Santo de Letzenburgo

Capítulo 13: Entrenamiento adicional

Capítulo 13 Entrenamiento adicional

40 años después de la Gran Guerra

Londinium

Fue en este momento desesperado de la guerra, las pérdidas se habían vuelto tan graves para las tropas atrincheradas en ambos lados que se vieron obligadas a adoptar un entrenamiento acelerado. Esto significaba que las pérdidas de los nuevos reclutas eran aún más horribles. Los registros muestran que se hicieron intentos para brindarles capacitación adicional mientras estaban en la línea del frente.

- Andrew corresponsal especial de WTN

1 de abril de Unificado Año 1925

Oficina del General de Lugo, Gran Barrio General de la República Francesa, Parisii

El general de división Pierre-Michel de Lugo se sentó impasible en su escritorio mientras el embajador del Reino Aliado continuaba quejándose ante su subordinado, el coronel Vianto. El reino aliado había descubierto que la República había retenido parte de su información sobre el llamado 'Diablo del Rin', específicamente una grabación de un orbe de computación dañado, que la mostraba a ella y a sus capacidades con claridad.

En ese momento, habían tratado de ocultar la información, al menos de la población en general. Era una vergüenza que una niña pequeña los superara de forma rutinaria. La vergüenza había llevado a la rama de inteligencia a censurar incluso la información que habían estado enviando a sus aliados. A De Lugo le había parecido una tontería y un orgullo, pero fue rechazado y ahora se le dejaba para que asumiera la culpa como viceministro de Defensa de Francois.

La República había asumido que el reino aliado ya tenía inteligencia sobre el Diablo, debido a su participación en el Norte, y estaba siendo lo suficientemente educado como para no avergonzar a su vecino continental. Sin embargo, parecía que habían perdido mucha información cuando uno de sus puestos de observación fue atacado. Más allá de que los analistas del Reino se habían negado categóricamente a creer los informes de que el Diablo del Rin era una niña, habían culpado a la propaganda o las fórmulas de señuelo utilizadas para confundirlos y desmoralizarlos. Incluso cuando uno de sus propios submarinos fue atacado, los analistas culparon a la fatiga del combate.

Eso fue hasta que apareció 'El Santo' hace unos meses, el niño ni siquiera estaba tratando de ocultar su identidad, si algo habían pasado más tiempo confirmándola por esa misma razón. El príncipe de Letzenbourg, de diez años, y un comandante de once, los pisoteaban, y no parecía que pudieran hacer nada para contrarrestarlos.

"No estamos obligados a compartir ninguna información con usted, ¡ni siquiera se ha unido a la lucha! Seguramente su tan cacareada red de inteligencia debería haberlo sabido de todos modos". Vianto dijo a la defensiva al embajador furioso. Fue una lástima para el coronel Vianto que hubiera estado aquí en el momento de la visita del embajador. Era un soldado verdaderamente leal y defendería a su comandante de las acusaciones del diplomático extranjero, sin importar si De Lugo quería o necesitaba que lo hiciera.

Era un argumento inútil que el general sabía, aunque avergonzado de haber pasado por alto algo tan importante, el representante del reino aliado solo estaba aquí para hacer un gesto simbólico de censura. La verdadera razón por la que él estaba aquí era para enmascarar la presencia sombría del agente parado casualmente en la esquina.

La mirada del General se movió para estudiar al hombre, ya había conocido al Agente una vez antes, simplemente se le conocía como el Sr. John. Era alto y estaba bien vestido, pero parecía tener la capacidad de pasar desapercibido cuando lo necesitaba. Actualmente, estaba de pie sosteniendo un paquete de archivos bajo un brazo, mirando el intercambio con el mismo desapego que De Lugo. Parecía que ambos estaban dispuestos a poner fin a esta farsa. Justo cuando el embajador parecía dispuesto a lanzar una nueva diatriba, el general se volvió hacia él y se aclaró la garganta en voz alta.