Treinta y uno.

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Harry:

Habían pasado algunos días desde que Louis se había enfermado y cada día lo veía con un aire distinto, con una diferencia en su persona muy pequeña pero que si lo conocías bien se podían identificar, aunque Samuel me llamaba raro por notar raro a Louis cuando para él seguía siendo el mismo Louis de siempre.

- En serio pa, me das miedo-. Estábamos cenando solos ya que Louis se había sentido cansado y se había ido a descansar sin cenar algo.

- Samy, no me importa que me sigas llamando loco, sé que algo tiene diferente a Louis y quiero saber qué tiene-. Samuel me vio a los ojos y se rió.

- Me alegro que por fin estén juntos, papá-. Okay, eso me había tomado con la guardia baja.

Subí a la habitación después de limpiar la cocina junto con Samuel y la imagen de Louis acostado en la cama había hecho que mi corazón se hiciera pequeño por el sentimiento de verlo mal.

- ¿Lou? ¿Estás seguro que es solo algo que comiste? Ya llevas días así-. Por la luz de la mesita de noche pude notar que seguía despierto y que simplemente intentaba dormir.

- No, ya no creo que sea solo algo que comí-. Volteó a verme y le sonreí. Era tan bonito incluso cuando se ponía mal.- ¿Crees que mañana después de la escuela puedas llevarme al médico? Planeo hacer una cita con mi médico.

- Claro que sí, Lou-. Me recosté junto a él y lo abracé, dejando mi mano junto a la suya que se encontraba en su estómago. Así fue como dormimos aquella noche.

Louis:

Realmente no tengo ni idea de lo que me estaba pasando, mi estómago parecía no capturar nada de lo que comía y ya me estaba cansando del constante cansancio que tenía mi cuerpo. Daba gracias que el médico que veía estando aquí seguía dando consultas y que conocía mi caso a la perfección, siempre me era un poco incómodo tener que contar sobre mi embarazo siendo adolescente por culpa de las malas miradas de los médicos.

- ¡Louis!-. Llegar a la sala de maestros se había vuelto el único sitio en donde podía ver a Niall y con la llegada de Jacob se habían juntado solo para platicar los tres, aunque seguía sin caerle bien del todo.

- Hey Ni, Jacob, ¿tienen algún chisme nuevo sobre los maestros del cual no me haya enterado por alguna extraña razón?-. Me senté en mi lugar asignado y me tuve que sostener un poco por un maldito mareo que llegó de la nada.

- ¿Estás bien?-. La voz de Jacob me sacó de mi trance.

- ¿Eh? Si, solo me mareé un poco, pero estoy bien, podemos comer y platicar.

- ¿Seguro?-. Asentí para Niall. No me gusta cuando se preocupa de más por mí-. Bueno, creo que el único chisme que me he enterado es el que la maestra de artes ha quedado embarazada del de computación.

- ¿Embarazada? Vaya-. Le sonreí a Niall cuando Jacob habló. Sí, la postura de no tener hijos seguía siendo la misma para él.

- Bueno, la pobre había querido un hijo desde hace tiempo y por fin lo logró y al parecer el profesor ha logrado salir de todo un embrollo familiar-. Me había empezado a perder en mis pensamientos cuando escuché a Niall nombrar el embarazo de Jasmine, la profesora de artes.

"¿Podría ser? ¿Estaré nuevamente esperando un bebé, después de tantos años? Sé que ya lo había planteado pero aún parece un mal sueño... Un hermano para Samuel... oh mi Samy"

- ¿Louis? Te volviste a ir-. Niall tocó mis mejillas-. ¿Estás bien, amigo?

- Sí, claro, y no se preocupen que esta tarde iré al médico junto con Harry.

— ¿Al médico? ¿Tan grave estás, Lou?-. "Oh Jacob, para ti podría ser la peor cosa del mundo pero para mí, para mí sería alegría entera".

— Oh no, es solo que Harry ya se preocupó demasiado por verme mal en la casa y ya he tenido suficiente de esos síntomas.

— Bueno, espero que sea lo que sea, se quite pronto-. A lo lejos vi la cara de Niall. Sí, él también se había hecho a la idea.

Terminar las clases nunca se habían sentido tan buen como ahora. Parecía ser que mi estómago por fin se había calmado un poco durante todo este tiempo y que por fin me había dejado comer en paz por lo menos unas horas y ahora solo faltaba esperar a que Harry llegara por mí y por Samuel.

— Hola, má-. Samuel se sentó a mi lado en la banca que había fuera de la escuela-. Papá dijo que iríamos al médico porque no te sentías bien.

— Oh si, ya sabes como es tu padre de sobreprotector y todo eso, no pasa nada Samy-. Asintió pero no lo vi muy convencido de mis palabras-. ¿Qué pasa, hijo?

— Es solo que no me gusta verte enfermo y me pongo todo extraño como papá.

— Oh, no pasa nada Samy, es entendible, hijo.

Continuamos unos minutos platicando solo los dos sobre cosas de la escuela y del cómo había sido el cambio de maestro para Samuel. Con la llegada de Jacob, mis clases se habían dividido en dos y desgraciadamente había perdido el grupo en el que se encontraba Samuel, me daba curiosidad saber si ya había identificado a Samy entre todos los alumnos, es decir, es un mini yo.

De lejos pude ver a Jacob ver hacia nosotros y sus ojos cayeron en Samuel. Supongo que aquí es cuando mi duda era respondida al ver como fruncía el seño y solamente veía a Samy.

"— ¿Un hijo? ¿Tienes un hijo y nunca me dijiste hasta ahora?.

Eran las diez de la noche del día antes de mi boda, Jacob y yo nos encontrábamos en el salón de la casa que rentaba junto a Niall en Estados Unidos para poder estudiar, pero había ocultado la verdad durante mucho tiempo.

Jacob y yo nos conocimos estudiando juntos, ambos íbamos para la misma línea de enseñanza y desde el primer momento habíamos sido inseparables.
La idea de volver a salir con alguien no había cruzado por mi mente hasta que lo conocí, ya que en mi cabeza nunca cruzaba la idea de algún día volver a Londres y reencontrarme con Harry y mi hijo, un hijo al cual le he ocultado a Jacob para que nunca supiera la verdad.

— Lo... lo siento, es solo que sé tu postura en cuanto a los niños y...-. No pude terminar de hablar ya que se le veía frustrado y enojado conmigo-. ¿Jac?

— ¡Louis por Dios! ¡Es un hijo!-. Empezó a caminar por todos lados de la sala de la casa, dejándome nervioso y asustado-. ¿Por qué decidiste decirme hasta ahora? ¿Por qué me lo dices a unas pocas horas de casarnos, Louis?

— Porque no tenía la intensión de decirte, Jac-. Bajé la mirada y lo vi suspirar una vez más, sentándose frente mío-. Sé que no quieres tener hijos, sé que no te gustan los niños, pero realmente no tenía pensado decirte algún día que tenía un hijo en Londres.

— ¿Y si el niño te busca? ¿Y si realmente en algún punto de su vida sabe la verdad?-. Le había contado contado, le había contado la verdad del por qué había decidido Estados Unidos y no Londres, sobre Harry, sobre Samuel, sobre mi huida.

— No... no creo.

— Louis, mírame-. Levantó mi rostro y quitó las lágrimas que caían por mis mejillas-. Te amo, te amo con locura, pero no puedo con algo así, no puedo."

El sonido de un auto me sacó de mis recuerdos, haciendo que viera cómo es que Jacob seguía viendo hacia nosotros, hasta que nos paramos y fuimos al auto de Harry, que recién llegaba.

— ¿Todo bien, Lou?-. Preguntó Harry una vez que entramos al auto.

— Sí, Hazz. Todo bien.

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora