Capítulo 21

1.8K 114 3
                                    

-Haley, por favor cómetelo, aun tienes que recuperarte. -Dijo Ryan sentándose a mi lado.

-No tengo hambre.

-A mí me da igual, come. – Me giré a mirar a Luke que me miraba serio al otro lado de la mesa. Sin decir nada más empecé a comer, no estaba la situación como para quejarme.

Al acabar la comida Ryan decidió poner su castigo, y si ya era vergonzoso que vieran como era azotada sin ropa hasta el llanto esto lo superaba, me colocó desnuda mirando a la pared con un plug en el trasero del cual caía una cola y pinzas tirando de mis pezones.

-Estarás así media hora pequeña, a ver si aprendes a no asustarnos más veces. Estaremos sentados justo ahí, en el sofá, te avisaremos cuando termines.

-Ryan esto duele, por favor, lo siento, quítame las pinzas, el plug es muy incómodo...

-No Haley, no quiero quejas, es tu castigo, afróntalo como una adulta. -Sin decir más se dio la vuelta y se sentó con Luke y Derek como había dicho.

Pasaron alrededor de diez minutos y empecé a lloriquear por el dolor que me provocaban las pinzas, el tiempo pasaba demasiado lento y el plug hacía que me temblaran las piernas, solo quería quitarme eso y sentarme, tenerles mirando no ayudaba nada a la situación. Llevé mis manos a mis senos para aliviar del dolor de estos pero en seguida Ryan me reprimió.

-Haley te quiero quieta, un movimiento más y te quedas ahí a pasar la noche.

Me quedé quieta mientras algunas lágrimas resbalaban por mi mejilla, ya no dolía, era la vergüenza que sentía de tener que estar ahí parada. Al cabo de un rato me llamó Luke para que saliera de allí, me quitó las pinzas y el plug y me dejó descansar en la habitación. Pasó alrededor de una hora cuando Derek entró por la puerta y se tumbó conmigo en la cama.

- ¿Cómo te encuentras Ly? No quiero que te duermas sola. -Dijo mientras repartía suaves caricias por mi brazo.

-No tengo sueño, solo quería descansar un poco, todo esto me está costando un poco...

-Lo se cielo, es normal, tal vez nos pasamos un poco con tus castigos, aunque han sido más suaves de lo que teníamos pensado tu aun estas débil. Lo siento, nuestro trabajo es quererte y cuidarte y parece que hacemos todo lo contrario...

-No es eso, me cuidáis, yo se que me queréis, sois los mejores en serio. -Dije pegándome a su pecho dándole un abrazo.

- También debemos darte mas cariño Ly... -Noté como su mano bajaba de mi cintura a mi trasero y empezaba a dar caricias en círculos, yo solté un pequeño quejido. - ¿Te duele mucho?

-Un poco aún, fuiste muy cruel... -Hice un pequeño puchero con la boca para dar más pena.

-Fui justo, tu también fuiste cruel al hacer eso, no pensaste en los demás eh pequeña. Pero te lo puedo compensar. -Me dio un beso en la cabeza y me soltó del abrazo, en seguida me puso boca arriba y se colocó encima de mí, me quito la camiseta del pijama que llevaba puesta, me dio un corto beso en los labios y fue depositando pequeñas caricias a lo largo de mis brazos mientras poco a poco bajaba por mi cuello, al llegar a mis senos se entretuvo con mi pezón izquierdo, lamiendo y dando pequeños besos mientras que me agarraba con su mano izquierda mi brazo y su mano libre pellizcaba mi otro pezón, despacio pero con fuerza, no pude evitar soltar un pequeño gemido y arquear mi espalda.

-No te muevas ni hagas ruido o tendré que parar.

Esta vez volvió a hacer lo mismo pero en mi otro pezón, aumentando la velocidad, pude notar como me soltaba el brazo y se deslizaba lentamente hacia mis pantalones, colando su mano por debajo de estos y encontrando con bastante soltura mi clítoris dando ligeros toques y movimientos circulares que me hacían ver las estrellas. Finalmente terminó con la parte de arriba y comenzó a bajar hacia mi tripa, quedando a centímetros de mi monte de venus, comenzó a besar y lamer justo por encima de la goma de mis pantalones, poco a poco iba teniendo cada vez mas calor y las ganas de soltar una suplica en forma de gemido se hacían mas y mas grandes, me bajó los pantalones y en seguida me ruboricé, ver su boca tan cerca de mí me volvía loca, se quedó quieto mirándome con una sonrisa, quería desesperarme, no pude más y le agarré la cabeza para hundirla en mi coño, sin embargo el consiguió soltarse y inmovilizar mis manos a los lados de mi cuerpo.

-Ni un solo dedo quiero que muevas, ¿Entendido? – Simplemente asentí. -Abre las piernas. -Obedecí, me abrí de piernas y sin soltarme las manos me empezó a besar en la parte interna de mis muslos hasta que al fin lamió mi clítoris de forma corta pero intensa. -Dime que quieres Haley- Me mordí los labios y asentí, solo quería que siguiera. -Palabras cariño, o no podré seguir.

-Sigue por favor. -Mas que una súplica fue un pequeño grito que a él le bastó para continuar. Sus labios tocaron mi clítoris y me dio un pequeño espasmo, siguió con lamidas rápidas, moviendo su lengua a un lado y a otro de mis labios, volvió a centrarse únicamente en mi clítoris y empezó a succionar, lo que provoco un gran gemido por mi parte, automáticamente Derek soltó mis manos e introdujo sus dedos en mi vagina a la vez que succionaba mi clítoris dándole ligeros toques con la lengua, movió sus dedos de manera firme y rápida dentro de mi y yo perdí el control de mi cuerpo, comencé a mover la cadera arriba y abajo para que sus dedos entraran y salieran a mayor velocidad, cuando ya no lo pude soportar mas ahogué un grito y me encorve lo máximo que pude, Derek sacó sus dedos de mi y dejó de succionar para dar pequeños besos, se levantó y me besó en la boca.

-Esta vez ha sido con cariño pequeña, pero no te acostumbres. -Dijo acariciándome lentamente.

- ¿Y tú? ¿No quieres...? -Dije mirando el bulto que había en sus pantalones.

-No, me has complacido ya bastante, por ahora no necesito mas pequeña, ve a lavarte anda.

-Derek yo... Nos habrán oído, me da vergüenza...

-No están, Luke está comprando y Ryan trabaja, pero deberías acostumbrarte a esto, no voy a ser el único que haga esto y no siempre estaremos solos. -No supe que decir así que sin mas me dirigí al baño a lavarme pensando en lo que había dicho, habría mas veces, los cuatro...

Mis TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora