Aquel niño

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Tom Graves, 3 de mayo 1990
Un día como cualquier otro, la presión por las deudas familiares cae sobre mis hombros, nuestro padre solo las empeora. Pero mi pequeño hermano sigue ajeno a todo este infierno.
Hoy he visto a alguien cometer un crimen, o bueno, al menos yo lo considero uno. Chantaje, lo escuché por error. Un hombre adinerado le repetía a uno más pobre, una y otra vez que "lo vio con sus dos ojos", y le enseñó unas imágenes, me gustaría hacer algo, pero no soy un asesino.

4 de mayo, 1990.
Mi situación familiar no varía, de vez en cuando puedo escuchar gente golpeando la puerta por las deudas de mi padre, mi madre vive aterrorizada.
En cuanto a la persona de ayer, no la he visto a pesar de él estar en mi escuela.

5 de mayo, 1990.
El estudiante Misael Días ha sido encontrado muerto, con una soga rodeando su cuello. Algo así fue el informe impartido a sus compañeros de clase.
En ese momento lo supe, yo lo maté con mi silencio.

6 de mayo, 1990.
Comprendí que todos somos cómplices si callamos. Pero solo los valientes actúan. ¿Merecen morir los débiles indefensos? ¿O quizás los que abusan de su poder?

7 de mayo, 1990
Necesito hacer algo.

10 de mayo, 1990.
Según la prensa soy un asesino. Algunos me dicen "La caja negra", otros, "El químico", debido a mis peculiares formas de proceder. El cadáver fue encontrado ciego, con ácido sulfúrico en sus ojos, solo yo sé el porqué. Sí, fue el extorsionador el que murió.

11 de mayo, 1990.
No me siento culpable por nada. En estos momentos solo pienso en el cumpleaños de mi pequeño hermanito.
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...

Algo me detuvo a seguir a seguir leyendo.

—¿Tom? —busqué hablarle

Pero no escuché respuestas.

Yo llevaba ya un buen tiempo desempleado y tenía que encontrar un trabajo provisional. Por suerte tenía un amigo en la biblioteca y me consiguió empleo, para cubrir a uno que se encontraba enfermo. No coincidía con mis horarios de clases por lo que acepté.

Empezaba al día siguiente.

La mañana después de clases la pasé con Sophie, un tiempo realmente agradable, por la tarde, me esperaría mi primer día de trabajo.

Tomé mi nueva chaqueta negra, la anterior nunca la encontré, mi vestimenta parecía de funeral, pues el negro es el único color que me gusta vestir.

Linus, mi amigo, me señala el puesto de trabajo y me da explicaciones a grandes rasgos, parecía ocupado, así que solo retuve la mayor cantidad de información posible mientras me acomodaba en lo que sería mi nuevo trabajo.

—Buenas tardes—dijo una señora que aparentaba unos trintaipico —¿Podría ayudarme a decidirme por un clásico literario?

—¿Como de qué género le gustaría? —contesté.

—Romance, pero no es para mí, es que mi esposo es muy fan de ese género, y aunque sé que lo ha leído, me gustaría saber si tiene la primera edición de alguno.

—Espere 5 minutos, por favor.

—No hay problema —respondió sonriendo.

Consulté con mi amigo...

—Está usted de suerte, señorita —dije en un tono afable.

—Ja, no me trate de usted, soy Megan, mucho gusto —extendió su mano, y las estrechamos.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2021 ⏰

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