Lo lindo de la Timidez [Tamaki Amajiki]

Capítulo 31

-Además que ni tienes una habilidad. – dijo Bakugo burlándose de la chica, con quien se había encontrado por el camino a la academia, ella iba caminando con él, pero no estaba nada contenta con la situación. – Tienes que dejar de pensar que puedes ganarme en algo SOY GENIAL.

-No eres TAN genial. – dijo la chica mirándolo mal y este la miró asesinamente. – Suneater es mucho mejor y encima es amable. Si tu estuvieras intentando salvarme de un derrumbe no sabría si irme contigo.

-En primer lugar, no te salvaría a ti, o lo haría último. – dijo el chico y ella le jaló el cabello, molesta. Bakugo solo soltó una risa al verla tan furiosa, pues sus palabras habían dado en el blanco. Él miró la lonchera de la chica unos segundos. – A quién le traes comida.

-A mi novio, el mejor héroe del mundo. – dijo ella orgullosamente y Bakugo se mantuvo mirando la lonchera. – Por qué ¿tienes hambre?

-No, y no recibiría comida de ti. – dijo el chico groseramente y ella lo miró mal. – La gente comenzaría a relacionarnos y eso sería una tragedia.

-Pues soy fabulosa cocinando y nunca sabrás que tan deliciosas son mis comidas. – dijo ella molesta tomando su lonchera y caminando un poco más rápido, ambos chicos se chocaron el puño tras llegar a la entrada y se separaron sin siquiera mirarse el uno al otro, de una manera bastante fría. Tamaki y Mirio acababan de bajar junto a Negire, y los tres se quedaron confundidos al ver el choque de puño de ____ y Bakugo.

-No puedo creer que sea amiga de niño dinamita. – dijo la chica del cabello azulado sorprendida golpeando en el hombro a Mirio. – Y tú que te preocupabas por su novio, preocúpate por sus amigos.

-TA.MA.KI – Dijo la chica con una gran sonrisa acercándose al chico y mostrándole la lonchera con una enorme sonrisa. – Cociné pulpo hoy ¿vamos a comer?

-Vamos. – dijo el chico dejando de lado lo que había pasado anteriormente, no iba a sacar el tema, no quería tener que volver a relacionarse con él, le aterraba muchísimo. Él y la chica se acercaron al lugar del jardín donde siempre almorzaban y se sentaron en el piso, pero Tamaki no sabía como disimular el tema. – ¿Eres amiga de Katsuki Bakugo?

-¿Amiga? Es mi mayor rival. – dijo ella molesta y comenzando a comer. – Él tiene un horrible egocentrismo, y se cree superior a todo el mundo. Me molesta por no tener una habilidad, pero estoy segura que si practico mucho puedo ganarle corriendo, sus piernas son muy cortas. Además, no pienso perder contra él, le voy a demostrar que puedo ganarle y que tengo razón al decir que tu eres mejor héroe que él.

-Oye, no es necesario competir con nadie. – dijo Tamaki mirándola enternecido por su respuesta. – No necesito ser mejor que nadie, solo quiero ser un héroe y vivir en paz, tampoco me gusta tener demasiada atención.

-Pero tu eres mucho mejor que él. – dijo ella decidida y volvió a poner comida en su boca. – Voy a demostrarle que puedo ganar y que tengo razón.

-Te estaré apoyando. – dijo Tamaki tranquilizándose que ella solo lo veía como un rival y no como un ejemplo a seguir, eso sería algo muy aterrador. Ambos chicos comieron por un momento antes de que Tamaki volviera a hablar. – Si quieres ganarle tienes que entrenar mucho, él es conocido por entrenar muchísimo y muy arduamente, además puede impulsarse con sus explosiones.

-Ya, pero no vale si usa sus explosiones. – dijo ella mirando a su novio. – Yo no tengo una habilidad en la cual apoyarme, así que sería injusto si lo hiciera.

-Ah, verdad. Lo siento. – dijo Tamaki pensando en cómo ayudar a su novia a entrenar para poder superar a su rival, pero entonces, a la chica se le cayó una pieza de pulpo de los palillos. Tamaki levantó la vista, extrañado. – Qué pasa ¿todo bien?

-Kai. – dijo ella con la mirada completamente perdida recordando al chico en la mansión de la mano con ella cuando ella acababa de despertar con su brazo nuevo sin lunar y cuando él, de pronto le ofrecía un quirt.

-Oye, no, no toques nada aún. – dijo el chico poniéndole guantes como los de él a la chica. Él miró a su alrededor agotado de intentar enseñarle a ____ cómo usar su nueva habilidad, pero el Overhaul era una habilidad un poco difícil de manejar, en especial si no había ella nacido con esta. – Vamos a tener que volver a la silla, no puedes manejarlo.

-Pusiste demasiado, no es mi culpa. – dijo ella mirándolo mal, él solo negó con la cabeza. – Cómo podría contener algo como eso, tu nada más tocas y destruyes lo que quieres.

-Tampoco se controlarlo bien, por eso los guantes. – dijo el chico mirando a su alrededor. – Pero pensé que al traspasarte menos pensé que tendría otro mecanismo, pero fue demasiado. Tendré que inyectarte solo un poco para que así puedas controlar qué destruir.

-Pero si tu puedes hacerlo, yo también.

-No, tu eres una niña y estoy casi seguro de que si tienes mucha facilidad lo usarás para jugar. – dijo el chico soltando un suspiro frustrado. – Y no va a ser agradable si algún día, sin quererlo, destruyes a alguien importante para ti.

-Lo siento. – dijo ella y este no respondió. ____ volvió a subirse a la silla y entonces su memoria se fue a negro.

-Kai. – dijo la chica soltando un par de lágrimas saliendo de sus pensamientos y sorprendiendo a Tamaki frente a ella, quien dejó de comer de inmediato para llegar hasta ella y abrazarla para contenerla. – Yo... si tengo una habilidad.

-Mirio dijo que te molestaban por no tener una cuando eras pequeña. – dijo Tamaki y ella asintió con la cabeza, él frunció el ceño.

-Kai puso una en mi. – dijo la chica y miró a su alrededor, donde optó por escoger una piedra, ella la tomó en la mano y se concentró muchísimo.

-Ya no puedo destruir cosas. – dijo ____ mirando a Chisaki, este la miraba analíticamente, ella tocaba cosas sin parar, pero ninguna se desmaterializaba. – Me lo quitaste otra vez.

-No, escucha, tienes que concentrarte. – dijo el chico y ella asintió con la cabeza, él subió las mangas de su camisa hasta la mitad del antebrazo y puso su mano estirada, ____ miraba como sus venas se comenzaban a marcar. – Así es como concentras la sangre en tus dedos, deja tu mano caída y entonces toca algo que no sea yo.

-Así no era, espera. – dijo ella levantándose mientras su novio la miraba, ella dejó sus manos caídas y quietas, y miró como sus venas se marcaban un poco por la parte superior de su mano, entonces ella se apresuró a tocar lo que tenía mas cerca, un árbol. El árbol tembló por un momento y luego de unos segundos, todas las hojas que tenía este, cayeron al suelo, Tamaki tapó su comida y la de su novia para que no se ensuciaran y se levantó junto a ella, ella se miraba las manos con muchísima emoción. – VES COMO SI TENGO QUIRT.

-Es genial. – dijo él besando su frente y mirándola con una sonrisa. – Y no es nada malo, de hecho, lo consideraría un tanto peligroso.

-Tenemos que avisar a Aizawa san. – dijo ella y Tamaki la quedó mirando un poco triste. – Qué pasa.

-Quería comer el pulpo contigo antes. – dijo el chico mirando suplicante a su novia, lo que a ella le enterneció demasiado, ella se lanzó hacia su novio y le llenó el rostro de besos haciéndolo reír unos segundos. – Ya, nos pueden ver.

-No me importa nada. – dijo ella sin hacerle casi y haciéndolo reír. El chico cayó al piso tras un nuevo empujón de la chica y él aprovechó para acariciarle el cabello y besarle la frente. _____ siempre que veía a Tamaki mirarla con esos ojos de ternura, sentía como su corazón se derretía por completo, su sonrisa era todo lo que estaba bien. Tamaki por su parte, ni siquiera podía disimular la cara de enamorado al verla a ella, sobre él llenándolo de beses y demostrándole su cariño todo el tiempo, no había nadie más perfecta en esta tierra. – Iremos a decirle a Aizawa san después de comer. Pasemos mas tiempo juntos desde hoy ¿está bien?

-Me haría la persona mas feliz del mundo. – Tamaki entonces sintió un arrebato de ternura al mirar a su novia y apoyó su hombro en la cabeza de la chica, sorprendiéndola. – Es tan extraño... quiero pasar mi vida contigo, pero estoy muriendo de amor justo ahora. Siento que voy a explotar.