Capítulo 5

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Quiso creer que ese sonido estridente no iba dirigido a ella si no a cualquier otra persona, tal vez alguien que circulaba precisamente por la misma vía que ella.

Y digo quiso, porque después de varios segundos de una insistencia que para su parecer fue demasiada, lo único que Ga Eul sintió fue el chirrido contra sus oídos mientras su rostro volteaba de a poco, batallando consigo misma porque todo lo que quería era seguir caminando y perderse entre la multitud.

Cuando sus ojos colisionaron contra los más oscuros de Yi Jung, no pudo evitar preguntarse por qué tenía tanta mala suerte.

Y es que, seriamente, de todas las personas que iban y venían en ese momento, ¿Cómo pudo encontrarla?

—Hey, qué casualidad. ¿No te parece?

No, no le parecía. Probablemente era una, pero la casualidad terminó en el momento en el que ely decidió llamar su atención por medio de la bocina de su vehículo.

¿Podría simplemente ignorarlo? Quizás fingir que realmente no lo estaba viendo a él si no a cualquier otra persona que pudiera estar detrás de ese vehículo tan llamativo, como siempre lo fue. Ah~... No te dejes llevar por la nostalgia del pasado, Ga Eul. Pensó cuando una sensación familiar se le instaló en el pecho.

Era una sensación antigua que prevaleció por muchísimos meses hasta antes de que Yi Jung tomara la decisión de marcharse. Esa que le hacía sonreír distraídamente, pero que al mismo tiempo le asustaba porque significaba que estaba sintiendo demasiado por alguien que no sentía lo mismo por ella, y aunque quiso que aquello fuera distinto, de todas formas no fue.

Entonces, regresando hasta el mundo real, ese que no se detenía jamás y el cual continuaba siempre con su curso de todos los días, Ga Eul supo que para su propio pesar no podría continuar en silencio por más tiempo.

Encogió sus hombros en un gesto que pareció desinteresado, como si en realidad le importara poco y nada tenerlo ahí intentando generar una conversación que de seguro moriría en menos de lo que pudiera esperar.

—Vamos, ¿Sólo eso vas a decirme? —preguntó con tristeza fingida. Ga Eul inhaló al ver ese pequeño estiramiento de labios, él quería lucir adorable y Ga Eul no le daría el privilegio de salir encantada.

Arreglando un mechón rebelde de su largo cabello tras su oreja, exhaló con lentitud.

—No dije nada.

Y entonces Yi Jung sonrió, festejando.

—Lo acabas de hacer —le sonrió con un aire coqueto mientras guiñaba un ojo en su dirección.

Oh, por favor.

Ga Eul no pudo evitar que sus ojos se voltearan con molestia, decidiendo que ya había tenido suficiente de So Yi Jung para su día. Él era malo para la salud.

Ajustando el bolso que colgaba de su hombro dió los primeros pasos para alejarse definitivamente, olvidando por una pequeña fracción de segundos que él contaba con una ventaja demasiado grande además de su confianza a la hora de interactuar con alguien más: un vehículo.

—Mi queridísima Ga Eul, ¿Sabías que es de mala educación dejar a alguien hablando solo?

Era maestra y por sobre todo una persona con unos modales bien enseñados, por supuesto que lo sabía.

Ahora, el problema radicaba en que su paciencia parecía tener una especie de traba cuando se trataba de situaciones como esas, porque Yi Jung podría ser el ex amor de su juventud, pero se estaba comportando precisamente como todos los muchachos que en algún momento quisieron con ella algo más que una simple amistad, que era lo único que podía ofrecerles sin querer ser grosera.

The story continues [Yi Jeong y Ga Eul]Where stories live. Discover now