Diferentes tipos de destino.

Capítulo 10 : Buscador de brujas embustero

Una vez más estaba tranquilo en Camelot, y la pareja real se había decidido por un delicioso picnic en el bosque mas cercano a las afueras de las murallas de la ciudad de Camelot mientras los sirvientes continuaban sus labores en el palacio y los campesinos recogían leña y otros alimentos.

El principe heredero tenía sus brazos alrededor de su esposa embarazada de 5 meses, sus manos sobre su estómago hinchado. Todavía no podía creer que su esposa hubiera quedado embarazada tan pronto en su matrimonio, pero se sentia emocionado por ser padre. Besó su frente suavemente.

"¿Quién lo hubiera esperado? El príncipe Arturo Pendragon es tan tonto cuando esta con su esposa embarazada ". Merlin susurró, ligeramente bromeando.

Arturo solo se rió. "¿Puedes hacer ese pequeño truco de nuevo? ¿Enséñame ese caballo?¨

"Por supuesto." volvió su atención a la madera humeante a un par de metros de ellos. " Hors, beride þá heofonum ".

Durante un par de segundos, el humo tomó la forma de un caballo corriendo antes de volver a ser humo regular que se elevaba hacia el cielo.

"Te amo Merlin." dijo el Príncipe, besando de nuevo la frente de su amada, la cual en un principio se negaba a aceptar tal compromiso pero cuando la conocio y compartio su secreto con el y la confianza que se tienen, que con al paso del tiempo se fue enamorando perdidamente de ella y ahora mas que van a tener un bebe.

"Si , yo también." y un cómodo silencio cayó entre ellos.

De repente, uno de los plebeyos que recogían leña sacudió el hombro del príncipe. "¿Lo viste? El humo, ¿lo viste?¨

Durante unos segundos, Arturo se puso más pálido de lo que estaba. "No ... no vimos nada".

"¿Estás ciego? ¡Estabas justo aquí! Fue mágico, te lo digo. Aquí hay brujería. Debemos decírselo al Rey ". y ella se escapó.

Una vez más hubo silencio.

"Bueno ... mierda." dijo la joven reina.

"Esperemos que no nos vaya a acusar a ninguno de los dos". gruñó el Príncipe Heredero.

Cuando regresaron al palacio, fueron convocados a la sala del trono donde los esperaban la campecina que comenzo a contar su relato frente al rey.

"¿Fue brujería lo que vio, y está segura de ello?" Uther preguntó a la campesina.

"Si señor." dijo la aldeana.

El Rey volvió a sentarse en su trono. "¿Y juras esto ante tu rey?"

"Lo juro." dijo con mucha convicción la aldeana.

Arturo luego trató de restarle importancia. "Quizás tus ojos te engañaron, un truco de la luz".

La plebeya negó con la cabeza. "El humo estaba vivo, te lo digo. Temí por mi vida ".

"Les agradezco por traerme esto a la atención. Tu lealtad no quedará sin recompensa ".

La mujer hizo una reverencia. "Gracias, señor." y la acompañaron fuera.

El Pendragón mayor dijo muy enojado. "No puede continuar".

¨Puedo dar caza a los responsables, padre. Les prometo que no escaparán impunes ". dijo el príncipe.

Uther negó con la cabeza. "No. Se requieren métodos más fuertes. Envíe por el Buscador de brujas ".

Todos jadearon.

Incluso Gaius miró a su viejo amigo con ojos grandes. "Señor, ¿es necesario recurrir a tales medidas?"