¿Fue una mala idea cortarse el pelo?, es el dilema de _____, después de aver pasado varios problemas toda su vida, por sus tios o por ella misma, este sera otro problema por una mala decisión suya en medio de la deprimente noche, hará creer que es c...
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Tus cachetes era lo más característico siempre de tu rostro o esa sonrisa de conejo que tanto te disgustaba, pero hoy eran esas bolsas oscuras debajo de tus ojos
Dormir se había vuelto difícil ayer en la noche, tu mente se había llenado de pensamientos negativos, y ver como se desvanecida la sonrisa de Stan te había afectado demasiado
Un golpe duro en el corazón
Acaso se había enamorado de verdad o era otro juego más de tu mente
Podías sentir tus medias mojarse por la nieve, pues hace unos momentos te habías tirado en ella, a ver si eso te ayudaba a calmarte
Pero solo te hizo sentir frio
Hoy día no tomarías el autobús, irías caminando hacia la escuela, querías despejar tu mente y prepararte mentalmente para mentir y ocultar este sentir tan depresivo
Ya habías llegado a la escuela y el autobús ya estaba detrás tuyo
No tenías ganas de hablar todavía, así que entraste a la escuela y te acercaste a tu casillero
— Carajo, no sé dónde deje mi mochila — maldijiste mientras sacabas y guardaba los cuadernos que tenías en mano
Cerraste la puerta de tu casillero y con prisa te dirigiste hacia la clase que te tocaba
No tomo mucho tiempo para que el aula se llenara después de tu llegada
— Hola Tweek — Saludaste a tu amigo rubio
— Bu-buenos días Loven — te devolvió el saludo mientras tomaba asiento
— Tweek una pregunta, ¿Sabes algo de mi mochila? — dijiste mientras jugabas con el lápiz
— Pensé que-que te lo ha-habías llevado — te contesto — ¿la per-perdiste? —
— Si — dijiste con una angustia divertida, dejando caer tu cabeza en la mesa de tu carpeta — No me acuerdo donde lo deje —
— Pre-pregúntale a Ke-Kenny, él fue qui-quien te llevo a casa de Stan —
— Vale, gracias cafecito, le preguntare al final de la clase —
Tweek te sonrió y asintió
No te preocupaba tanto tu mochila, al final no había nada importante en el, aparte de chicles y un humectante de labios, aunque sería difícil encontrar una mochila con esa imagen de conejo que tanto te gustaba, era una pena
La clase estuvo aburrida, pero siempre te obligabas a atender a todo lo que decía el profesor y así entre el tormentoso aburrimiento y las ganas de dormirte se había terminado la clase
— ¡Kenny! — gritaste, mientras te parabas de tu asiento, pero una punzada en tu vientre hizo que te sentaras — carajo, creo que me va venir —
