Capítulo 1

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Un pequeño ángel de cabello blanco con puntas verdes y ojos verdes claros de tan solo 5 años de edad se encontraba viendo hacia la gran Aldea de los ángeles y dioses, aquel lugar donde el deseaba ser aceptado, pero sabia que jamás lo seria.

El pequeño niño a temprana edad desarrollo un poder que sobrepasaba al mas débil de los arcángeles un poder que la Gran Diosa comenzó a temer, ya que si se descubría su reinado y el de su futuro hijo se vería acabado. El pequeño siempre veía ese lugar con unos ojos llenos de brillo y de  calidez.

Vivía en una de las cuevas mas hermosas como de fantasía que floreció cuando fue abandonado, el creo su propia flora y fauna para no sentirse solo y olvidado. 

Un día una pequeña y futura diosa se adentro a la cueva encontrando al pequeño niño, al inicio ella se sorprendió, aunque fue mas el asombro del niño, ambos se acercaron con una gran curiosidad, rato después jugaban, reían y convivían como nadie mas. Ella estaba consiente de que seria diosa y relacionarse con el chico de la cueva se vería muy mal, pero la bondad del chico derritió el corazón de la pequeña y se volvieron muy buenos amigos, ese encuentro fue el primero de muchos mas.

Pasaron los años y se volvieron cada vez mas unidos, pero un día ella ya no volvió a la cueva, 5 días después el chico de ya 10 años se preocupo por que su amiga de la infancia no regresaba, por primera vez en todos sus años el salió de la cueva para poder buscarla y asegurarse de que estaba bien, grande fue su sorpresa al encontrarla rodeada de ángeles niñas y niños mientras esta hablaba cosas feas de el.

Chica - Jajaja pueden creerlo yo ser amiga de un fenómeno, no se por que el cree que soy su amiga pero yo solo estoy con el por lastima, jamás seria su amiga de alguien como el, es mas le haría un gran favor al pueblo si se muere Jajaja - Todos los demás niños se reían con ella mientras se burlaban de el.

El niño dolido regreso a su cueva todo triste y derrotado, pero la voz de una persona lo hacia sentirse cada vez mejor - Esas personas solo tienen miedo de un gran niño bondadoso y de gran poder como tú, no dejes que te dañen eres mas fuerte que ellos y siempre serás mi mayor tesoro en este mundo - no recuerda el rostro de aquella persona que le dijo eso pero sabia que era alguien de su familia.

Años después

El Joven de 18 años recorría la enorme cueva mientras volaba y disfrutaba del simple hecho de ser feliz en un lugar donde era amado. Como siempre todas las tardes observaba a lo lejos la gran aldea. Ya nadie podía entrar ni encontrar la cueva gracias al hechizo que el creo y coloco por toda la cueva, debido a que hace poco monstruos han estado queriendo entrar, así que podía disfrutar de ella sin miedo a que alguien entrara y lo dañara.

Sentado en una gran montaña podía ver la hermosa luna elevándose cada vez mas mientras cantaba tristes canciones que hacían que la flora y fauna lo acompañaran en su dolor, solo que esta vez no eran solo ellos los que escuchaban esas tristes melodías, pues un joven humano se acerco cada vez mas hasta quedar atrás de el y hablarle con un gran asombro - ¡Que hermoso cantas! - El joven ángel pego un gran brinco del susto haciendo que deje de cantar y voltear aterrado mientras el humano se regañaba mentalmente por haberlo asustado.

El ángel estaba por volar, pero la voz del humano lo detuvo - ¡Espera! No quería espantarte, es solo que me gusto mucho tu voz jejeje perdón por asustarte - el ángel se sentía curioso por el joven humano así que decidió hacer su primera pregunta - ¿No te doy miedo? - el joven rio levemente - No como crees, eres hermoso - el pequeño ángel se sonrojo a mas no poder - Tengo alas - dijo el ángel - Y eso que - pregunto el humano - ¿No te asusta? - pregunto dudoso el ángel - Claro que no, ¿Cómo te llamas? - el ángel dudo en contestar, pero al final accedió - Kiyoshi, ¿Y tu?- Nathaniel - contesto el humano.

Desde ese día comenzaron a verse con mas frecuencia, ambos disfrutaban de la presencia del otro, se volvieron los mejores amigos.......hasta que un día el joven murió.

Nathaniel le había dicho a Kiyoshi que su familia lo abandono por su enfermedad por eso vivía cerca de ahí, pero su mayor miedo no era la enfermedad sino morir solo, sin embargo ahora contaba con la presencia de  Kiyoshi y ya no se sentía así. Nathaniel dio su ultimo suspiro mientras disfrutaban del atardecer, Kiyoshi se sentía mal, pero al ver la enorme sonrisa de su amigo difunto se sintió mejor al saber que el le proporciono calidez y felicidad en sus últimos momentos.

Enterró a su amigo en su cueva, cerca de la pequeña cascada que una vez le mostro y le encanto, todos los días iba a visitarlo y le contaba de lo que pasaba en su día ya que su alma poco a poco iba descansando para poder renacer, y hasta que eso no sucediera no dejaría de visitarlo.

Publicado

El 08 de Agosto del 2021.

Desesperación (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora