Intense - Dayah Araujo

65 5 0
                                    

El calor que emana de su mano traspasa la tela de mi blusa y hace que una sensación atípica recorra mi piel.



Mi mente de escritora trata de absorber detalles y sensaciones, nunca se sabe cuándo pueda utilizar este tipo de experiencias.


La falta de sexo está causando serios estragos en mí, especialmente en este lugar, donde la tensión del ambiente está saturada de una atmósfera completamente sexual.
Este momento, el panorama de lo que oculta la habitación a oscuras, lo que me ha contado, y su voz que no me es indiferente, marea mis sentidos y me hace desear complacer a este hombre que apenas me ha hablado, pero todo su cuerpo me llama y me dice lo mucho que quiere... dominarme.
Es increíble cómo un total desconocido ha provocado todo esto en mí, y es que Ares no es como cualquier otro hombre. Él, él es..., intenso.
No me arrepiento de nada, jamás lo haría, pero hoy siento que pude haber hecho mucho más que sacar la editorial a flote. Siento... siento que se me olvidó vivir.
Ha llegado el momento de vivir, basta ya de dejar pasar la vida frente a mis ojos como si esta fuese eterna e inagotable; la vida se me ha escapado como agua entre las manos, producto de haberme encerrado en mi propio mundo.
Ahora soy la ama y señora de mi vida. Ha renacido una nueva Eridan.
Me juré a mí mismo que haría lo imposible por volver a tener un encuentro con ella.
Descubrí quién soy y cambié mi rol definitivamente.
No había nadie que me inspirara a una relación tan intensa como lo es la de un Amo y su sumisa. Pero, ¿quizá ella...?
Allí dentro no me puedo controlar, soy consciente de eso y me asusta.
Por un momento siento coraje por sus acciones —aunque no sé si son ciertas mis sospechas— me siento ofendida, invadida, pero a la vez excitada por el hecho de que haya fijado sus ojos en mí.
Está claro que iré, pero lo que no tengo claro es el motivo, sin contar la carta de Ares.
Apenas lo conozco y, por mucho que me sienta... atraída, debemos mantener la línea, al menos yo, porque él parece llevar muy bien eso de cruzarla.
El negro definitivamente es su color. Levanto la vista a medida que nos acercamos. Su mirada está sobre mí y, al sentir su intensidad, me detengo.
Estoy aquí por mi curiosidad, por la excitación que esto genera en mí, y porque espero que él confirme eso que... estoy deseando experimentar.
Todo esto es nuevo e intrigante para mí.
Mi interior hace implosión aceptando el hecho de que quiero esto, anhelo esto desde el primer momento en que lo vi.
¿aceptas? ¿Aceptas ser totalmente mía?
mirada cargada de promesas hace que me invada una sensación de paz, sí, paz,
Te tendré, Eridan, y lo sabes.
—Puedo tener lo que desee con solo tronar los dedos, pero, ¿sabes algo? —Niego con un gesto—. Yo solo te quiero a ti.
Si aceptas ser mía, yo seré tuyo en la misma medida.
Por alguna razón sé que él no va a hacerme daño, pero sigo teniendo miedo. Miedo de todo esto que de la noche a la mañana está envolviéndome.
El calor de su mano tocándome, me calma su expresión, aunque impasible, logra reconfortarme, como si él tuviese toda la certeza del mundo sobre lo bien que esto puede resultar.
Aturdida, así me siento, pero la derrota de mis miedos es aplastada por la emoción del triunfo, el triunfo de una parte mía que grita por vivir lo que sea que él pueda ofrecerme.
Por supuesto, si estoy aquí, es porque él lo quiere, él me quiere y eso me hace sentir plenamente bien.
Lo observo distrayéndome de mis pensamientos por un minuto, aceptando en mi mente que el hombre que está frente a mí, es ahora mi... Amo, mi Dueño y que, a pesar de mi reticencia por aceptarlo, lo deseo.
Si no hubiese estado aquí antes, tranquilamente podría pensar que se trata de un simple hotel lujoso, pero vaya que guarda mucho más.
Todo en él me atrae, su forma de explicarme, la dominación implícita pero sutil que muestra, no puedo negarme, realmente quiero esto. Lo deseo.
Me asusta tener esos sentimientos hacia él.
Él está jugando conmigo, eso es lo único que puedo pensar.
Encarnas a la mujer que deseo exactamente para mí
Y sé que finalmente estoy con él, oficialmente le pertenezco.
Mi cuerpo bajo su poder es un amasijo a sus deseos,
Tu placer, tus gemidos y jadeos, cada sonido que sale de tu boca me pertenecen, yo los provoco, yo te satisfago. Solo yo.
Es un arrogante que sabe lo que hace, y al cual deseo obedecer.
No hay dudas, no quiero estar en otro lugar que no sea a su lado, siendo suya.
Siento cómo la independencia y la fortaleza lograda con el tiempo, están esfumándose de mí demasiado rápido cuando se trata de él, porque me consume con una sola mirada.
¿Dudas? ¿Miedos? ¿Inseguridades? Todo se borra cuando vuelvo a sentir su mirada sobre mí y mis vellos se erizan.
Lo deseo, lo anhelo como desde el primer momento, desde su látigo con sus castigos, hasta su cuerpo, en un acto sexual, natural y carnal.
—No quieras ocultarte, verte así tan... necesitada de mí, me complace de formas inexplicables.Subrayado (amarillo) - Posición 1540Se gira y clava la mirada en mí, mirada que no deja de prometer todo tipo de torturas y crueldades que a mis oídos suenan como promesas excitantes.
Sus palabras, acciones y su presencia frente a mí, observándome a detalle, dándome una sensación de ser la única en el mundo.
Habiéndolo probado una vez, quiero más, mi cuerpo pide a gritos por el suyo, lo necesito. Él lo sabe y lo disfruta.
me gusta ver dibujarse en su rostro una sonrisa arrogante y satisfecha.
Sus dedos son transmisores eléctricos al contacto directo con mi piel.
Me gusta complacerlo, me gusta darle lo que desea y no puedo negar que hasta ahora, sus palabras y caricias, solo me han excitado.
Solo existe él y mi necesidad de llegar a su lado.
¡es inevitable!, su cercanía, su virilidad... todo representa una colisión a la que mi cuerpo siempre reacciona.
No puedo sentirme de una manera distinta respecto a él cuando tiene todos esos detalles que me desestabilizan tanto.
Sonrío porque, si bien yo soy su sumisa, él ha demostrado ser mi Dominante, en toda la forma en que puedo expresarlo.
Me he molestado cuando habló de las sesiones que haría mañana con otras sumisas, porque confirma, una vez más, que puede tener otras, pero en este momento él me desea a mí, tiene hambre de mí, y eso es evidente en sus ojos, en los ojos de mi Amo.
El sentimiento hacia él que se ha ido construyendo en mi pecho se expresa creciendo.
su presencia y su voz se convierten en un bálsamo tranquilizador.
Soy una obra de arte, soy obra suya. Y no sé cómo sentirme al respecto.
Él puede marcarme de las mil formas que se le ocurran, de cualquier modo, soy suya.
Ahora sé que puedo soportar estar en esta situación por él, viéndolo, siendo consciente, porque él está dándome placer a mí también, de una manera que desconocía podía recibirlo, hasta ahora.
el Amo también entrega todos sus deseos por darle a la sumisa lo justo y preciso que ella necesita.
Miro sus ojos y hay muchas cosas en ellos, algo de compasión y... más cosas, cosas que no sé reconocer aunque que están ahí.
los libros ofrecen un sinnúmero de universos enteros alternativos.
Me gusta verla de rodillas, entregada, obediente, follarla es un acto de posesión pura, su manera de entregarse es algo digno de apreciación.
No sé qué demonios me está sucediendo ni qué es lo que estoy sintiendo.
Cualquiera podría ser un Dominante, por supuesto, y ser bueno en las cosas que hace, pero eso no cambia el hecho de que a quien yo he elegido como mi Señor, ha sido a él.
Me siento bien, me siento completa, y lo odio.
A pesar de todo, sé que puedo confiar plenamente en él.
No sé que esperar, con él nunca sé que esperar y es algo que me gusta y asusta a partes iguales.
El mundo es un sitio complejo que nunca voy a conseguir entender, en donde la gente intenta creer en la felicidad, la ficción, el amor, la perfección de un final feliz como meta, como algo que van a alcanzar al final, cosas que, a mi consideración, puedes tener durante tu vida, pero que no es ninguna meta, ningún final, sino parte del proceso.


Él es a quien necesito, es solo su toque el que deseo sentir, el que deseo me alivie.

yo le pertenezco a mi Señor y no deseo el toque de nadie más.
Consigue avivar mi cuerpo una vez más, soy suya, mi cuerpo es suyo y él lo sabe.
Le he dado ya todo de mí y las reservas él me las acaba de arrancar con un castigo que tiene mi piel ardiendo.
Ahora sé que esto es más.
Yo adoraba a mi Señor, en todo el esplendor de sus matices cambiantes.
Si de algo estoy segura es de que él será mi perdición, cada día se va convirtiendo más en ello,
Salir sin marcas de una sesión con él es algo sorprendente, aunque estoy empezando a notar unas marcas diferentes, unas que quedan en mi alma.
Cuando algo tiene que ocurrir por su curso natural no hay preguntas del tipo "¿cuándo?","¿por qué?", o "¿dónde?" Solo sucede, inesperado, avasallante, ¿cruel? Algunas veces; ¿fácil? Nunca.
Emociones y sentimientos que llegan, se instalan sin siquiera haber pedido un permiso.
No era casualidad, no era coincidencia... era el universo, era la naturaleza de sus vidas, del curso de sus destinos, cada quien elige sus pasos, eso es cierto; pero es inevitable cuando cualquier paso que elijas, al final, te lleva al mismo destino.
Sus mundos perfectamente estructurados estaban colisionando el uno con el otro, ambos tenían deseos que desconocían por sí mismos, pero, que, sin ambos saberlo irían descubriendo.Poema
De su mano conocí un amor diferente, someterme a su voluntad me hizo sentir tan frágil pero tan fuerte a la vez.

Frases del Olimpo. Vol 4Where stories live. Discover now