64

1.2K 57 5
                                    

Este capítulo tiene contenido sexual, si no te gusta este contenido, indicaré cuando inicia y cuando acabe, gracias por leer.

Narra Tn:

Todo es horrible, es una pesadilla, creo que era mejor quedarme encerrada en mi habitación totalmente sola, que estar en las horribles reuniones con Quien Tú Sabes solo por ser la esposa de Draco. Todo empeoró, para nosotros.

Draco— Llamé despacio a su puerta— ¿Puedo entrar?— Escuché un suave "Pasa" y entré a su habitación— Hola.

Hola— Estaba acostado en su cama, me acerqué para abrazarlo— Estás helado— Me separé de él tocando su cara

Shh— Volvió a acercarme hacia él— Quédate aquí, ¿Si?— Sonreí un poco y asentí, dándole un beso en su cabello.

Draco alzó su cabeza para mirarme, le sonreí, no tenemos muchos motivos para sonreír, por eso debemos ser nuestro motivo. Se acercó lentamente a mi, a mis labios, dándome un beso suave, lento.

Aquí empeza lo bueno ;)

Narrador omnisciente:

El beso de la pareja fue haciéndose más intenso, lleno de pasión y deseo de ambos, pidiendo cada vez más del otro. Se separaron para tomar aire unos segundos, se miraron y volvieron a juntar sus labios, desesperados por tenerse. Entre esos besos, roces y demás, la ropa comenzaba a estorbar. Draco comenzó a desabrochar sus botones, para luego sacarle la blusa a su esposa. El rubio se colocó encima de ella, observando su cuerpo en la luz tenue de la habitación, miró los labios de su esposa y volvió a besarla, sus manos comenzaron a recorrer su cuerpo, estaba frío. Con algo de trabajo, el rubio logró quitar el sostén dd su esposa, comenzando a tocar y explorar los pechos de su pareja.

La nueva experiencia de explorarse les causa adrenalina, adrenalina de ser descubiertos, adrenalina de tenerse. Ella detuvo sus caricias, haciendo que el rubio la mirara, tomando ella el control, con dificultad ambos se deshicieron de sus pantalones.

¿Quieres hacer esto?— Preguntó el con voz ronca.

No me detendré ahora— Respondió ella viendo como sus ojos resplandecian en la oscuridad. Draco volvió a colocarse encima de ella, acariciando sus piernas.

¿Puedo?— Con su dedos jugaba con la orilla de sus bragas, ella asintió con su corazón acelerado.

Draco bajó la última prenda que la cubría, y mientras observaba, acariciaba las piernas de su esposa. Se quedó unos segundos contemplando con la mirada a su chica, ella se cubrió con sus manos, apenada.

¿Qué haces?— Preguntó el con molestia— Solo estaba viendo lo hermoso que es tu cuerpo— Tomo las manos de su esposa y las apartó— Una vez que empiece, no voy a querer detenerme— Tomo las piernas de su esposa para acercala a él, sin dejar de mirarla a los ojos, y cuando por fin lo hizo empezó todo.

Colocó su cabeza entre las piernas de ella, con sus manos acariciando sus muslos internos para luego comenzar a explorar con su lengua. La lengua del rubio recorría por la intimidad de ella, creandole una sensación de placer y deseo. Contenía sus gemidos, y trataba de controlarse mientras él seguía con su trabajo, disfrutando de verla intranquila. Luego de unos segundos, él paró, apartandose de su entrepierna para mirarla, estaba agitada, sudada y frustada. Él bajó su ropa interior, dejando ver su erección, se preparó y, contando en su mente hasta tres, entró en ella suavemente, luego de unos segundos, comenzó a moverse lento, pero para ambos comenzaba el paraíso. Ambos pedían más del otro, entre jadeos e intentos por reprimir sus gemidos, ambos estaban cerca del climax, chocando sus cuerpos llenos de sudor y placer, estaban a punto de llegar.

Por conveniencia.Where stories live. Discover now