Toxica. I

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⚠️ | Violencia verbal y física.

Jennie y Lisa se encontraban de camino al Royal American Club, el club más concurrido de New Jersey por hombres y mujeres que estaban en busca de una noche de aventura.

Lisa estacionó el coche a unas cuadras del club, así le parecía más seguro, pues en varias ocasiones, ya se habían cometido robos de automóviles en el estacionamiento del mismo club.

Caminaron todo el camino hacia la entrada. No había mucha fila, pues el clima era frío y a las personas no les apetecía salir en estos días.

Una vez dentro, la temperatura era una muy diferente, el ambiente ya no era frío, se sentía caliente. Todo ese calor se debía a la ola de cuerpos que se encontraba en la pista, frotándose unos con otros.

—Buscaré una mesa, ve por las bebidas —le dijo Lisa a Jennie. Ésta asintió y hizo su camino hacia el bar.

Cuando llegó, un hombre caucásico y rubio la atendió. El hombre, ya reconocía a Jennie, pues la había visto visitar el club constantemente.

—Me da un par de...

—Margaritas, una con cuarto de alcohol y la otra normal —completó el chico, cortando a Jennie.

—Si.—Sonrió Jennie, educadamente.

—De inmediato —dijo él, regresándole la sonrisa a Jennie.

El chico, de nombre Bobby se sentía altamente atraído por Jennie desde la primera vez que la miro. Nunca se había atrevido a pedirle su nombre o número. Sospechaba que ella no estaba disponible, porque siempre pedía bebidas para dos. Pero tenía la esperanza de que la otra persona que la acompañaba fuese solo una amiga.

Jennie tamborileaba sus dedos en la barra, esperando sus bebidas. Aún no sabía en qué parte del club Lisa había tomado lugar.

Sacó su móvil y le envió un mensaje.

10:34 p.m.
Bebé ¿En dónde estás?

baby Lili 10:37 p.m.
A dos mesas del baño izquierdo. Ya tardaste mucho ¿no?

10:37 p.m.
Siguen preparando las bebidas, en unos minutos ya estoy ahí.

Ya no recibió respuesta. Espero cuatro minutos más y el chico no volvía. Jennie se estaba desesperando, creía que quizá olvidó su orden. Cuando se decidió recorrer el bar en busca del chico, él ya venía con sus bebidas.

Bobby, había tardado tanto porque estaba pensando seriamente en al fin arriesgarse y preguntarle a Jennie su nombre y, de paso, su número telefónico. Y quizá, pedir un tiempo a su jefe para estar con ella un rato y conocerse.

—Oh, aquí estas —dijo Jennie, aliviada.

—Si, lo siento, perdona la tardanza... es solo que... la licuadora no quería arrancar.

—Oh, bueno, está bien, no importa. ¿Cuánto es?

—Déjalo así, yo invito, por la tardanza.

—No, en serio, no importa, dime cuánto es.

—Es gratis.

Bobby le extendió las bebidas, con una sonrisa de "seguiré insistiendo hasta que las tomes".

Jennie al leer su rostro, se dio cuenta que no serviría de nada insistir, así que lo dejo así y tomo las bebidas.

—Gracias —dijo con simpleza.

Lisa, que ya se encontraba totalmente desesperada, se puso de pie con la intención de ir a buscar a Jennie. Cuando ya había dado un par de pasos, pudo observar que ya venía. Se quedó parada ahí, esperando a que llegara hasta ella.

—Tardaste mucho —dijo, una vez que Jennie se encontraba frente a ella.

—¡Ay! —dijo—. Me asustaste. La licuadora estaba averiada y el chico del bar tardó en repararla.

Cuando menciono "chico", Lisa arqueo una ceja. Jennie se dio cuenta y rogó internamente para que no le hiciera una escena de celos ahí mismo.

—Bien —sentenció la pelinegra, totalmente seria.

Se sentaron a beber y en ratos se levantaban a bailar, regresaban para seguir bebiendo y volvían a la pista.

—Voy al baño —susurró Lisa en el oído de Jennie. Ésta asintió y vio partir a Lisa hacia los baños.

Después de unos minutos, Jennie sintió unos brazos rodearla de la cintura, una boca en su oído y una semi erección en su trasero.

Se dejó hacer y comenzó a bailar sensualmente contra el cuerpo que la rodeaba. Contra el cuerpo de su novia. O eso creía ella.

Cuando la canción iba a la mitad, sintió una mano apretar su antebrazo y jalarla de una manera bruta, haciendo que casi cayera al suelo, de no ser por los brazos que la tenían sujeta de la cintura.

—¡Suelta a mi novia, hijo de puta! —escuchó gritar a Lisa.

Jennie levanto su mirada para ver que era lo que pasaba y cuando se dio cuenta que los brazos que la sujetaban no eran los de su novia, el pánico se extendió por su cuerpo entero. La mano que mantenía su antebrazo preso con fuerza, era el de su novia.

—Lisa...—hablo Jennie, en voz baja.

—¡Cierra la boca! —gritó su novia, hecha una furia.

—Oye, amiga, no le grites.

—Tú.—Lisa apuntó su dedo índice al chico rubio que le hablaba—. Más te vale que te calles o te partiré la maldita cara.

—Lisa, vámonos.—Jennie tomo el brazo de Lisa y trato de jalarla suavemente, así desviaría su atención del chico.

—¡Suéltame! —gritó, sacándose de manera grosera de su agarre— ¿¡Esto es lo qué haces cada vez que no estoy!? ¿¡Ser una puta!?

—No, no, no, no, bebé.

Jennie trato de acercarse a Lisa, pero ella no la veía, su mirada seguía fija en Bobby, el chico rubio.

—Mira, amiga —habló él—. Yo la mire contigo pero creí que eras su amiga, no su novia, ella llegó sola al bar y yo...

—Alto —Lisa subió su mano, haciéndolo callar—. Ya veo porque tardaba tanto con las bebidas, estabas bien entretenida.—Rió con ironía.

—Lili...—Jennie hablaba con miedo, ya no sabía que esperar de su novia.

—Oye, fue mi culpa ¿Si? La licuadora no funcionaba —mintió—, tuve que repararla. Y me acerqué a ella porque estaba sola y bueno, ya lo dije, no creí que fueras su novia. Ella creyó que yo era tú.

Lisa miraba al chico con asco y furia, estaba pensando seriamente en golpearlo pero las personas a su alrededor veían con atención y no se quería arriesgar a que los guardias vinieran.

Estaba enfermizamente celosa y enojada.

No se desquitaría con el chico esta noche. Así que tendría que hacerlo de otra manera, y cuando pensaba en que, giró su vista hacia su novia, Jennie.

No le respondió al chico. Tomo la mano de Jennie, transmitiendo una comprensión y confianza falsa, y las dirigió a la salida.

Bobby, quedando estupefacto en su lugar, no quito la mirada de la pareja de chicas. Lisa giro a verlo por última vez y le sonrió de manera cínica.

Bobby pudo ver maldad en su mirada y pensó en ir y pedirle a Jennie que no se fuera, aunque no lo conociera.

Bobby debió hacerlo.

Bobby debió salvarla.

One Shots. (Jenlisa) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora