C A P Í T U L O 15. «COME MIO FRATELLO»

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Música: Warriors de Imagine Dragons

COME MIO FRATELLO

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De camino a Paradigma siento como si la cabeza se me fuera a reventar.

Por suerte el recorrido se hace corto. El local está ubicado en el Bronx, no muy lejos de mi fortaleza. Solo basta con cruzar el río Harlem a través del puente Washington para encontrar el camino hasta un negocio fundado por mi familia hace más de cien años atrás.

Uno de los cuatro pilares de la mafia. Cada uno de ellos ubicado estratégicamente en los principales distritos del estado de Nueva York: Euforia en Manhattan, Esquizofrenia en Queens, Insomnio en Brooklyn, y Paradigma en el Bronx.

Eso con la finalidad de tener todas las zonas cubiertas y crear mejores canales para la entrada y distribución de la mercancía.

Razón por la que me jode haber recibido esta mañana una llamada del hombre encargado de que allí todo se mantenga funcionando sin problemas.

De todos los negocios de mi familia, Paradigma es el más estable. El que da menos problemas. Y el más exclusivo también.

—Boss —me saluda Blake cuando atravieso la puerta trasera destinada para mi uso.

Esa que se encuentra resguardada dentro de un estacionamiento privado y subterráneo que mandé a construir cuando le pusieron precio a mi cabeza y mi familia tuvo que pasar a moverse bajo las sombras para sobrevivir.

—¿Dónde está Matteo? —inquiero sin demasiada ceremonia.

—Arriba —responde, señalando las escaleras metálicas y oxidadas de la derecha. Eso es a causa de la humedad subterránea que abraza lugar.

Mi familia maneja el mercado de tráfico de armas y drogas más grande de todo NY. Pero lo que nos pone a la cabeza de todo es que no solo somos distribuidores, somos fabricantes. Nuestra fuente es ilimitada, y nuestra distribución masiva.

Basta con mirar a la izquierda y ver a todos los hombres y mujeres que tengo trabajando en el almacén de más de 200m² probando las armas en las cámaras insonorizadas, puliéndolas y empaquetándolas para su entrega.

Los oficiales corruptos reciben su parte mensual para mantener la boca cerrada y cubrir las huellas de la organización de ser necesario, aunque ninguno de ellos sepa en realidad para quien están trabajando, mientras que los «buenos», esos que solo intentan hacer lo moralmente «correcto», no han conseguido relacionar las operaciones ilícitas de la mafia con mi apellido.

No puedo decir lo mismo con los Conti y los Russo, que la viven constantemente en la mira de la DEA y el maldito FBI. Lo que a su vez es perjudicial para el negocio en general.

Si un clan enemigo cae bajo mi peso, se traduce en victoria. Si lo hace bajo el de la policía, en problemas.

Una manzana podrida, siempre termina pudriendo a las demás. Y no por nada me hice con el poder después de que se lo arrebataran a mi padre.

Giovanni Lombardi no crio a un imbécil, si tengo que vivir en la clandestinidad para garantizar la seguridad de los míos, lo haré.

Si tengo que matar a cada uno de los clanes que ponga en riesgo mi negocio, tendré preparado mi maldito M-16.

Le ordeno a Stefano que se quede abajo haciendo control de calidad y me encamino a las escaleras con Blake siguiéndome los pasos.

—Todo estaba coordinado para recibir la mercancía antes del amanecer, boss —me comenta mientras subo los escalones—. Pero en algún punto entre el Hudson y Harlem la policía naval interceptó la embarcación.

Seducir a la Mafia  [Pasiones Peligrosas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora