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Como todas las mañanas, Mark se despertó apenas salió el sol, lo primero que hizo fue mirar la cama de al lado y sonreír al encontrarse con el castaño que todavía dormía profundamente. Había tomado la costumbre de verlo dormir desde que llegó, le daba una enorme satisfacción que ni él mismo podía explicar. Aquel chico era hermoso en todos los sentidos.

—Anoche que vino tu madre, dijo algo sobre un tal Jinyoung —comentó Mark apenas vio que despertó el castaño, esperaba que no descubriera que llevaba tiempo mirándolo, este sonrió con la mención del nombre—. Vendrán a recogerte la siguiente semana que te den el alta.

¿Tan rápido habían pasado tres semanas? Se preguntó Jackson. En el tiempo que llevaba ahí, conoció un poco a Mark, un chico un par de años mayor a él, al que le gustaban las artes y los números, muy callado y tímido, pero que hacía su esfuerzo por entablar conversación con él. No podía creer que en poco tiempo saldría de ahí y probablemente jamás lo vería de nuevo.

—Yo me iré pronto, ¿pero qué hay de ti? Aún no sé por qué estás aquí

Mark no pudo evitar sonreír apenado.

—Me caí hace un tiempo y no me atendí, mi pierna se fue deteriorando hasta que necesité cirugía y rehabilitación —cada vez que lo mencionaba le parecía ridículo—. Pero no te preocupes, me darán el alta unos cuantos días después de ti.  

—Estupendo, supongo que entonces te encuentras mejor ¿No? —preguntó Jackson sin saber exactamente qué decir, realmente no quería admitir que lo extrañaría, eso tal vez sonaría raro.

—Lo estoy, tu compañía fue muy agradable —dijo sonriendo—. De hecho, tengo un regalo para ti —del otro lado de su cama sacó un ramo de rosas amarillas y se lo tendió a Jackson, que lo miró totalmente sorprendido.

—Y-yo... No tenías que haberlo hecho —se estiró para alcanzar el ramo y lo miró con una sonrisa, entonces volvió la vista a Mark y frunció levemente el ceño—. ¿Me estás dando tu amistad?

Era eso lo que significaban las flores amarillas, ¿cierto? El gesto le conmovió profundamente.

—No realmente, es otro el significado que yo le doy al color —respondió el pelinegro.

No pareciera que Mark fuera grosero con sus palabras, pero tampoco le aclaró su verdadera intención. Jackson presionó los labios con duda, y sin pensarlo más, tomó una rosa de su ramo y se la tendió.

—Si es así, yo sí te ofrezco mi amistad —avergonzado esperó que su vecino de cama recibiera la rosa, con el rostro sonrojado y agachado, no notó la sonrisa llena de ternura del mayor.

—Gracias, Jack. Pero yo ya te consideraba mi amigo.

Aquellas palabras hicieron que el castaño levantara el rostro y sonriera. Jackson no entendía por qué el corazón le latía tan rápido.

Y Mark, miró con cariño la rosa en sus manos. El amarillo siempre fue su color favorito, y esta rosa le daba otro significado.

Quería avisar que probablemente cambie el formato, no estoy muy segura pero puede que en un futuro junte algunos capitulos. Eso sí no me gusta como va. Solo eso, la trama ni nada va a cambiar, únicamente el formato.

Sick [Markson]Where stories live. Discover now