The end of the world | Jean Kirschtein

04: La loba solitaria.

04

Formación de reclutas N°104: "La loba solitaria".

Sus pies avanzaban rápido, su cabello corto por el viento se movía lentamente. Selene corría en la dirección para buscar a su reciente amiga. Era una chica demasiado seria y callada, sin embargo Selene era la que hablaba y la chica solo la escuchaba. Rubia y de ojos celestes, parecía que tuviera una afición por hacerse amigas rubias y extremadamente raras a su manera. Sonrió en cuanto la vio sentada en el lugar de siempre, se alegraba que ella permaneciera ahí todo los días para estar con ella un rato.  Aunque siempre tuviera cara de que le fastidiara estar con ella.

— ¡Annie!— la saludó a unos metros, mientras llegaba a ella con dos manzanas rojas. Annie Leonhart era una de las mejores reclutas, tenía un pésimo trabajo en equipo sin embargo destacaba en la mayoría de pruebas que les hacía Shadis. Habían empezado a hablar, o mejor dicho, Selene lo hizo. Una tarde en la que la vio sentada sola y como ella estaba sola con muchas ganas de hablar, así que se sentó con ella.— Aquí tienes, ¿Dime que tal estuvo tu día?

— Bien.— Fue lo único que contestó, pero Selene se sentía demasiado feliz, al parecer después de tanto tiempo al fin iba a poder mantener una conversación. Después de todo esa fue la primera vez que recibió una respuesta en su silenciosa compañía.

— ¡Qué gran avance! Bien, Annie. Dime de qué quieres hablar hoy. Tengo tantas cosas para decirte en realidad, casi todas son de cosas que investigué durante tiempo sobre los titanes. ¿Sabias que ellos no tienen sistema reproductor?— la rubia negó haciéndose la que no sabía para poder ver el brillo de los ojos de Selene al contarle sus teorías.— Bueno pues, eso es extremadamente curioso, pero a la vez positivo. Si no los tienen, una vez que terminemos con todos ellos seremos libre. Espero que vengas a ver el mundo exterior conmigo y mis amigos. Aunque ahora que lo pienso, con tantas expediciones al exterior debe a ver menos titanes, ¿cierto? Lo único malo será que cuando entre ya no habrá tanta diversión al parecer. Pero aún así siguen volviendo la mitad de los escuadrones. ¿Y si en realidad los titanes cuando devoran a los humanos podrían multiplicarse? Dios, sería muy grave. ¿Tu que opinas?

— Opino que sería mejor que te unas a la policía militar. Se que no morirás tan rápido, eres fuerte y no eres para nada una damisela en peligro. De esa forma tu estarías a salvo y yo me quedaría más tranquila.— Annie abrazó sus piernas.— A demás, ¿cuál es tu objetivo para unirte a la Legión?

— ¿Alguna vez oíste sobre el mar?— la rubia negó.— Armin una vez nos leyó un libro que explicaba lo que era. Decía que era una gran capa de agua salada y que creaba olas gigantes. Imagínate todas las cosas que debe ocultar. Quizás algunos fósiles de criaturas extintas, incluso de los primeros titanes. Quizás antes no eran iguales. Los cuatro prometimos que iríamos juntos al mar.— suspiró.— Además le prometí a nuestra madre que protegería a Eren pasara lo que pasara. Le prometí que lo  cuidaría afuera de las murallas.

— Eso no parece ser tu motivación. ¿No necesitas alguna mejor?

— En este mundo lo mejor es aferrarte a lo que sabes que te hará feliz aunque en el fondo te dejará muchos huecos. Nunca sabremos qué día moriremos, y si algunas personas locas no se unieran a la Legión, lo más probable es que la raza humana se extermine por los titanes.— Alzó una mano mientras miraba el cielo.— Nadie merece morir a causa de ellos. Es como estar en el mismísimo infierno. Dime Annie, si acabamos con ellos seremos libres, ¿verdad?

— Cuando acabes con ellos, te acompañaré al mar. Se que lo harás.— una gran sonrisa se formó en el rostro de Selene, parecía una niña pequeña y para Annie le parecía la luz del mundo. Era una niña que había lastimado aunque ella no lo supiera y lo único que quería hacer era ponerla en un frasco para protegerla.