Soy Tu Amigo.

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El silencio tan ensordecedor que la clase había formado denotaba no solo su sorpresa, si no su arrepentimiento, tantas cosas que habían hecho y dicho para terminar con una conclusión así.

La memoria cambió después de eso, se veía borroso el lugar pero poco a poco a pudieron notar como Katsuki se levantaba del suelo donde antes había sido golpeado, la sangre cubría parte de su rostro y ropa sin mencionar que una de sus mejillas sangraba todavía.

No había nadie alrededor, la mujer se había ido.

Katsuki no era capaz de recordar mucho pero reconocía el hecho de que su madre siempre fue así, había algo extraño en su cuerpo que lo hacía moverse, hablar e incluso correr.

Supone que aún cuando perdió sus memorias su cuerpo sigue reaccionando a ella.

Suspiró, levantándose con cuidado ya que estuvo a punto de caerse unas tres veces. Logró hacerlo, pero caminar era doloroso, así que se quedó recargado en la pared unos momentos antes de poder ir hacia la cocina, donde se lavo la cara para despertar mejor.

Jadeó adolorido mientras tomaba un trapo y se dirigía a la sala para limpiar el lugar, algo en su mente (aún si fuera un completo desastre) le decía que lo mejor era aquello, porque si no terminaría peor que antes.

Cuando terminó, Katsuki casi cae al suelo por lo mareado que estaba, además de que los múltiples golpes a su abdomen estaban comenzando a doler bastante, con cuidado, camino por los pasillos de esa casa que conocía y a la vez no, encontrando el baño.

Se quitó la camisa con algo de dificultad, revelando así un cuerpo teñido en rojo y morado de todas esas veces que su progenitora lo había golpeado.

Muchos soltaron un jadeo ante esto, Mina en especial estaba a punto de romperse en llanto ante la visión de su amigo sufriendo algo como esto debajo de sus narices.

En su interior deseaba que esto fuera solo algo de una vez.

Aunque teniendo en cuenta como le habló aquella mujer lo duda mucho.

Mientras tanto, la Clase restante estaba entre confundidos, apenados y sorprendidos.

Confundidos porque, maldición, jamás lo vieron venir, fue como su una cubeta de vuelos les hubiera caído encima y de repente sus ojos estaban abiertos.

Apenados por obvias razones y soprendidos por la violencia que fueron testigos, era demasiado para solamente un minuto de transmisión.

La memoria cambió de panorama después de eso, notando como Katsuki tenía el labio roto mientras estaba sentado en la mesita de la sala. Su madre caminaba de un lado a otro hasta que dejó unos pesados libros al lado del ceniza.

--- Quiero que leas todo esto y cuando venga más te vale saberlo de memoria, o voy a encerrarte en el clóset.--- amenazó, jalando los cabellos del menor con tal de hacer notar su punto.
--- ¿Entiendes?--- gruñó, enterrando sus uñas en la piel del muchacho.

--- ¡Si, si! Ack-

--- Bien.--- y con esto, tomó su bolso para después salir de la casa sin ninguna otra palabra.

Katsuki masajeó su cabeza con un un puchero inconsciente en su rostro, tomando uno de los gruesos libros que tenía como título matemáticas. Con una mirada algo triste, Bakugou abrió el  escrito y comenzó a leerlo con algo de dificultad, pues apenas tenía una semana de haber regresado del hospital.

La memoria avanzó un tiempo después de eso, la luz en la sala era distinta, pues antes era luminosa debido al sol, ahora era oscura... Y Katsuki seguía sentado con un libro frente a él.

Recuerdos Perdidos.Where stories live. Discover now