𝟐𝟕

8.7K 895 1.6K
                                    

POV Jennie.

Tres semanas, un día, cuarenta minutos y nueve...diez...once...doce...trece segundos desde que me arrancaron de las manos a mi motor de vida.

¿Cómo se suponía que debía vivir ahora?

Cuando ya había probado sus labios, tocado su piel e incluso estado dentro de ella. Mi mayor anhelo, mi mayor deseo, la tuve y la perdí.

Estaba en un declive que parecía no tener fin. No puedes tocar el suelo cuando no hay fondo.

Barrí las cosas que estaban sobre el mostrador y grite todo tipo de maldiciones. Sentía mis manos temblar, mi respiración agitada, también había empezado a sudar. La rabia estaba en cada poro de mi piel. ¿Cómo pude ser tan estúpida?.

—¿Jennie?.

Oh, mierda, había olvidado que Jisoo estaba aquí.

Me gire hacia ella e intente calmar mis ansias de salir corriendo y matar a JB. Mi dolor era constante y agudo, justo como lo seria su muerte.

—Hey...—hice un esfuerzo por sonreír.

—¿Que se supone...—miró las cosas que estaban en el suelo—que haces?

—Se me cayeron—hice el ademan de recogerlas pero ella empezó a hacerlo por mi—Estoy siendo algo torpe.

Jisoo guardo silencio mientras recogía mi desastre. Podía ver su expresión, iba a decirme algo y probablemente no me gustaría.

—¿Qué es lo que te pasa, jen?

—¿Qué me pasa? —reí sin gracia y la miré incrédula—¿Qué me pasa? —me acerque un poco más a ella—Me pasa que un maldito loco choco conmigo y casi muero, se marchó y anda libre por ahí mientras yo tengo más golpes en mi cuerpo de los que pudiera contar, eso me pasa.

Ella me escaneo un segundo antes de volver a decir otra palabra.

—¿Cómo es que no han dado con él aún? —suspiró cansada—Sé que lo encontrarán...eso quiero pensar—murmuró—Pero, maldición, es como si se lo hubiera tragado la tierra.

—Por supuesto que lo encontrarán—miré mi mano sobre el mostrador, mis nudillos estaban blancos gracias a la presión que ejercía—No voy a descansar hasta que pagué por alejarme de lo que más quiero.

Jisoo ladeó la cabeza.

Lo había dicho en voz alta. Necesitaba controlar mis pensamientos.

Por suerte no pareció prestar demasiada atención y poco después nos encontrábamos hablando de otras cosas. Las horas transcurrieron y cuando Jisoo se marcho solo pude desplomarme en el suelo con la espalda pegada a la pared.

Tenía un hueco en mi interior.

Mi corazón dolía con cada latido, era insoportable y abrumador. Me levante del suelo y me dirigí a mi habitación, dejándome caer en la cama. No tenia sueño, pero debía obligarme a dormir, mañana tendría que ir a la escuela, incluso si no fui llamada, incluso si aún estaba curando mis heridas, no podía permitirme seguir aquí sin hacer nada.

. . .

—¿Qué es lo qué está haciendo aquí, señorita Kim? —Jiyong me miraba con cierta mueca de preocupación—Se supone que debería estar en cama.

—Vengo a reintegrarme—miré vacilante su oficina—Yo...extrañaba enseñar—lo miré—Me siento bien, tal vez no me vea así...pero me siento bien, puedo regresar a mis labores.

𝐄𝐍𝐅𝐄𝐑𝐌𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 ❬ 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ❭Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora