Capitulo 48.

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Luciana: de acuerdo, pero escúchenme muy bien (los miro con desprecio, mientras metía su mano en la bolsa de su sudadera) ustedes nunca, pero nunca van a volver a estar juntos (miro amenazante a Victoria) y de eso me encargo yo, pero no me marchare sin antes terminar con lo que vine a hacer (en un movimiento rápido se abalanzo sobre de Victoria, saco una jeringa con un líquido transparente y trato de inyectárselo en el vientre, pero Victoria en un reflejo se movió y se lo inyecto en el pecho)

José Ángel: ¡No! (grito desesperado)

Luciana: ahora si Victoria voy acabar contigo y con tu engendro (dijo malvada mientras iba inyectando el líquido que contenía la jeringa)

José Ángel en un rápido reflejo se abalanzo sobre Luciana para alejarla de Victoria e impidiendo que le inyectara todo el líquido que contenía la jeringa.

José Ángel: déjala maldita loca (la empujo y logro que Luciana cayera aventando la jeringa antes de que todo el medicamento quedara dentro del organismos de Victoria)

Victoria poco a poco se fue desvaneciendo en el piso ya que la impresión fue muy fuerte y el medicamento comenzaba a hacer sus efectos lentamente.

José Ángel: Victoria (dijo mientras corría a su lado, se arrodillo ante ella y tomo su cabeza entre sus manos) resiste no te va a pasar nada a ti ni a nuestro hijo (trato de contener las lágrimas)

Victoria: José Ángel (suspiro) mi amor (le acaricio la mejilla) te amo (dijo y luego quedo inconsciente)

José Ángel: mi amor despierta (sollozo) ¿qué le has hecho desgraciada? (grito mirando a Luciana con desprecio)

Luciana: te dije José Ángel que te ibas a arrepentir por tus desprecios (dijo levantándose) ahí tienes a tu bella Hada de la que te enamoraste perdidamente esa noche de la fiesta de disfraces (lo miro desafiante)

José Ángel: ¿qué estás diciendo? (dijo confundido)

Luciana: lo que estas escuchando querido, que Victoria Balvanera es aquella jovencita vestida de Hada que te entrego su virginidad (dijo con desprecio)

José Ángel: pero no puede ser posible (negó) si tú me habías dicho que eras tu (la miro atónito)

Luciana: ese es lo que yo te hice creer y como estúpido caíste (se burló)

José Ángel: es imposible y tu como supiste que era Victoria (dijo incrédulo)

Luciana: pues créelo José Ángel (lo miro) me enteré el mismo día que descubrí que Paloma no era hija de Arturo (sonrió) la hermana de Victoria le contaba a la sirvienta que esa hija la había concebido esa misma noche de la fiesta de disfraces y que ese hombre llevaba puesto un disfraz de Superman ósea tu (dijo segura)

José Ángel: ósea que Paloma es... (no termino de decir pues el asombro lo rebaso)

Luciana: si José Ángel, Paloma es tu hija, esa mocosa es producto de esa noche, pero ni la misma Victoria sabía quién era el padre (sarcástica) por eso Arturo te odiaba porque tú le quitaste lo que el más deseaba de Victoria, su inocencia y cuando se enteró de la verdad planteamos un plan para separarlos haciéndote creer que ella solo te había utilizado (se burló)

José Ángel: eres perversa, no te mides al hacernos daño (movió la cabeza) no te das cuenta que me lastimaste al alejarme de la mujer que amaba (le reprocho)

Luciana: por eso lo hice, porque te quería solo para mí y tenía que buscar la manera de quitarla del camino (levanto una ceja) lo logre haciéndote creer que yo era esa Hada y no sabes cómo lo disfrute, ahora ya sabes la verdad que los bastardos de Victoria llevan tu sangre, pero que pena que no será posible que disfruten su amor ni de sus hijos (rio) y Paloma jamás te aceptara como su padre y tu querida Sofía te odiara por haber engañado a su madre, así que mi venganza está cumplida (dijo sínica)

MILLONARIO DE AMOROnde histórias criam vida. Descubra agora