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Media noche...

Casi cien hombres, todos repartidos en cada esquina del lugar...

La pequeña hyuga atada y amordazada en medio del lugar, con múltiples armas apuntándole desde varias direcciones.

El silencio que se repartía en el lugar era demasiado pesado, pero todos temían decir algo.

-Si tu hermano no llega, prometo que te liberarte, solo necesitábamos un señuelo- murmuró sayoni acercándose un poco a la menor.

-No importa, mientras mi hermano este bien- respondió sin sentimiento alguno.

Sin duda era la hermana de ese maldito.

La puerta se abrió y todos se volcaron en posición de ataque.

-Una vez un barco quiso navegar, su nombre era la tetera del mar~...- se podía escuchar como su voz avanzaba hacia ellos.

La única fuente de luz estaba sobre la pequeña niña, por lo que no podían verlo, pero si escucharlo.

-El viento soplo y soplo, remad muchachos por dios, pronto el ballenato vendrá y azúcar, té y ron traerá~...- la canción era muy conocida por la el rumbo, era extraño que el la supiera.

El cántico se detuvo abruptamemte cuando la voz estuvo cerca de revelarse a la luz. Era como si la luz lo hubiera callado.

-¡Futton!-.

Un fuerte torbellino los tomo a todos por sorpresa. Incluso obligo a que unos retrocedieron o saliera de su posición.

Sayoni se coloco frente a Himawari para protegerla.

Tres muchachos se adentraron primero al lugar y comenzaron a deshacerse de todos los que estaban ahi.

Por eso el canto, una distracción para que los pasos de los cuatro no fueran escuchados.

-¡No dejen que el encargo se acerque!- demando su jefe colocandose al lado del azabache.

Boruto trato de correr hacia ellos, pero mas hombres, que se habían mantenido ocultos, le arrojaron lazos a los brazos y piernas, comenzando a separar sus extremidades, impidiendo que se moviera.

-Saca a la niña de aquí, llévala a la cima de la colina- demando su líder dedicándole una mirada de reojo.

-Pero eso no estaba en el plan- ni bien termino de hablar, sintió como le propinaba un fuerte golpe en la mejilla.

-¡Haz lo que te ordeno o nos matara a todos!- grito con fuerza, incluso asusto a Himawari.

El chico no agrego mas y desató a la menor para después cargarla y llevársela de ahí.

-No hagas esto por favor- rogó Himawari al sentir que salían al exterior.

Este chico tenia buen conocimiento médico, esto es poco importante en una trama de historia, pero había sido un buen problema para Himawari, pues le había inyectado algún sedante, a duras penas se mantenía despierta.

-Cállate- demando con rudeza.

Por otro lado...

Los chicos peleaban sin descanso contra todos los seguidores de aquel hombre.

-¡Mierda! Alguien vaya por hima- demando Boruto en dirección al resto de sus aliados.

-Estamos un poco ocupados por aqui, imbécil- respondió Sarada mientras utilizaba su Sharingan para esquivar y copiar los múltiples jutsus que usaban contra ella.

«Maldición, maldición y mil veces maldición» se quejo en su mente, no tenia opciones, su fuerza escapaba a cántaros de su cuerpo debido a que sus heridas no habían sido tratadas y no podía eliminar a aquellos hombres, pues todos mantenían sus distancias de el.

Crónicas De Un DesertorTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang