- vamos, será divertido -alentaste a tu hermano golpeando un hombro mientras caminaban por las calles londinenses.
- divertido no es la palabra que busco. Mmm... yo diría que no hay tanto caos -mira a su alrededor.
- Por favor, los humanos viven entre caos, arman sus propios caminos sembrando pecados y luego los esconden entre rezos y lamentos... -sonreíste con malicia emociona por estar en otro país.
- esta no es la ciudad del pecado precisamente...
- ni los Ángeles -contraatacaste- técnicamente es Las Vegas, pero en fin, necesitábamos unas vacaciones de nuestras vacaciones
- no estoy conforme, pero cualquier lugar que no sea el infierno estará... -se distrajo al ver pasar una chica que le pareció atractiva para una noche de diversión- bien
- reíste- tú ve tras ella si quieres, yo iré a propagar discordia. ¿Nos vemos en el Big Ben?
- sabes, que tengas tanto ánimo por ir a ver un reloj con tamaño de miembro me da a entender que irás en busca de otra cosa
- Yo soy la más coherente de los dos. Oye, la chica se te escapa -señalaste hacia a la joven que no dejaba de voltear- el deseo los vuelve más vulnerables... podría hacer que alguien se suicide por un beso, oh fascinante -sonreíste con malicia.
- ya psicópata, adaptate un poco más a este ambiente
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- okey, nos vemos en el Big Ben -te alejaste y viste un auto Lamborghini estacionado, sonreíste de lado y saliste corriendo hacia él- ¿Qué tal?, británico empedernido, ¿me llevarías por Londres para conocer a los demás humanos? Y si quieres terminar con sexo en tu departamento no me importaría
- disculpa, ¿qué?... -al voltear hacia ti quedó hipnotizado.
- ¿cuál es tu deseo, pequeño ególatra? -usaste tu efecto contra él haciendo que confiese.
- Tom Hiddleston, amarrado a mi cama -parpadeó un par de veces y pareció volver en sí- ¿qué fue eso?
- oh, eres gay... -suspiraste- bueno, diviértete todo lo que quieras, confiesa tu preferencia y en el infierno te guardaré un lugar en la sección de fiesta -le guiñaste un ojo y le sonreíste antes de seguir caminando- eso sí mi padre no te lleva primero
Ibas silbando, estabas atenta a las tentaciones de los británicos, después de todo, convencías a cualquiera de hacer lo que quieras, miraste a una pareja y creíste que el sujeto merecía una lección.
- hola, cucaracha inmunda -le regalas una de tus sonrisas mostrando tus dientes- ¿piensas en lujuria?
- Oye, ¿de qué hablas? -preguntó la chica que parecía ser su novia.
- uh, tú eres la cornuda -la señas- chiquilla ingenua, disfruta los cuernos que te pone esta cucaracha. Eso te hará ir al cielo... tal vez, si no caes en tentaciones -apuntas a su novio- en cuanto a ti, disfruta de tu amigo. En el infierno te lo extirparan, años de agonía y tortura. Disfruten su noche -les guiñaste un ojo y te fuiste escuchando como comenzaban a pelear.
