SUMMER LOVE

11- Te quiero

Me despierto con un poco de dolor de cabeza debido a lo que bebí anoche, nada más consigo despegar los ojos completamente cojo mi teléfono y vuelvo a llamar a Sara, pero como  ha estado haciendo en estos quince días no coje mi llamada.
Me levanto y me tomo una cerveza que tengo a mano, a lo que le sigue otra y otra más...., comienzo a notar como comienzan a subirseme a la cabeza, decido levantarme y intentar ir a despejarme  a la playa, me pongo algo cómodo y salgo de la tienda para comenzar a andar a paso acelerado hacia ese lugar abarrotado de gente donde también intenté buscar a Sara en estos días sin éxito ángulo.

Una vez llego me encamino hacia el sitio donde solíamos ponernos Sara y yo, y ahí, a lo lejos la veo, la veo entre sus amigos. Sin pensármelo dos veces aceleró el paso en su dirección, —¡ Valla creo que tenemos compañía chicos!— escucho que dice uno de ellos en cuanto me ve, Isa mira en mi dirección, — Sara creo que ....— antes de que Isabel pueda terminar la frase Sara se encuentra con mis ojos mientras yo no puedo evitar mirar su cuerpo de arriba a abajo.

—¡ Sara tenemos que hablar!— digo serío y también un poco autoritario.

El silencio con el que Sara me mira me está poniendo nervioso.— tío,¿ No te das cuenta que ya no quiere hablar contigo?, No quiere verte, se dió cuenta de que eres un pringando y no vales una mierda— se adelanta a decir Borja antes de que Sara pueda hablar,—¿ Y se puede saber quién coño eres tú para decidir por ella?— digo justo antes de preparar mi puño para romperle la cara, Sara se levanta en el momento justo para impedirlo.

—¡ Ya basta! — grita—¿ Y tú no  entiendes que no quiero verte? ¿Que no quiero hablar contigo nunca más? Hacer mi vida sin entender nada.— me dice completamente enserio.

—¡ Joder Sara! No entiendo nada, creo que por lo menos merezco una explicación, desapareciste sin más, no contestas a mis llamadas ni a mis mensajes, llevo detrás tuya quince días como un puro perro, y la verdad Sara es que no se porque, no se que hice, explícamelo porque te juro que no lo entiendo por más vueltas que le doy no lo entiendo— digo completamente desesperado sin importarme una mierda que sus amigos estén delante. 

—¿ De verdad que no sabes Asier? — me pregunta tras sonreír sarcásticamente— veamos— dice poniendo  su mano en la barbilla como si estuviera pensando que decir—Kimberli,¿ Te suena de algo ese nombre Asier?— mi cara cambia completamente de no entender nada a entenderlo completamente todo.

—¿ Como coño te enteraste? — le pregunto visiblemente nervioso— Sara Kim es parte de mi pasado— le digo de verdad.

—¿ También era parte de tu pasado cuando estabas follando conmigo antes de llamarla para dejarla?.

— ! Tú lo has dicho Sara! La dejé por tí, porque ya no era ella eras tú , eres tú— mi voz sale completamente desesperada.

—¡ Vete Asier!, porfavor no me lo hagas más difícil— me dice mirando hacia el suelo.

— ven conmigo, déjame explicarte, y si después de escucharme decides que no quieres volver a verme te juro Sara que voy a aceptar tú decisión— digo en un último esfuerzo para convencerla.

Sara duda un poco antes de dar un paso al frente, sonrío aliviado hasta que se para nuevamente y se gira  y besa al invecil de Borja en la boca como me besaba a mí, mi cuerpo se tensa mientras Sara lo besa y el muy mamón la toma por la cintura, aprieto mis puños tan fuerte que temo que mis venas puedan explorar en cualquier momento.

— lo que tengo que contarte Sara es un poco largo— comienzo a decir cuando Sara comienza a caminar a mí lado y nos hemos separado lo suficientemente del grupo—¿ Vamos a mí tienda? — pregunto sin la más mínima mala intención.

— prefiero que vallamos a otro sitio si no te importa— asiento ante su respuesta,— ¿ A dónde?— pregunto sin apartar mi mirada de ella — a nuestra playa— dice sorprendiéndome con su respuesta .

El resto del camino lo hacemos completamente en silencio hasta que nos ponemos en el lugar donde podemos estar lo más cómodos posible.

—¿ Porque Asier?,¿ Porque te estuviste riendo de mí todo esté tiempo?— me pregunta casi sin dejarme sentar en la arena.

— Sara, ¡te juro que en ningún momento estuve jugando contigo!— contesto automáticamente.

—¡Ah no!¿ Y como le llamás a estar conmigo mientras tenías novia?— pregunta a la defensiva.

—Vamos a ver Sara, sí,es cierto que cuando vine aquí tenía novia, también es cierto que Kimberly se quedó en Washington, llegué aquí pero no pensé que mi vida  iba a cambiar al conocerte, pero entonces llegaste tú,con tu mal humor,con esa chulería que  me vuelve loco,! Joder!, Yo no estaba acostumbrado a que ninguna mujer me rechazara, y sin darme cuenta comenzaste a volverme loco. El día del muelle cuando pensabas tirarme al agua para mí buena suerte caístes conmigo, ! Y lo siento Sara! Te juro que lo intente, de verdad que lo intente, intenté no besarte, pero tus labios llamándome absolutamente de todo fueron  más fuertes que yo y te bese, te besé sin saber que eso sería mí perdición.
Desde ese maldito día eres tú la que no salía de mí cabeza durante cada segundo del puto día, ya no era la voz de Kimberly la que me apetecía escuchar, solamente quería escuchar tu voz aunque fuera para gritarme, insultarme, o lo que quisieras decirme.
Me enamoré de ti Sara, y no quiero perderte, se qué no hice las cosas bien pero déjame empezar de cero.— me callo por fin acabo de soltar todo lo que tenía dentro, Sara suspira.

— tu madre me dijo que Kimberly estuvo cuando más la  necesitabas,¿ A que sé refiere?, Asier,¿Porque eres así, porque lo arreglas todo de la peor manera?.

— Anastasia no es mí verdadera madre — digo haciendo que Sara abra los ojos completamente por la sorpresa,— mi madre murió hace diez años, en ese momento no sabía que hacer, mí mundo se vino abajo Sara, y me perdí, dejé a mis amigos, y me junté con la gente que no debía, comencé a salir todos los días,a llegar borracho a casa, le pedía dinero a mi padre y me lo gastaba en toda clase de drogas, comencé a volverme agresivo y a arreglarlo todo a base de golpes, me metía en peleas día si y día también, termine varias veces en comisaría.
Un día me metí en una pelea donde la cosa no termino demasiado bien,  los chicos de la pandilla eran cinco y yo solamente uno, no hace falta que te diga cómo acabé, ese día Kimberly me encontró tirado en un callejón me metió en su coche y me llevo al hospital. Si no llega a ser por ello hubiera muerto en ese callejón como un bulgar perro, cuando salí del hospital la busque para darle las gracias, desde ese día nos hicimos inseparables, Kimberly me ayudó a salir de toda esa mierda en la que me había metido. Al poco tiempo mí padre conoció a Anastasia, se casaron y al poco tiempo nació Lía, he estado demasiado tiempo en sipcólogos para ayúdame con mi agresividad pero todavía hay momentos en los que me cuesta controlarme y exploto Sara, ya sabes todo sobre mí, ahora ya sabes que estoy roto,que estoy echó una mierda, se qué eres mucho para mí, demasiado y que entiendo que no quieras que tus padres se enteren de lo nuestro porque  te juro que si tú fueras  mí hija tampoco querría alguien como yo para tí.

Puedo notar como los ojos de Sara están húmedos, tras unos minutos de silencio por su parte me levanto y comienzo a caminar alejándome de ella, por mucho que me duela le prometí que me alejaría de ella si era lo que quería.

¡ ASIER ESPERA!— me giro en su dirección y compruebo como Sara e levanta de la arena y comienza a correr  como una loca hacia mí para saltar en mís brazos mientras enrosca sus piernas al rededor de mi cintura, pongo mis manos en sus glúteos para impedir que se resbale y se caiga, no puedo evitar sonreír como hacía mucho tiempo no hacía, y la besó cómo estába deseando hacerlo.

—¡ Te quiero Sara! — digo más sinceramente que nunca.

— yo también te quiero —dice Sara mientras junta nuevamente sus labios con los míos devolviéndole a la vida.