XLIX

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ATENCIÓN: El siguiente capítulo contiene escenas con violencia/sangre. Por favor, si te sientes incómodo con estos temas, te sugiero no leerlo. Prometo resumir los acontecimientos en el próximo capítulo. 

RECOMENDACIÓN: Al observar el signo (*), seguir la lectura con la canción In the House, In a Heartbeat de John Murphy. 

Subí las escaleras del segundo piso y caminé lentamente por los solitarios pasillos. Eran aproximadamente las cinco de la mañana cuando McGonagall había entrado a la sala común de Hufflepuff, donde me estaba quedando actualmente, y avisó que Dumbledore quería hablar conmigo.

Mi cuerpo tembló cuando un frio escalofrío recorrió mi espalda.

¿De qué querría hablar?

¿Acaso sabe algo sobre Tom?

¿Acaso escuchó acerca de mi estadía con los mortífagos?

¿Qué carajos quería?

—Pie de limón— murmuré la contraseña del despacho de Dumbledore haciendo que la horrenda gárgola comenzara a revelar las escaleras que llevaban a este.

Subí una por una sintiendo como los nervios y el miedo se apoderaba de mí.

"Qué lindo es escuchar como hiperventilas a las seis de la mañana" la voz de Tom hizo que me sobresaltase.

—Joder, Tom—susurré asustada —. Estoy a punto de hablar con Dumbledore así que te recomendaría que te fueras.

"¿Qué quiere ese viejo anciano?" interrogó Tom.

—No lo sé—respondí.

"De cualquier manera Snape te ha ayudado con la oclumancia" Tom trató de calmar mis nervios "Esto será la prueba final que muestre si realmente tienes el don"

Rodé mis ojos.

Era jodidamente fácil decirlo pero no hacerlo.

"Estarás bien, estoy seguro que estás lista" musitó este con voz cálida y amigable.

Suspiré profundamente antes de dar dos suaves golpes a la puerta del despacho de Dumbledore.

"Si algo sale mal, aviéntale una silla y corre" dicho esto, Tom desapareció de mi mente.

Reí sintiendo como los nervios disminuían un poco.

La puerta se abrió revelando a Dumbledore. Este me ofreció una cálida sonrisa y se hizo a un lado para que lograse pasar. Hecho esto, cerró la puerta detrás de mí y aseguró esta.

Joder.

—Gracias por venir tan temprano, querida Olivia—dijo Dumbledore mientras caminaba hacia su escritorio y se sentaba en la silla que estaba detrás de él —. Por favor toma asiento.

Me senté frente a él, observando una taza y dos pequeños vasos en el gran escritorio. Algunos libros y plumas estaban regados sobre este junto algunos pergaminos.

—Disculpa lo desordenado que está el lugar, con todo el tema del torneo he estado más ocupado de lo que pensaba— dijo torciendo su boca en disgusto. Le ofrecí una sonrisa sin decir ninguna palabra —. ¿Té?

¿Sería sospechoso si la rechazo?

¿Qué tal tenga veritaserum?

—Es un inocente té de durazno, querida Olivia— explicó Dumbledore al notar mi nerviosismo —. Le puedes poner crema o azúcar si quieres.

Redemption | 𝕯𝖗𝖆𝖈𝖔 𝕸𝖆𝖑𝖋𝖔𝖞Onde histórias criam vida. Descubra agora