2.

259 12 9
                                    

Hasley Weigel

Tristeza.

Estaba sentada en la camilla del hospital mientras lloraba. Mi madre me había dejado sola para poder liberarlo todo. Ella siempre me decía: "Mejor fuera que dentro". A cualquier lado donde mirase veía los ojos de Luke, azules eléctricos con un brillo irremplazable. El recuerdo de su cuerpo muerto vino a mi mente. Recordé la forma en la que decía mi apellido, Weigel. Recordé cómo soñaba con poder casarse conmigo y tener hijos. Recordaba cada frase, cada movimiento. Recordaba todo de el pero a la misma vez tan poco. No podía más.

-Me dijiste que te ibas un año, pero te has ido para siempre- Dije mientras que lloraba desconsoladamente, -¿Porque? No te vayas. ¡QUEDATE CONMIGO! - No podía mas. Mi vista se nublo y me acordé de Luke. De su voz. De todo de el.

-PORQUE. ¡PORQUE LE PASO A EL! NO. ¡LUKE! ¿PORQUE TE FUISTE?-

Luke era y siempre sería el amor de mi vida. Aunque ya no estuviese conmigo en físico, el siempre estaría en mi corazón y entre los mejores recuerdos de mi vida. Yo le amaba tanto. No podía dejar que se vaya así, no por mi culpa.

Si yo no me hubiese metido en la pelea nadie me empujaría y así no caería en la carretera, así no tendría que venir Luke. La muerte de Luke era mi culpa. Si yo no hubiese estado con Matthew no habría pasado nada de esto. Si yo no hubiese sido tan asquerosa, si yo.. Si yo no hubiese ido con el, el no habría muerto. El estaría vivo. Sin mi, pero estaría vivo.

Acerque mis rodillas a mi pecho y apoyé mi cabeza en ellas, cubriéndome los ojos con las manos. Los ojos de Luke vinieron, otra vez, a mi mente y con ellos sus palabras.

- Caería primero por ti para bloquear tu dolor -

Había cumplido su promesa, pero no estaba feliz por aquello. Era la primera vez que no quería que alguien cumpliese su promesa. La primera y la última. 

Llore y llore hasta que me dolía la garganta y los ojos, hasta que creía haberme quedado ciega, hasta que decidí llorar en silencio. Intentaba ser fuerte, por el y por mi aun que lo único que quería hacer ahora era tirarme de un avión a mil metros del suelo y caer, caer hasta que muera y que me reuniría con el amor de mi vida. Lo único que quería hacer era verlo. Verlo cerca de mi susurrándome al oído te amo, o cállate Weigel. Me valía cualquiera de los dos porque sabía que sus cállate Weigel eran sus te amo.

Porque se tuvo que ir en el momento donde más felices estábamos. Porque se tuvo que ir dejando este vacío en mi corazón. Luke había ocupado el noventa y nueve porciento de mi corazón y que el se haya ido para siempre hacia que solo quedase ese un porciento. Si hubiese sabido que aquel iba a ser el ultima día que lo viera con vida...me habría quedado allí para siempre, con sus palabras y sus gestos. Con sus cambios de ánimos repentinos. Con sus ojos azules cada día de un tono diferente. Con su forma de decir mi apellido. Con su voz fría pero dulce. Cómo iba a saber yo que iba a perderlo así de rápido, ¿como?

Ahora lo único que me quedaba de el era su recuerdo y sus bandas favoritas. Su música favorita era la mía, porque lo que era de el era mío. Sus amigos eran también míos. Su ropa era también mía. Su banda favorita también era la mía.

Aquel último año había sido una noria. Un día me sentía la reina del mundo y el otro me sentía una mierda, solo que esta vez me había quedado abajo sin tickets. Parada allí, subida a una noria a la cual nunca volveré a llegar arriba del todo porque lo único que hacía que pudiese estar bien del todo era Luke, Luke Howland.

En ese momento acumule todas mis fuerzas, las cuales eran pocas, y me levante templando de la camilla. Sali de la habitación y me encontré con mi madre. Las dos nos quedamos allí, unos segundos mirándonos a los ojos. Madre e hija. Ella estaba llorando con lagrimas que corrían por su mejilla y yo tenia los ojos cristalizados y rojos. Después de un rato así, me eche a llorar y corrí a sus brazos. La seguridad que me dio mi madre era inexplicable. Sus brazos calientes me rodearon entera y yo apoye mi cabeza en su hombro. Ella paso una mano por mi mejilla, limpiándome las lagrimas y me dijo:

-Por lo menos ya no le dolerá-

En el otro lado, (Luke y Hasley)Where stories live. Discover now