:° ॱএ• | Jimin tiene Transtorno de Identidad Disociativo, él es una de las 5 personalidades distintas compartiendo un mismo cuerpo, mientras intenta estudiar fotografía en la universidad, allí conoce a Jungkook, su nuevo compañero de cuarto y tiene...
Luego de tener su primera vez, tomaron sus turnos para darse un baño, Jimin fue primero y Jungkook después, se quedó volviendo su celular mientras el menor estaba en el baño, al salir le sonrió a su novio muy feliz, Jungkook dejó un beso sobre su frente y le recordó que estaba muy orgulloso de él.
Mientras el mayor estaba en la ducha, Jimin comenzó a ordenar el cuarto, guardando la vaselina en su cajón y luego llevó la caja con los dos preservativos restantes a la cajonera de Jungkook, el cajón estaba abierto.
Frunció el ceño al ver un cuaderno, tenía escrito "Jeon Jungkook" en una etiqueta pegada a la tapa.
"¿Será su diario íntimo?" Pensó, sintió a JM cerca.
"¿Un tipo de veintitrés con un diario íntimo? Algo ridículo."
"Cállate, es mí ridículo."
La curiosidad pudo más que él, y espió la primera hoja de aquel cuaderno, creía que será una agenda, o algo así, pero le parecía raro que nunca había visto a Jungkook usar ese cuaderno.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y su corazón comenzó a latir más rápido.
— Descubriendo Trastorno de Identidad Disociativo... Proyecto "Park Jimin"— murmuró, sintió como todo su cuerpo comenzó a temblar— ¿Se puede vivir con TID?
"Que maldito..." dijo JM, enojado ". Es igual a todos los demás."
Jimin estaba confundido, quería encontrar alguna otra explicación, algo que no fuera lo que estaba pensando.
"¿Nos usó para un puto proyecto?" Se preguntó Jimin.
"Estudia psicología, qué esperas de él."
Comenzó a negar, sus ojitos se llenaron de lágrimas.
Tomó el cuaderno y siguió pasando las páginas.
— Mí nombre es Jeon Jungkook y fui designado como compañero de cuarto de Park Jimin... Gracias al Señor Choi por arreglar nuestra convivencia... E-estoy aquí para estudiar al sujeto con Trastorno... — sollozó, limpió su rostro y continuó—... De Identidad Disociativo... Y presentar mis observaciones en el trabajo final del año... Frente a t-toda la clase...
Negaba y limpiaba sus lágrimas, sintió su corazón doler como nunca antes.
— ¿M-me usó para su tarea? — preguntó en voz alta, aunque quería hablarle a JM — ¿Todo fue... Para eso?
Necesitaba más respuestas, así que continuó pasando páginas y páginas, vió que había fotos de él, un dibujo de una mano cuando Minie los había lastimado tiempo atrás, y hasta una copia de la ficha de identidad que guardaba la escuela, allí donde estaban sus datos personales y más información muy específica, desde la dirección de sus padres, o de su casa, hasta su diagnóstico y el contando de su psicólogo y de su médico de cabecera.
— El Señor Choi insiste en ganarme la confianza de Park Jimin... Y-y de los demás para poder indagar más profundo en su TID...
"No es igual que los demás, es peor" dijo JM.
Se adelantó casi al final.
— Jimin me ha revelado su pasado, y el por qué de la existencia de Minie... Mochi, Kitty... J-JM y él...
Tuvo que cerrar el cuaderno y llorar para intentar quitarse esa sensación en su pecho, ese corazón roto.
Pensó en lo lindo y lo atento que siempre había sido Jungkook, en cómo se había enamorado de él, y de su actitud tan buena, siempre había sido demasiado bueno como para ser real.
Y se sintió como un tonto, como un completo idiota.
"¿Quién es su sano juicio te amaría de la forma que crees que Jungkook te ama?" Pensó, había sido muy ingenuo.
"Jimin, debes irte" dijo JM, sentía su cuerpo mareando, sabía que su protector iba a cambiar de lugares, e iba a tomar el control.
Pero debía decirle a Jungkook lo que pensaba, él podía defenderse sólo.
Se levantó algo tambaleante, al llegar a la puerta del dormitorio, en ese preciso momento, la puerta del baño se abrió y allí estaba Jungkook, con su cabello mojado y una toalla sobre sus hombros, vestido con su pijama, sonriendo tan lindo como siempre.
Aunque la sonrisa del mayor se borró al ver las lágrimas en sus mejillas y el cuaderno en sus mano.
— Creí que eras diferente— dijo Jimin, su voz sonaba razposa y dolida—. Creí que me amabas en serio... Pero solo soy un proyecto para tu clase, ¿No? Sólo soy una tarea... Todo este tiempo lo fui.
— Jimin, no es-
— Pero yo soy el tonto, ¿Lo sabes? Yo soy el tonto por confiar en ti y por enamorarme de ti, soy un completo imbécil, pero tú, Jungkook... Eres una persona horrible.
— No, Jimin, déjame explicarte— quiso tomar su rostro, pero recibió un empujón que lo apartó.
— No vuelvas a acercarte a nosotros, nunca jamás— su voz grave, su rostro serio a pesar de las lágrimas.
— JM, yo no estoy haciendo ese trabajo, lo abandoné, porque no quiero aprovecharme de ustedes.
— Pero igual lo hiciste, sí te aprovechaste de nosotros— dijo, enojado—. Y te aprovechaste de Jimin aún más, te tomaste todo el trabajo de enamorarlo y de ser bueno con él, todo era mentira.
— ¡Yo también estoy enamorado de Jimin!
— ¿Cómo voy a saberlo? ¿Cómo podemos confirmar en ti después de esto? — alzó el cuaderno, luego negó y allí estaba Jimin mirando con dolor en sus ojos —. E-es muy cruel de tu parte, Jungkook... Todo lo que has hecho.
El rubio se dió media vuelta, tomó un buzo y una bufanda, y se los colocó rápidamente para salir del cuarto.
— ¿A dónde vas? — tomó su mano pero el Rubio lo empujó una segunda vez, lejos de él.
— A cualquier lado donde no estés tú— dijo, aún llevaba el cuaderno bajo su brazo—. No voy a permitir que nos lastimes mas de lo que ya nos han lastimado— añadió, con su voz rota, al salir de allí le dejó el mando a JM de nuevo, para que lo llevara lejos.
Se fue y cerró la puerta con fuerza.
Jungkook sentía ganas de llorar, debió haber lanzado ese cuaderno a la basura en cuanto decidió no seguir con aquel horrible proyecto.
Se colocó unas botas de invierno, se abrigó y salió del cuarto, tenía las llaves para regresar y su celular, de inmediato llamó el número del menor, y esperó varios tonos, pero nunca atendió.
Volvió a insistir, salió del edificio de departamentos de la Universidad, bajando los pocos pisos de escaleras que tenían hasta llegar al exterior.
— Contesta, por favor... — murmuró, como si eso fuera a cambiar algo.
Sintió el frío aire del invierno y sólo pudo pensar que Jimin no llevaba suficiente abrigo, lo había visto salir con un simple buzo y bufanda, y las oscuras nubes en el cielo indicaban que iba a volver a nevar pronto.
Estaban a mitad del invierno, y el frío era muy pesado.
— Siempre tan estúpidamente impulsivo— dijo, y continuó buscándolo, pensando a dónde podría haber ido.
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