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Ya era un hecho. Estaba en su último año de preparatoria. El último paso antes de ingresar a la universidad.

Debería estar feliz, sería lo normal. Pero no lo estaba. Definitivamente no. Era todo lo opuesto: estaba aterrado.

Con sus 16 años no había experimentado ni un tercio de lo que él llamaría 'suficiente', al menos desde su perspectiva.

Y no estaba hablando de sexo ni nada que tenga que ver con citas o amantes. Eso no era algo que le importa realmente, al menos no aún - quizás era el hecho de que aún no se presentaba -.

Se interesaba por muchas cosas, en realidad, quería hacer muchas cosas.

Así que en las vacaciones había tomado una decisión.

Antes de ingresar a la universidad y estudiar la aburrida carrera de abogacía - como su padre -, iba a disfrutar de otras actividades, que consideraba mucho las divertidas y entretenidas.

Había pensado en anotarse para el club de drama, su mejor amigo le había dicho innumerables veces de que sería un gran aporte al elenco, aunque luego de pensarlo le dijo que no era tan buena idea, porque probablemente le quitaría el protagónico, a lo que ambos sólo rieron.

La idea de unirse al club de baile también había pasado por su mente, pero en realidad, él era bastante malo bailando, creía que había nacido con dos pies izquierdos o algo así. Por lo que aún dudaba que fuera buena idea.

Entonces pensó en atletismo. Él era bastante bueno en ello, aunque su habilidad se encontraba bastante alejada de la del grandioso capitán, pero podría intentarlo.

Aún tenía tiempo para decidir en qué participaría. Una semana para ser exactos.

Quizás ingresaría en más de un club para variar. Lo bueno era que no tenía que preocuparse demasiado por sus notas, ya que siempre había sido muy aplicado, y conservaba el segundo lugar en los promedios, quedando debajo del presidente estudiantil.

Se sentía un poco tonto mientras creaba distintos escenarios en su cabeza.
Recién era el primer día de clases, pero aún así estaba ansioso. Quería que este año fuera distinto a los demás.

Cuando abrió su casillero para guardar sus cuadernos sintió unos brazos rodeando su cintura.

Pegó un pequeño salto, pero una sonrisa se formó en sus labios al sentir el suave aroma del perfume de su mejor amigo.

- Tae. - Susurró mientras seguía guardando sus útiles.

El alfa enterró su cabeza en el espacio entre el cuello y el hombro del menor, tocando con su nariz la suave piel perlada. Amaba el calor que emanaba su cuerpo, siempre lo hacía sentir tranquilo y cómodo.

- Te extrañé. - Susurró aún sin alejarse.

Jin lo empujó un poco con su codo, para lograr voltear y mirarlo, luego de cerrar su casillero.

Sonrió hermosamente mientras arreglaba los cabellos castaños que caían sobre el rostro del alfa. - También te extrañé. Hubiese querido que vinieras antes de la casa de tus tíos.

El mayor hizo una mueca. - Quería volver, pero mis padres insistieron en que me quedara más tiempo y no pude negarme.

- Lo entiendo. - Suspiró. - Pero estás aquí, y que te hayas ido en las vacaciones ya no tiene importancia, porque estaremos lo que reste del año juntos. - Sonrió mientras abrazaba el cuello de su amigo.

Taehyung sin poder contenerse volvió a undirse en el cuello blanquecino mientras sus brazos rodeaban aquella estrecha cintura. Le encantaba como el cuerpo de su amigo se unía al suyo, como se complementaban. Jin definitivamente daba los mejores abrazos.

- Oye. - Soltó una risita. - Tu nariz me hace cosquillas. - Dijo mientras se retorcía entre los brazos del mayor.

El alfa lo apretó aún más, casi levantándolo. - No quiero soltarte.

Jin le empezó a dar pequeños golpes en la espalda, pidiendo que lo soltara. Taehyung dudó unos segundos hasta que lo liberó.

- Siempre haces lo mismo. - Rió mientras golpeaba su hombro. - Nunca quieres soltarme.

- No es mi culpa. - Replicó. - Mi alfa se siente cómodo.

Las mejillas del pelinegro se volvieron de un tono rosa. - Si me presento como alfa sería raro. - Pensó en voz alta, mientras caminaba por el pasillo junto al alfa.

- ¿A qué te refieres?

Jin lo pensó por algunos segundos. - Quiero decir... ¿Has visto alguna vez a un alfa abrazando a otro alfa?

Taehyung no tuvo que pensarlo. - No. Solemos ser poco cariñosos con los de nuestra misma especie. El contacto se siente raro, y a mí personalmente me disgusta. - Hizo una mueca.

- Pero a mí me abrazas todo el tiempo, y según mis padres probablemente sea alfa.

El castaño sonrió. - Quizás a mí alfa le gusta abrazarte porque serás un omega.

Movió sus hombros restándole importancia. - No me importaría ser omega. - Se detuvo frente al salón y lo miró. - Pero me sentiría mal si dejas de darme abrazos.

La sonrisa del mayor se amplió. - No creo que pueda dejar de hacerlo, sin importar que seas.

- ¿Prometes que no dejaras de darme abrazos, jamás? - Pidió, sonaba como una pequeña súplica.

- Ya te lo dije, nunca podría hacerlo. - Se acercó y lo abrazó con fuerza, levantándolo en el aire y provocando que el menor soltara pequeñas risas. - Me gusta demasiado. - Susurró contra su cuello.

Lo bajó al mismo tiempo que se escuchó a alguien suspirar sonoramente.

- Jóvenes Kim. - Ambos reconocieron la voz del presidente estudiantil. - No se permiten muestras de afecto en la escuela. - Su rostro estaba serio, como de costumbre.

Las mejillas del menor estaban sonrojadas. - Lo siento.

El castaño soltó un bufido. - Como diga jefe.

El alfa mayor sólo asintió. Dirigiendo su mirada hacia Jin solo unos segundos antes de entrar al salón.

Cuando el alfa vio al mayor entrar rodó los ojos. - Es tan recto que resulta molesto. - Dijo cruzándose de brazos.

El pelinegro soltó una risa. - Te ves gracioso cuando te enojas.

Taehyung no pudo evitar sonreír ante la adorable y graciosa risa de su amigo.

- Es imposible estar enojado cuando te veo reír así. - Suspiró. - Eres demasiado lindo. - Dijo revolviendo los suaves cabellos negros.

Jin le dió unos cuantos manotazos para alejarlo, mientras seguía riendo.

El alfa se alejó y lo observó. Había un bonito sonrojo en sus mejillas, sus manos intentaban arreglar su despeinado cabello y sus labios que estaban de un rosa claro, permanecían apretados contra los blanquecinos dientes.

Se veía demasiado bonito. Como siempre.

Taehyung no podía esperar a que su mejor amigo se presentara. Estaba seguro de que sería un omega, porque su alfa se lo había repetido desde hace mucho tiempo.



❝  ꜱᴇᴠᴇɴ ʜᴇᴀʀᴛꜱ ❞ [JinxBTS]Where stories live. Discover now