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Cuando te conocí era un poco mas temprano de lo que recuerdo.
Me había levantado a las 6 de la mañana creyendo que eran las 7, creyendo que ya era hora de ir a la escuela a causa de que mi querida mejor amiga, Sieun, en la pijamada de anoche, cambio la hora de mi celular, rápidamente fui al baño, me cepillé los dientes, me cambié y me puse el uniforme, sali corriendo sin despertar a mi amiga.
Cuando llegué a la escuela le di cuenta de que estaba desierta, no había nadie más que los intendentes y uno que otro maestro, me dirigí a la puerta de la dirección para poder ver el reloj que estaba al lado de la misma.
Patético, era demasiado temprano, faltaba unos 46 minutos para que las clases empezaran, rendida, me senté en una de las bancas del pasillo.
Dirigí mi mirada a uno de los pasillos que estaban cerca de mi y vi a una chica que se robó todos mis suspiros y mi corazón con tan solo verla.
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Siempre en secreto te miraba desde lejos, realmente no lo sabes
“Pareces loca, deja de mirarla y háblale” – Dijo Sieun en cuanto vio lo que estaba haciendo
Hace 5 meses que conocí a Shim Jayoon o como todos en la escuela le dicen, Yoon. La chica más simpática, amable y platicadora en todo el edificio, todos los estudiantes la amaban, hasta era la favorita de muchos maestros por su gran capacidad en las clases.
Yoon, la chica de la cual estoy enamorada. “Uhm, sieun, sabes que no es fácil para ella hacer eso” – Dijo Seeun, mi otra amiga, la única que me comprendía en esta situación ya que Sieun era más atrevida o aventada que nosotras dos.
Sieun era conocida como una persona muy aventada, atrevida y directa, algo con lo que Seeun y yo chocábamos con ella, nuestras personalidades eran muy diferentes, pero encajábamos como piezas correctas de rompecabezas.
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¿Podría mi corazón frustrado sentirse aliviado?
Sentía un vacío en mi estomago saber que no le puedo dirigir la palabra, no porque no pueda, simplemente ella se ve tan inalcanzable, parece una muñeca, parece tan irreal.
“Pienso que deberías tan siquiera decirle hola, algo simple, no necesitas decirle nada más” – Dijo Sieun mientras comíamos en las gradas de la cancha
“Pienso lo mismo, siento que eso aliviaría un poco tus nervios, el dirigirle la palabra por lo menos con algo siempre sentirás que podrás acercarte un poco más, hasta puede que te salude de vuelta” – Dijo ahora Seeun con una sonrisa sincera.
