema importante justo ahora.
Risako al fin llega a la puerta, se detiene para decir algo pero al ver a Miyagi.. Sabe que nada de lo que le diga valdrá la pena.
Toma aire, mucho aire, no quiere salir dando un portazo, no quiere despertar a los niños que de seguro duermen.
Cierra con suavidad y deja al hombre solo.
Al fin en su habitación.. Risako se permite llorar.
Sabe bien el significado de lo que acaba de pasar, y eso.. Es un gran evento en su vida, uno que venía evitando y que ahora le cayó en la cara cómo una bofetada mil veces peor que la que le dio a Miyagi.
-Miyagi.. Te amo.. Eres un.. Idiota.. Idiota..-
Al final ríe entre lágrimas.. ¿No es ella la idiota al fin y al cabo?.
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Misaki se esconde en el exterior.
La llegada de Shinobu y Risako, el tema de Sumi Keichi.. Todo fue demasiado para un solo día.
No puede sacar de su cabeza la mirada desorientada y doliente de Miyagi Yo mientras le preguntaba si Sumi lo había dañado durante su estadía en aquella casa.
Mintió alegando que eso no pasó, que el atazarador no logró tocarlo.. Pero sus mentiras no tuvieron más recepción que el aire mismo, porque Miyagi no era tonto y en sus ojos rojos y ardientes de una ira que no le conocía, supo.. Que no le había creído nada, y que ahora lo sabía todo, aún sin haber estado presente cada noche que ese hombre entró a su habitación con amenazas, cubriéndole la boca y violando su cuerpo hasta las cuatro de la madrugada.. El atazarador tenía horarios extrictos.
