Me dejaste, todo por ser una simple humana.
Una historia de Amor de una simple humana y un vampiro que la termino dejando por un accidente.
100% MÍA
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Soy la creadora de este libro por favor si encuentran un libro que es igual o muy parecid...
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Estoy sentada en un banco mirando como la lluvia caía a montones, mi ropa y cabello mojado. Mi mirará mirando hacia al frente, pero no veía nada, nada, eso era lo que había, todo un fondo negro.
Hey - escuché.
Gire mi cabeza y vi a Paul mirándome mientras se sentaba en el banco. Sabes no sé por qué estoy aquí contigo, si no eres nada!, eres una niña estúpida ¿! De verdad piensas que me gustas!? Eres horrible, inmadura, ya sé por qué tu familia prefiere a tu hermano, ¡es porque eres un monstruo!- grito.
De la nada todo desapareció, caía al vacío. Mientras mis gritos se escuchaban, no tenía control de mis emociones. Estaba por caer a un río, justo por tocar el agua.
¡Alice! - escuché que me gritaban mientras me movían.
Me levanté exaltada de la cama, me encuentro con la mirada preocupada de Paul.
¿Estás bien? - me pregunto él, mirándome directamente a los ojos.
Sí...- conteste en un susurro muy bajo, pero sabía que él lo podía escuchar.
Estoy en clase, mi profesor de historia, el señor Rossi, está hablando, pero no le estoy poniendo atención, pero unas palabras de él me dejan inmóvil.
Las mujeres solo sirven para estar en la cocina -hablo, mi profesor.
Cuando pronuncio esas palabras me levante de mi asiento igual que una compañera, Marlena, una joven de cabello tan blanco como la nieve, ojos marrones, valiente y decidida de ella misma.
Profesor, creo que se está equivocando, las mujeres no tienen por qué estar en la cocina, ellas tienen el mismo derecho que usted -hablo sabiamente Marlena.
El profesor Rossi no dijo ninguna palabra, tenía miedo, miedo de que uno de sus alumnos le digiera a la directora y lo echaran de su único trabajo. Justo antes del que el profesor digiera una palabra, sonó la campana indicando la hora de salida, me levante de mi asiento y salí del aula con una furia que no tenía ganas de hablar con alguien.
Alice no? - escuche a alguien hablarme, me gire a mirar quien era y era Marlena.
Si Alice y tu Marlena? - hable intentando parecer que no sabía su nombre.
Agarre mi celular y mire la hora, era muy tarde pensé.
Mm Marlena me tengo que ir, es muy tarde y tengo que estudiar. - hable, intentando que no se diera cuenta de que tenía que irme en ese instante para encontrarme con Paul, ya que me había dicho que me tenía que mostrar algo.
Si claro, toma, este es mi número.-me dijo ella mientras me daba un trozo de papel con su número de teléfono escrito por la tinta negra de su lapicero.
