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Muerdo suavemente mí labio inferior en señal de excitación mientras aprieto el agarre que mantengo en las sabanas, escalofríos recorren cada rincón de mí cuerpo dejando una sensación electrizante a su paso.

Mis piernas tiemblan y un muy experto par de manos masajean sutilmente mis pechos en un ritmo lento y doloroso, el mismo ritmo que mantiene con su astuta y traviesa boca, esa boca que prueba cada rincón de mí húmeda entrepierna deleitándose al saborear mí sexo.

Un fuerte gemido deja mis labios y le da la bienvenida a una sensación tan placentera que me indica que he alcanzado el clímax.

Mí respiración es un completo caos y mis ojos se mantienen cerrados buscando controlar mis nervios.

¿Va a pasar?, Me pregunto una y mil veces, pero la respuesta era clara.

Obvió que va a pasar.

Lentamente abro mis ojos y puedo observarlo a él, ahí parado al pié de la cama, deleitándose con la vista que tiene de frente, apesar de la poca luz de la habitación, puedo ver claramente ese profundo brillo que adorna sus hermosos ojos, un destello de fascinación y lujuria es todo lo que puedo interpretar en ellos.

Bajo lentamente mí vista y lo observo completamente, su dorso desnudo me provoca un millón de sensaciones, la parte inferior de su cuerpo aun es cubierto por su pantalón que se encuentra apenas desabrochado.

Una sonrisa juguetona invade mis labios igualando la suya y entonces ahí decido tomar la iniciativa.

Me levanto lentamente de la cama y me acerco hasta quedar frente a él, su impotente altura marca una gran diferencia entre ambos, mí vista viaja por todo él y se detiene en sus carnosos labios, me acerco aun mas mientras él permanece atento a cada movimiento.

Guió mis manos por su abdomen recorriendo cada centímetro de él, bajo lentamente las manos hasta donde comienza su pantalón, mis ojos se conectan con los suyos mientras comienzo a bajar su pantalón aun sin cortar esa conexión en nuestras miradas.

- Te deseo - ese pequeño susurro deja sus labios y yo no puedo evitar sonreír.

Acerco mí rostro al suyo y beso sus labios dándole a entender que yo siento exactamente lo mismo.

Su pantalón desaparece casi al mismo instante en que su boxer desaparece, una vez mas me acuesta sobre la cama y se coloca sobre mí, sin dejar de besar mis labios, nuestras entrepiernas rozan y un gemido deja mis labios, eso parece hacerlo enloquecer aun mas, sus manos se entrelazan con las mías y entonces esa pregunta que ha estado deambulando por mí cabeza sale de él.

- Amor, ¿Estas segura?, Aun puedo detenerme si no lo estas -.

Sonrió aguantando la risa y lo veo directamente a los ojos.

- Claro que estoy segura -.

Él sonríe y siento como su miembro se coloca en mí entrada, nuestras manos aun se encuentran entrelazadas y con un beso dulce y travieso comienza a deslizarse lentamente dentro de mí.

Muerdo su labio inferior al mismo tiempo que mis ojos se cierran, suspiro, siento como mí rostro comienza a humedecerse debido a las lágrimas que se abren paso por mis mejillas.

Duele, carajo, claro que duele.

Una vez que entra completamente se queda quieto y besa mis mejillas y susurra en mí oído una y mil veces que soy hermosa, luego de unos minutos comienza a moverse con suavidad.

Los que eran sollozos se convierten en jadeos y el dolor poco a poco se convierte en placer.

La habitación se inunda bajo el sonido de nuestros cuerpos chocando y de palabra indecentes que en ese momento me llevan al borde de la locura, su cuerpo se mueve con seguridad al mismo tiempo que aumenta sus movimientos, sus labios trazan un camino que viaja hasta mí cuello y ahí deja besos húmedos y succiona cada parte de el.

Un fuego viaja por todo mí cuerpo y una deliciosa presión se instala en mí vientre, estaba cerca y se que él igual lo estaba ya que sus movimientos se hacen mas precisos y a la vez algo torpes.

Gimo su nombre una y otra vez haciéndolo perder completamente la razón y nos encontramos juntos frente a las puertas del infierno y ahí ambos explotamos en el mayor punto de placer, nuestras respiraciones se vuelven un caos, él se recuesta a mí lado y me abraza fuertemente, alzo la mirada enfrentando el profundo color de sus ojos y con un beso sensual y salvaje le damos la bienvenida a una noche cargada de placer.

DOLCE PECCATO +18Where stories live. Discover now