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Tras unos días de confusión por parte de este trío, decidieron liberarse y realizar alguna actividad para dejar a un lado el estrés y divertirse los ocho juntos, evitando a toda costa problemas. Heeseung, como el mayor, organizó un plan para esto.

Llegaba el calor y con ello aún más ganas de bañarse en el agua, pero aprendieron la lección, y decidieron todos que lo mejor era ir a la piscina. Por supuesto para evitar disputas, lo consultó con Hayoung, quien dijo que era un plan perfecto, en realidad amaba la piscina.

Para no tener que ir a una pública, los chicos pensaron que era buena idea ir a casa de los padres de Jungwon, ya que estos estaban fuera y tenían piscina. Su hijo los llamó para preguntar si podían acceder con las llaves de él y pasar la tarde allí, a lo que aceptaron y Hayoung se percató de lo tiernos que eran, igual que su hijo.

Ese sábado, veinticinco de Abril, todos se prepararon para pasar el día.

Mientras tanto, en la habitación de Sunghoon se encontraba preparándose Hayoung, quien aún conservaba su ropa de baño en la habitación del mayor.

—¿Te vas a poner eso? —señaló extrañado el bikini que sostenía la menor. Era básico, pero pequeño.

—Por tu cara, supongo que no debería de hacerlo —contestó Hayoung guardando el traje de baño de nuevo en su lugar.

—Es que... ¿cómo decirlo? —se preguntaba a sí mismo—. Es muy...

—Sí, sí, lo que tú digas, ¿prefieres que vaya con ropa para esquiar? —preguntó irónicamente mientras lo miraba con las manos posadas en sus caderas y una postura vaga.

—Sinceramente, no lo sé —Sunghoon rió—. Está bien, ponte este. —sacó uno de los bikinis del cajón.

—¿De verdad? —hizo una pausa—. Es... es un milagro que me dejes llevar esto. —observó con detenimiento las dos piezas y se dio cuenta de que era parecido al otro, solo que cubría un poco más.

—Es bonito —señaló—. Te puedes poner lo que quieras, ya me encargaré yo de matar a alguno de los chicos si es que te mira.

Hayoung asintió riendo ante lo sobreprotector que era su hermano. En realidad, siemore había adorado que fuera así, y estaba más que acostumbrada. Y ante todo, lo comprendía.

Sunghoon salió de la habitación, dejándole la intimidad necesaria para cambiarse. Una vez terminó, salió y todos se fueron de una vez.

...

Tras un ajetreado camino, al que estaban ya todos acostumbrados como era obvio al ser ocho personas, llegaron a su destino y Jungwon abrió la puerta que dejaba entrar al jardín.

Wow... es bastante grande —dijo asombrada la pelinegra mientras analizaba detenidamente el antiguo hogar de Jungwon.

—Lo es —afirmó Jay con seguridad y orgullo—. La he visto bastantes veces y nunca dejo de asombrarme.

Todos, sonrientes, siguieron a Jungwon hasta el interior de la vivienda, donde un bonito salón se alzaba ante sus ojos. Era espacioso y los colores eran tonos claros de marrón en la madera, y blanco en los muebles. Dejaron sus cosas sobre el sofá blanquecino frente a la televisión.

Jungwon le pidió a Hayoung que se quedase dentro con él para ayudarle a sacar las bebidas, mientras que el resto se iría a la piscina a esperar.

—¿Estás segura de que no hay ningún problema en venir aquí? —Jungwon se giró hacia la menor mientras que formulaba la pregunta.

Rió.
—Gracias por preocuparte, pero no, no pasa nada. De hecho, amo las piscinas. Son como... la alternativa al mar

—Me alegra escuchar eso —Jungwon le sonrió mostrando sus hoyuelos de nuevo, haciendo que el corazón de Hayoung latiera con fuerza. A él le pasaba lo mismo pero estaba seguro de que la situación era diferente, y por eso y porque ya sabía que Hayoung no tenía las cosas fáciles, quiso hacerla sentir mejor aunque fuera con una simple sonrisa.

De repente, ella se puso algo nerviosa.

—Bueno... ¿llevamos las bebidas? —preguntó mientras que agarraba un montón de latas.

—Sí, vamos. —se aproximó para ayudarle.

Salieron y se sentaron en el borde de la piscina, con sus refrescos en mano tras haber dejado el montón dentro de un cubo con hielos.

De un momento a otro, la mitad de chicos ya estaban en la piscina, mientras que Sunghoon estaba en una hamaca observando a su hermana sentada aún en el bordillo de la piscina, con Jungwon a la derecha y Heeseung a su izquierda, también sentados. No era nada disimulado y Jungwon se había dado cuenta.

—Hayoung, ¿nos bañamos? —Heeseung se acercó y apoyó sus brazos en el borde, frente a ella.

Hayoung miró a Jungwon, y después de nuevo a Heeseung.
—Está bien, ¿vienes? —volvió a girar su cabeza hacia el menor.

—No... ve con él. —Jungwon forzó una sonrisa y desvió la mirada tan pronto como vio la oportunidad.

Hayoung se agarró a la mano de Heeseung, y en cuestión de segundos ya se había lanzado la piscina de la mano del mayor, dejando ver a Jungwon un tonteo mútuo, coqueteaban bastante sin ni siquiera darse cuenta.

De un momento a otro, Jungwon ya no estaba, Hayoung se percató de esto y decidió salir a buscarlo.

—Iré un momento al baño —le dijo a Heeseung. Ella desconocía por qué Jungwon se había marchado, pero era extraño que se fuera y los dejara solos, cuando era su propia casa.

Entró dentro y de camino al baño se lo encontró en el pasillo, mirando las redes sociales.

—¿Por qué has venido aquí? —sus palabras asustaron a Jungwon.

—Oh, por nada, es que hacía mucho calor allí fuera.

—Entonces entra a la piscina —habló Hayoung sonriente.

En su interior rápidamente creció el deseo de compartir aquello con él. No le gustaba que se sintiera cohibido o algo, ni mucho menos que creyera que molestaba.

—No creo que...

Jungwon no pudo seguir hablando, pues Hayoung lo tomó de la mano y salió corriendo junto a él a la piscina. Este paró en seco en el borde, pero Hayoung lo empujó hacia ella. Y seguido de esto, se lanzó.

Ahora estaban ambos jugando juntos en la piscina. Heeseung salió y se acostó en una tumbona y se puso a jugar con su teléfono.

Hayoung estaba frustrada, pues sabía que su relación con ambos, a la misma vez estaba rompiendo el vínculo de amistad que los dos tenían entre ellos. Pero no podía estar con ambos a la vez, pues eso la hacía estar aún más confusa.
Sin embargo, ni ella misma sabía lo que quería, y la solución no era, ni mucho menos, dejar de divertirse con ambos.

...

𝐏𝐔𝐙𝐙𝐋𝐄 | Yang Jungwon ✓Where stories live. Discover now