|| 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐟𝐞𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐚 - 𝐂.𝐕 ||

Capítulo 25

Empecé a sentirme culpable, por ser así con Christopher, cuándo siempre fue la mejor persona del mundo para mi, creo que soy una malagradecida mismo.

Bajé con Erick, estaba en su celular, como siempre.

 
- ¿Como está Richard? - Le enseñé una media sonrisa -
- Bien - guardó su aparato -

No pregunté nada más, para que no piense que soy tóxica, o loca.
Yo estaba en la cocina cuándo tocaron la puerta.

 
- Cariño - grité desde ahí - ¿Puedes abrir?
- Claro - escuché como abrió la puerta - ¿que haces aquí?
- Quiero hablar con Megan - Una segunda voz, muy conocida... Se escuchó -
- Entra entonces, está en la cocina.

Seguí en lo que estaba, luego escuché a los dos acercándose.

- Meg, puedo hablar contigo? - Me volteé con una sonrisa cuándo escuché la voz de Christopher, pero se veía en su rostro que no estaba muy contento -
- ¿Pasó algo?
- Quiero enseñarte algo... Será rápido, puedo irme luego también.
- No, no te preocupes, que es? - Me acerqué a él -

Christopher miró a Erick, que tenía su mirada fija en el celular, otra vez.
- Amor, podemos hablar a solas? - le sonreí y asintió, yéndose a la sala - dime, señor, ¿que ocurre?

- Erick está contigo por una apuesta... - sussuró -

Empecé a reír, como idiota, por lo tonto que fue ese comentario, y la invención de Christopher.

- Amigo - Dije riendo, mientras con una mano agarraba su brazo - Chris, no, porfavor...
- Erick, lo dijo, para una amiga...

- ¿Y tienes pruebas? - Me alejé mirándolo -
- Si, si tengo - Él agarró el celular, y buscaba algo, hasta que me miró - ¡mierda!
- ¿Que pasó?

 
- Amanda borró todo, mierda, donde decía... Meg tienes que creerme - Me miraba fijamente - Sal de eso, porque te dañará después...

- No, ya estoy harta de que estés siempre diciendo algo para arruinar mi relación, por que eres así? Deberías estar feliz por mi.

 
- Estaría pero... - Suspiró - ¿que tal si nos alejamos? No sabes dividir tu tiempo entre dos personas, quédate con la más importante, tu novio, y después si quieres, búscame, ¿vale?
- Chris, no, porfavor - por impulso lo abracé fuerte, rodeando su cintura con mis brazos - no quiero...

- Créeme, es lo mejor para ti, y para mí también.

 
Y así, un año pasó...