Prólogo.

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-Nop, ella no tiene una habilidad. – dijo el doctor mirando la radiografía del pie de la pequeña, la chica tenía los ojos completamente llorosos. Su madre la miró unos segundos preocupada. – Como usted puede ver, tiene dos articulaciones en su pie, y como su habilidad no se ha manifestado, entonces no la tiene.

-Pero mi hermano tiene una super habilidad. – dijo la chica insistiendo, incapaz de creer lo que el doctor le estaba diciendo. – Como es posible que Mirio tenga una habilidad así y yo... y yo...

-Cariño, sólo eres una de esas personas que no evolucionó. – dijo el médico mirándola unos segundos. – Hay muy pocas personas así, pero no es imposible, me ha llegado mas de un paciente en esas condiciones.

-Entonces simplemente soy basura. – dijo la chica soltando un suspiro y miró sus pies, sus ojos estaban llenos de rabia. La chica llegó a su casa sin decir absolutamente nada, su madre la miraba apenada, pero era incapaz de decirle cualquier cosa. Su hermano, estaba esperándola en el sofá, pero al ver su cara, se dio cuenta de que no le había ido bien.

Anni corrió hasta su habitación y su hermano la persiguió, la chica se largó a llorar en su cama. Mirio se acercó cuidadosamente y le acarició el cabello a la rubia, tratando de encontrar qué decirle.

-Bueno, parece que no te fue bien con eso. – dijo el chico nervioso un momento, tan solo iba en segundo año la pequeña, no era capaz de soportarlo. – Pero puedes hacer otras cosas, no seas pesimista.

-Mirio, soy basura. – dijo la chica sentándose molesta y mirándolo, el chico se sorprendió por las palabras de su hermana, ella siempre solía ser alguien muy alegre. – Mirio, soy basura.

-No, no eres basura...

-Si lo soy, todos tienen una habilidad, pero yo no, soy la única de mi clase que no tiene una. – dijo la chica con los ojos llorosos, casi gratando d rabia. – SOY BASURA, MIRIO, SOY UNA INUTIL Y LO SERÉ DE POR VIDA.

-No eres una inútil, Anni. – dijo Mirio intentando consolarla, pero ella seguía intentando controlar sus lágrimas y aún así no podía. – Se que no podría entender cómo te sientes, pero respeto que estés triste. Pero por favor, no digas que eres una inútil.

-Pero...

-Hay muchas personas con habilidades que son malvadas. – dijo Mirio y la miró con una sonrisa. – Mientras no seas alguien malvado, mientras sigas siendo una buena persona, seguirás siendo un gran aporte al mundo.

-Gracias mirio...

Lo lindo de la Timidez [Tamaki Amajiki]Where stories live. Discover now