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Me levanté rápidamente de mi pesadilla, estaba sudando, había empapado mi ropa con sudor. Mejor me levanto, fui hacía el baño y abrí la regadera con agua fría.

Siempre tengo esas pesadillas donde me arrancan el corazón o me persiguen hasta que me sangran los pies y todo comenzó cuando me quitó la marca.

Salí del baño y me puse mis pantalones de yoga y mi playera mucho más grande que mi talla, casi todo eso era mi closet.

Es ridículo tener tu propia casa y vivir con tus padres aún, en mi casa donde se suponía qué formariamos nuestro hogar. Recuerdo las platicas en las noches después de hacer el amor donde pensábamos en los nombres de nuestros hijos, esa casa es mía, esta a mi nombre pero no puedo dormir en ella porque todo huele a el a pesar de que han limpiado de todas las formas posibles, incluso cambiaron todos los muebles pero yo sigo percibiendo su olor, incluso a veces lo hago en mi propia piel.

Solo quiero dormir pero cuando lo hago sueño con el, tengo mareos, dolor de cabeza, mis feromonas son un desastre, no puedo subir de peso, estoy a un paso de la anemia, siempre me duele mi cuerpo y a veces de la nada me dan punzadas en mi cuello donde estuvo la marca, un recuerdo de lo que paso.

Daría cualquier cosa para que volviera a mi lado, formar nuestra familia y envejecer juntos.

Busque su nombre de nuevo y habían salido nuevas fotos de ellos en sus vaciones, como lo besaba, como se veía su marca asomándose de su camisa, el era feliz y yo estoy mueriendo lentamente.

A los omegas qué le quitan su marca mueren a los pocos años, el máximo a sido de cinco años por eso mis papás y hermanos me han ayudado tanto, con tratamientos alternativos, ejercicio, yoga, meditar, he ido a lugares de los más recónditos pero nada a funcionado, incluso me han presentado alfas porque si encuentras a otro alfa puedes recuperarte pero eso casi nunca pasa, he escuchado muy pocos casos, yo con solo oler a otro alfa me vómito.

Tomo muchos medicamentos así que tengo alarmas para que no se me olviden. Sigo luchando por vivir por mi familia aunque ya me había tratado de suicidar tres veces, estuve internado pero me ponía peor, solo he mejorado si estoy aquí pero no tanto como debería.

Aún no me acostumbro a este yo, antes estaba tan lleno de vida, hacía demasiado ejercicio, viajaba, era tan sociable, tan extrovertido, tan hermoso. Supongo que no debo acostumbrarme tanto a este yo, ya qué moriré en unos años.

Tocaron la puerta y entro mi madre.

-Mamá: Hola príncipe.

-Hola mamá.

-Mamá: ¿Medicamentos?

-Listos.

-Mamá: ¿Hiciste yoga?

-No.

-Mamá: ¿Meditaste?

-No.

-Mamá: Alec. ¿Cómo quieres mejorar si no haces tus tratamientos?

No quiero mejorar, quiero que este dolor de acabe.

-Si.

-Mamá: Ven, vamos al patio yo lo haré contigo.

-Si.

No importa mucho, quiero pasar tanto tiempo con ellos como sea posible y ahora solo dejo que me lleve la corriente.

Salimos al jardín, ellos habían mandando a construir este lugar para meditar y todo eso incluso había cuarsos en medio.

Hicimos yoga y meditamos, después en el comedor de afuera nos trajeron el desayuno y esta vez bajo mi papá.

-Papá: ¿Tomaste tus médicamentos?

-Si.

-Papá: Hoy tienes la cita con la doctora.

Te Necesito. (MALEC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora