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Zhan se sentía miserable, desde el momento en el que su madre lo tomó del brazo y lo arrastró a la mesa de Yibo en ese baile, Zhan ya se esperaba una vida horrible a lado de un alfa dominante que lo obligara a todo lo que se le diera la gana y él aceptaría porque fue educado para saber doblegarse y ceder a su alfa, estaba resignado a esa vida cuando no supo más de Haikuan.

Lo que no esperaba es que, en lugar de un alfa dominante y agresivo, su vida terminaría atada al alfa más amable y dócil que jamás creyó que podría conocer, Yibo siempre lo trató con cuidado, le habla como si fuera su igual y Zhan se lo creyó, Yibo no ha cambiado, Zhan sabe bien que Yibo sigue siendo el mismo, lo ha visto en cómo trata a su pueblo, a sus sirvientes, el alfa jamás se refiere a los demás con superioridad, aunque su cargo como líder se lo permite.

Zhan deseaba odiar a Yibo, quería despreciarlo para que no le importase irse, pero después de dos semanas intentando no discutir descubrió que su omega se entiende con el alfa de Yibo.

Pensé que no te agradaba” dijo Zhan en un sueño.

Me gusta, te dije que me gusta desde que lo ví” respondió el omega.

Entonces ¿Por qué te sentía tan incómodo a su lado antes?”

Estabas mintiéndole, el alfa sufriría si no decías la verdad, ahora que lo sabe podemos entendernos, solo deja que él te habrá su corazón de nuevo, él nos ama”

Pero Zhan no quiso aceptar esas últimas palabras de su omega, Haikuan sigue muy dentro de su corazón como para permitir a Yibo tomarlo.

—Joven —llamó Lusi —la cena.

Zhan abrió los ojos, se levantó con pereza de la cama y abrió la puerta, Lusi dejó la bandeja en la mesa y acomodó el platillo para que Zhan comiera, el omega no quería presentarse en el comedor, no quería comer junto a Yibo.

—Gracias Lusi —habló para despedirse de la mujer que ahora se encarga de sus necesidades, lleva dos semanas en Chongqing, pero no sale de su habitación a menos que sea necesario.

Esperó a que Lusi se fuera y se acercó a la ventana, tiene la habitación con mejor vista de toda la casa, lo sabe porque en sus pequeños paseos por los jardines notó que su habitación da justo a la puesta de sol, si no se sintiera tan miserable apreciaría la buena vista.

Hoy es el día, si no puede escapar hoy, ya no lo hará nunca.

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—¿Necesitas algo? —preguntó Li a Yibo, el alfa negó, Li quiso decir algo más, pero Yibo se veía tan decaído que prefirió evitar comentarios.

Li se fue dejando a Yibo en el jardín que da a la puerta del este en los límites de la casa grande, su acompañante es una buena botella del vino más añejo que encontró, el ardor en su garganta le dice que el vino hace bien su trabajo.

A la distancia, varios metros lejos de él está Lusi, la omega admira la belleza y majestuosidad del alfa, es fuerte y gallardo, buen mozo y amable, justo como él dijo que sería.

Yibo se levantó de su lugar en el suelo del jardín y se despidió de la luna, se llevó con él la botella de vino, pasó a la cocina para dejar a su acompañante ahí.

Pasó a su despacho para dar una última vista a sus pendientes y subió escaleras arriba, se dirigió al pasillo de las habitaciones y se detuvo frente a la habitación de Zhan, miró la puerta unos segundos para después dar un par de pasos de largo, de nuevo se detuvo, su alfa lo había dejado a su suerte por ser tan duro con el omega, pero justo ahora el alfa se presenta rascando su pecho, pidiendo ver al omega.

El Mejor Error. ♡ YiZhan ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora