44| Es química orgánica 🧠

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—No haré preguntas sobre qué mierda te pasó en el cuello, prefiero ahorrarme los detalles— lo saludó Choi con una mueca apenas lo vio ingresar en la cancha para el entrenamiento, se estaba acercando con una carpeta entre las manos —Necesito que rellenes estos papeles, tienen como destino el directorio de la universidad para que sigan permitiendo la existencia del equipo luego de clases.

Yoongi recibió la carpeta, confundido —¿Lo quieren eliminar?— preguntó con el ceño fruncido. Nunca había tenido que rellenar algo así para pedir que el equipo pudiera seguir existiendo.

—No, es rutina— Choi sacó un lápiz del bolsillo de su remera y se lo tendió, al pelinegro no le gustaba escribir con tinta azul, pero su entrenador ignoraba ese pequeño detalle —Cada cuatro años debo entregar esos papeles y el capitán que esté en ese momento debe rellenar una parte. Cuando termines te integras al entrenamiento.

Yoongi caminó hacia la banca del equipo y dejó sus cosas allí, a lo lejos pudo ver como Taehyung doblaba las piernas y daba un pequeño salto para intentar que el balón entrara en el aro. Pero estaba fallando más de lo habitual. Durante el día no pudieron verse más que en la hora de almuerzo, y el castaño había estado demasiado silencioso, tanto Jimin como él estaban preocupados.

—Oiga capi...— al reconocer la juguetona voz de Chan, Yoongi apretó la mandíbula, sabiendo que algo ingenioso iba a salir de la boca de su compañero —Como que los zacundos lo atacaron por la noche ¿no?— el pelinegro se dio la vuelta y se abalanzó sobre el cuerpo de su amigo, fingiendo ahorcarlo con una llave para que se callara. —¡Está bien, lo siento, me retracto!

Tanto Yoongi como el resto del equipo comenzaron a reír por lo agudo y chillón que le había salido el grito de piedad. Después de tantas peleas de fuerza con Hoseok, el pelinegro aprendió dónde y cómo atacar a su contriancante sin debilitarse.

—Vuelve al entrenamiento, crío— le dijo Yoongi —Tengo que rellenar estos papeles para que sigas pisando esta cancha— Bangchan le sacó la lengua y se fue del lugar caminando exageradamente, Yoongi no sabía qué sería del equipo cuando ese chico de sonrisa filosa deba graduarse y abandonar la universidad, era el alma del equipo, siempre animaba a cada uno cuando las energías estaban bajas.

Al cabo de media hora, justo cuando terminaba de rellenar todo lo que esas benditas hojas le pedían -desde tiempo de entrenamiento, rendición física en los partidos, hasta cantidad encestada por minuto de cada jugador- vio entrar a Jimin en completo silencio por la puerta gigante de la cancha. Sonrió al verlo intentar no llamar la atención, pero que falló cuando chocó accidentalmente con la pata de una silla que estaba escondida. Taehyung levantó la mirada y lo saludó con un movimiento de mano, sonriendo durante un par de segundos.

Yoongi esperó a que llegara hasta la banca y palmeó con su mano el sitio vacío al lado de él —Por fin pude solucionar el problema que tenía mi mamá— dijo con una sonrisa antes de inclinarse para besarle la mejilla, haciendo que el rostro del pelinegro adquiriera un leve tinte rosa, aún no se acostumbraba a lo abierto y expresivo que era Jimin con sus acciones.

—¿Qué era?— preguntó por simple curiosidad mientras fingía ordenar los papeles para ganar más tiempo junto a su menor, porque sabía que Choi lo estaba mirando con rostro de "no me gusta que pierdan el tiempo hablando"

—Mi mamá aún tiene algunas cuentas personales afiliadas a la empresa— Yoongi lo vio quitarse la gorra negra y acomodarse el cabello hacia atrás con un movimiento sutil de mano, él volvió a derretirse como tantas otras veces por lo atractivo que lo hacía ver esa simple acción —Entonces a veces le llegan cobranzas de algun área que ella antiguamente manejó dentro de la empresa, y si no las paga, se limitan algunas funciones de la compañia por no tener esos pagos al día. Y como ella ya no pertenece a la empresa, no deberían llegarle, pero cada cierto tiempo sucede y yo tengo que ir a ver eso para evitar que ella pase malos ratos. 

—Pero...¿no sería más fácil que ella corte la afiliación de sus cuentas?

Jimin asintió —Sí, sería mucho más fácil, pero aún tiene la esperanza de que algún dia volvera a trabajar en esa empresa.

—Es una mujer optimista. 

Jimin soltó una pequeña risita —Es una cabeza dura, mejor dicho. 

Yoongi levantó las manos, sonriendo —Uno puede ser muchas cosas en la vida— se paró de su asiento con la carpeta entre sus manos, y antes de ir hacia donde estaba Choi para devolvérsela, se acercó a los labios de Jimin y dejó un tierno beso en el lugar —Vuelvo después del entrenamiento para que me recompenses por todas burlas que he recibido por esto— apuntó los chupones que relucían campantes en su cuello y volvió a dejar otro beso en el lugar, adoraba la forma tan bonita que tenía Jimin de corresponder a sus gestos de amor, siempre sonriendo, siempre demostrandole que se encontraba feliz de estar con él.

Durante todo el resto del etrenamiento, Jimin se la pasó escribiendo cosas en un cuaderno, que cuando Yoongi llegó a la banca luego de haberse cambiado, necesitó apartar la vista al ver tantos números, letras y formas hexagonales con nombres más l...

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Durante todo el resto del etrenamiento, Jimin se la pasó escribiendo cosas en un cuaderno, que cuando Yoongi llegó a la banca luego de haberse cambiado, necesitó apartar la vista al ver tantos números, letras y formas hexagonales con nombres más largos que su propia existencia —Es química orgánica— le dijo Jimin al ver su rostro de asco —Tomé un ramo de especialización para mi examen de grado.

—Pero aún falta para los exámenes de grado, quedan como cinco meses para que termine el año— él comenzaría a preocuparse por eso cuando anuncien la primera fecha.

—Cuanta más información tenga en mi cerebro, mejor.

—Tengo piedad por tu cerebro, entonces— se despidió de sus compañeros con inclinaciones y palabras de ánimo, luego de un entrenamiento, todos salían agotados a más no poder, queriendo tenderse lo antes posible sobre una cama —Tae se quedó en el los vestidores hablando con Minki ¿Lo esperarás? 

Jimin asintió —Estoy preocupado por como actúa, no sé muy bien que le sucede, Taehyung nunca ha sido demasiado abierto con sus problemas— levantó su brazo para que Yoongi se recostara sobre su hombro y él pudiera hacerle mimos en el cabello levemente mojado por el baño exprés que se dio en la ducha de los vestidores. El pelinegro cerró los ojos y se perímetro disfrutar de las caricias, hundiendo su nariz de botón en el cuello de Jimin, respirando el olor que tanto le gustaba.

—Eso está bien mientras no lo sobrepasen, supongo— dijo en voz baja, sintiendo como su menor movía la cabeza de arriba abajo, asintiendo. 

—Pero...— Jimin dejó su cuaderno a un lado y con su mano ahora libre, tomo las mejillas de Yoongi para abultarlas de tal forma, que sus labios quedaran en forma de patito —Mientras lo esperamos, puedo aprovechar de recompensarte por todas las burlas que recibiste— el pelinegro intentó sonreír, pero su boca ya estaba siendo atacada por la de Jimin, llenando todo su rostro de besos y colando sus manos traviesamente por debajo de la remera holgada que llevaba, buscando su punto débil en cuanto a cosquillas se tratase. 

Nunca creyó que alguien podría hacerlo tan feliz, ni mucho menos, que ese alguien fuera un hombre de sonrisa amplia y conocimiento abundante. 

¡Hey, cerebrito! || JIMSUWhere stories live. Discover now