Capítulo 12

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Izuku

Doy vuelta la venda por mis nudillos. Veo de reojo como Himiko se pasea por el público, reuniendo las apuestas de Kai. Ya me dijeron qué pasó.

El cuarenta por ciento de las personas apostó por mi. El otro sesenta, por el chico que viene.

Al parecer, tiene una reputación hecha en Kamino.

Lo llaman Rey.

Solo suspiro. Es un Rey que va a pelear contra un plebeyo que solamente quiere el dinero para cuidar a su madre.

¿Podría ser más motivacional?

Sé que probablemente venga con todo. Soy bajo, pequeño y no tengo grandes musculos, más que nada porque así es mi contextura. Que apuesten por mi sin conocerme es mucho pedir.

No todos piensan lo mismo que el líder.

Él dice que soy "Un monstruo que podría derrotar a cualquiera".

Para mi, solo soy un niño que quiere esconderse de todos y vivir feliz junto a su madre sana.

Ya me di cuenta que la vida es asquerosa. Que más puedo decir.

-¡Eh, Izuku!

Denki se acerca y se sienta a mi lado, suspirando con fuerza. Noto que las vendas no están correctamente puestas en sus manos.

-Mira esto -murmuré, terminando de cubrir mis nudillos para tomar sus manos y arreglar sus vendas-. Hoy peleas y no te veo muy asustado.

-¿Asustado? Para nada. Hoy ganaré -habló él, sonriendo-. Mi novio vendrá a verme y no puedo dejar que me vea fallar esta vez.

Sonrío de lado. -Novio, ¿eh? Suena lindo. Me alegro que por fin hablaran con respecto a sus sentimientos.

-Bueno, no recuerdo ni la mitad de lo que dije, pero sí recuerdo que Eijiro me dijo que me amaba y que pensaba que me gustaba Nejire solo porque le hablaba seguido de ella, ¿Puedes creerlo? ¿Yo siendo hetero? -Denki suelta una carcajada, negando-. A veces es medio idiota. Y bueno, yo también. Resulta que Mina es su ex y la persona que lo ayudó a entender que es gay. Yo pensaba que seguían siendo novios, fui tan ridículo...

-Ustedes son bastante tontos -respondo, acomodando por fin las vendas-. Perdieron tanto tiempo... Más les vale esforzarse por recuperarlo.

El rubio asiente eufórico y levanta su pulgar, sonriente.

Le devuelvo la sonrisa y poso la mirada en Ochako que acaba de llegar. Himiko la ve y de inmediato deja a tres tipos plantados para ir a saludarla. Mi mejor amiga suspira fuertemente, a sabiendas de que la rubia no la va a dejar en todo el tiempo que esté aquí.

-Por cierto, Izuku -escucho que dice Denki. Lo observo expectante-. Escuché lo de las apuestas. No te preocupes, vas a ganar. Siempre ganas, ya sabes.

-Mamá necesita un medicamento nuevo -susurro, bajando la mirada hasta mis manos-. Cuesta bastante dinero y es necesario administrarle una dosis cada día. No lo provee la clínica, así que debo comprarlo. Por esta pelea, las apuestas subieron bastante. Si gano, podría comprar al menos tres frascos de medicina para tres meses seguidos. Solo puedo ganar.

-Amigo, ¿por qué no me dices estas cosas antes? Entre Ochako y yo podemos juntar un poco de dinero y ayudarte a comprar los medicamentos de tía Inko, no tienes que ganar si o si, nosotros...

-No -niego-. Para esto peleo, no para ir y pedirles a ustedes que carguen con mi responsabilidad. Nunca, Denki. Tienes suficientes problemas con tu abuela como para preocuparte de los míos. Y ni hablar de Ochako, que apenas puede llegar a casa todos los días con dinero y sintiendo asco por si misma al permitir que se sobrepasen con ella solo para poder obtener un poco más de propina. Ustedes luchan sus propias batallas. No peleen en las mías.

Clandestino (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora