Ellas.

Nota de la autora.

Tengo algunas cosas que aclarar.

Allá voy.

No soy un pájaro.

No soy la luz que se cuela por tu ventana los domingos por la mañana, cuando "deberías" estar en misa.

No soy una santa, y nunca he dicho lo contrario.

No soy una buena persona. Las buenas personas... ¿existen ya de esas? No lo sé. Pero yo no soy una.

No soy un verso bonito. No soy un verso, punto. El alfabeto no me llega. A ti tampoco.

No soy eterna.

No soy inamovible.

No soy sabia. A veces me olvido de ello.

No soy un laberinto que puedas explorar.

No soy una cuerda de guitarra rota que puedas reponer una vez te recuperes del susto.

No soy lo que como.

No soy lo que leo.

No soy lo que escribo. Lo siento si crees que me conoces.

No soy perfecta. Estoy muy lejos de ello, y me alegro.

No soy la chica que empezó a escribir esto hace un año. Y por eso, quiero decirle adiós. Las personas no son poesía. Ahora lo entiendo.

No soy una persona muy abierta. Y por eso, me tengo que quedar aquí.

No soy feliz.

Pero estoy en ello.

Lo prometo.

Y ahora, sólo queda dar gracias. Pero no puedo.

Nunca dejo que las personas a las que quiero me den las gracias.

Así que voy a trataros como me gusta que me traten a mí.

Os quiero. Sois humanos, y eso ya os hace ser obras de arte. Aunque no me lleve bien con vosotros personalmente. Aunque yo misma me olvide de ello.

Sois tan imperfectos que no puedo hacer otra cosa que quereros.

Espero que hayáis disfrutado el viaje.

Hasta siempre, compañeros.