|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||

Capítulo 12

- Mañana es su cumple y me invitó para ir allá
- Ah bueno..

Terminamos de comer y me fui a mi habitación, me acosté en la cama pensando en...Erick. E ya sé.

Raro, eso es rarísimo.

Un día había pasado, estaba ya arreglandome para salir.

No suelo maquillarme pero lo hice, puse una sombra negra en los ojos, con mucha dificultad puse las pestañas postizas, en un  y un labial rojo.

Mi ropa era un vestido negro, que era colado al cuerpo, realzando mis curvas, junto a un tacón algo alto, en el mismo color del vestido.

Me sentí linda, como hace mucho no me sentía. Me sentí una perra en este momento también.

Agarré mi bolsa y el regalo de Erick. Un tenis que en uno de los tantos días que me estaba molestando, me lo enseñó, y decidí comprarlo.

 
Ni sé porque gasté tanta plata con él.

La cosa es que me siento rara, tres años desde que lo conozco y nunca estuve tan nerviosa por verlo.

Mi mamá estaba en la sala, no fue invitada porque por lo que supe, Erick invitó solamente a algunos amigos.

-¿Y entonces? - Me quedé adelante de ella - ¿como me veo?
- Muy hermosa, segura que hoy te quedas con...
- No, mami, no confundas esas cosas, ya estoy haciendo bastante con ser su amiga.
- Cierto, bueno, ve y aprovecha ¿si? Casi nunca sales, diviértete hoy.
- Si, adiós! - sonreí saliendo de mi casa, eran las ocho de la noche y la calle ya estaba un poco oscura

.

Pedí un uber y entonces fui hasta la casa de mi querido amigo Colón.

Llegué allá, su casa estaba abierta y había mucha gente, no era tan tarde y ya estaban bebiendo, fumando, comiéndose adelante de todos mismo.

Entré y sólo miraba toda esa gente, hasta que un chico se acercó.

- Hola, ¿Tú eres Megan?
- Soy, soy yo, ¿por?
- Erick te está esperando - el chico tomó mi mano y me llevó hasta el fondo de la casa, donde había una piscina y aún más personas.
- Ni siquiera sé quién eres.
- Richard, Rich, como quieras decir, soy amigo de Erick.

 
Pocos segundos más tarde, el antes nombrado apareció.

 
- Buenas noches, señorita.
- Hey, feliz cumple Brian - Reí y lo abracé, acariciando su espalda - te deseo todo de bueno, de verdad, espero que seas muy feliz y...dejes de molestarme.

- Muchas gracias, señorita - siguió el abrazo con una sonrisa - y pensaré acerca de lo último.

- Aquí - Le entregué su regalo y una sonrisa seguía dibujada en mis labios -

- Dios, no, Megan, que? - Me miraba, miraba el regalo y a mi nuevamente - Eres tremenda - Soltó una leve risa y volvió a abrazarme - Te quiero...