Flaws{Spencer Reid} -2ªTemporada- Completa.

Capítulo.16

||P.O.V Spencer||

Juro que al ir a casa de Liv el otro día estaba dispuesto a decir mucho más de lo que dije. Quería hablar más, enterarme de sus intereses hacia mí.

Ví definitivo rendirme cuando me dijo que Daniel le hacía feliz. Por alguna razón no me lo creí, pero si ella lo dice debo respetarlo ya que el derecho a replicas lo perdí hace mucho tiempo.

Hubo un rato en el que todo era como al principio, con Sam y Will hablando de temas sin importancia.

Diría que ya no me interesa Liv, pero no es así. Tengo ese nudo en la garganta cada vez que la veo, me tiemblan las manos, mi respiración se agita y puedo notar los nervios a flor de piel. Es algo que identifico, es como me sentía cuando la conocí.

Antes no entendía ese afán de la gente por el amor y el sentimiento, incluso pensaba que una vez acabase la relación se disiparian los sentimientos hacia esa persona. He comprobado que no es así.

||P.O.V Liv||

-¿Ves por ahí mi pendiente negro?-le pregunto a Daniel mientras levantamos los cojines del sofá.

-No, no sé ni como has podido perderlo-responde mirando por todos lados.

-Es más bien tu culpa, por montar esas "revoluciones" cada vez que vienes-

-No me culpes por echar de menos a mi novia-

-Oh, vale-

La verdad es que me siento mal, Daniel está las 24h preocupado por mí y yo me he pasado la última semana pensando en Spencer, es injusto por mi parte.

-¿Te pasa algo?-pregunta.

Mierda, se ha dado cuenta.

-Estoy algo agobiada últimamente, no es nada-miento.

-¿Seguro?-

-Ahm-asiento.

-Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿Verdad?-se acerca y levanta mi mentón para que le mire.

-Tranquilo, estoy bien-trato de poner mi mejor sonrisa-lo sé-

Al fin sonrie también y me besa antes de ir a la cocina a por algo de picar mientras yo sigo buscando el maldito pendiente.

Marvin aparece interrumpiendo mi búsqueda al ponerse a atacar los cojines.

-Gato gordo-digo levantando a Marvin-Eres el único que me entiende- pego su nariz a la mía y me olisquea.

-La tercera vez ya que te encuentro hablando con el gato-rie Daniel entrando con un bol de palomitas.

-Es mi gato gordo, puedo hablar con el lo que quiera-

-Ya veo ya-sigue riendo y se sienta en el sofá.

Pasamos un rato viendo la tele, estoy más que incómoda y Daniel lo nota.

-Spencer vino el otro día, ¿Qué tal está? -dice de pronto, se me hiela la sangre.

No parece enfadado, solo curioso.

-Está bien, decía que se aburría solo-respondo, casi tartamudeo.

-Sé que sois amigos, no te pongas nerviosa por hablar de ello-mantiene la mirada en la televisión.

-No estoy nerviosa, me incomoda-

-¿Por qué?-

-Ya sabes...salimos antes-

-¿Debería preocuparme por eso? -

-No-

-Entonces no tienes porqué ponerte nerviosa-sonrie.