No Tan Heterosexual ღ NoRen

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Jaemin miró los ojos cristalizados de la pelirroja, cuidadosamente se acercó a ella, mirando como la chica cubría su boca con su mano, tratando de reprimir sus sollozos, las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos al mismo tiempo en que los cerraba, comenzando a llorar. 

Jaemin sintió algo dentro de su pecho, estrujandose, sin decirle nada a la más baja, la atrajo hacía sus brazos, envolviéndola en un cálido abrazo. Meijun correspondió aquel abrazo de parte del chico, escondiendo su rostro en el pecho del más alto, mientras pasaba sus brazos por su cintura, desahogándose. 

Por que sabía que desde un principio el plan de Minjeong iba a fallar. Así que Renjun pensaba que lo mejor era olvidarse del estúpido plan y de sus sentimientos por Jeno. 

Estaba más que claro que Jeno siempre preferiría a Jisoo antes que a él o Meijun. 

— Tranquila, bebé —susurró el peliverde, acariciándole suavemente su largo y lacio cabello rojizo— Puedes contar y confiar en mi, yo siempre estaré para ti cuando más me necesites. Nunca te dejaré sola. 

— G-gracias, Jae. —murmuró Meijun separándose del abrazo, para mirar fijamente los ojos azules de Jaemin y regalarle una sincera sonrisa. 

Jaemin le regresó el gesto, acercándose lo suficientemente cerca de su rostro como para escuchar sus respiraciones mezclarse y con su dedo pulgar limpiar dulcemente las últimas gotas saladas que caían de sus ojos. 

Sus miradas se cruzaron, haciendo que Jaemin detuviera todo movimiento, perdiéndose en los ojos de la chica como si el tiempo se hubiera detenido, solo para que él admirara lo hermosa que ella era, ninguno aparto la mirada del otro, perdiendo la noción del tiempo como si ellos fueran los únicos en aquel sitio, aunque no fuera así. 

Jaemin tomó la iniciativa, acercándose al rostro de la chica, rozando sus labios, creyendo por un momento que Meijun se alejaría o lo alejaría, incluso imaginó que podría llegar a darle una bofetada, pero jamás contó con que la chica se acercará aún más a su rostro, juntando sus labios en una inocente y simple presión, sorprendiéndolo. 

Pero que gustosamente, Jaemin correspondió, tomando a Meijun de la cintura, pegándola más contra su cuerpo, empezando a mover sus labios, que sorprendentemente Meijun comenzó a tratar de seguirle el ritmo. 

Ambos dejándose llevar por el momento. 

Minjeong tomó del brazo fuertemente a su hermano, tratando de impedir que vaya a romperle la cara bonita al que, según él, fue su mejor amigo desde la infancia, Na Jaemin. 

— Ni se te ocurra hacer alguna estupidez, Lee —sentenció su hermana enojada. 

— ¿Qué a caso no lo estás viendo o estás ciega? —dijo, provocando que su hermana frunciera el ceño, aún con la mirada puesta en la escena. 

— Sí, si lo estoy viendo, Jeno. —respondió, girando su rostro para centrar toda su atención en su hermano— Pero tú tienes la culpa de todo. Si tan solo hubieras detenido a Jisoo, estoy segura de que ese serías tú y no Jaemin. 

Jeno abrió su boca para reprocharle a su hermana, pero sin saber que decirle exactamente a Minjeong, la volvió a cerrar, haciendo un puchero con sus labios, por que sabía que su hermana tenía toda la jodida razón. 

Si hubiera hecho algo, tal vez ahora estaría probando los dulces y suaves labios de la chica. 

Estúpido Na Jaemin y su jodida suerte.