Santo de Letzenburgo

Capítulo 23: Caída de Letzenbourg: Parte I

Capítulo 23: Caída de Letzenbourg Parte I

+ A todas las fuerzas imperiales y aliadas en el teatro de Letzenbourg, por la presente se les ordena retirarse de la línea defensiva de Letzenburgo y de la ciudad de Letzenburgo. Todas las fuerzas se reagruparán en las coordenadas Lat 49.83 Long 6.25 y esperarán nuevas órdenes. Gloria al Reich +

Orden de retirada, autorizada por el mayor general Kurt von Rudersdorf, Estado Mayor Imperial, división de operaciones.

21 diciembre Unificado Año 1915

Ciudad de Letzenbourg, Palacio Ducal

El príncipe Ludwig von Hozollern tenía la reputación de ser un hombre frío y sin emociones, combinado con sus rasgos faciales duros, esto lo hacía parecer intimidante para muchos. Aunque muchos lo elogiarían por su arduo trabajo y diligencia, ya que en ocasiones ya se había visto obligado a reemplazar la mala salud de su padre, sabía que la mayoría pensaba en él como una persona insensible y antipática y afirmaba que era difícil trabajar con él. En parte, era un acto, sabía que no podía arriesgarse a alinearse demasiado estrechamente con ninguna de las facciones parlamentarias. Sin embargo, sobre todo, simplemente no era bueno para expresarse de esa manera, mantenía ocultos sus verdaderos pensamientos y sentimientos, y eso lo hacía parecer distante e inaccesible. Se preguntó si sus detractores seguirían pensando de esa manera si pudieran verlo ahora acunando a su enfermizo hermanito.

Ludwig realmente amaba y se preocupaba por su familia, incluso si luchaba por demostrarlo. Aunque había estado en desacuerdo con el nuevo matrimonio de su padre por razones políticas, en privado había estado extasiado al ver cuánto parecían realmente preocuparse el uno por el otro. Incluso en esta época, muchos matrimonios entre los aristócratas y las élites rara vez estaban motivados por nociones tontas, como el amor.

Se sintió aún más complacido cuando se anunció la noticia del embarazo de su madrastra y prometió hacer todo lo posible por su nuevo hermano, a pesar de la diferencia de edad de 20 años. Pronto, sin embargo, la tragedia golpeó a la familia real, la madrastra de Ludwig, la princesa Hermione, había muerto al dar a luz a su hermano. La conmoción resultante había desencadenado otro brote de enfermedad mental en su padre, era la maldición de su familia, y había atormentado al hombre durante toda su vida. Afortunadamente, habían podido ocultárselo al público en general en su mayor parte, y aún no se había deteriorado lo suficiente como para no poder cumplir con la mayoría de sus deberes reales.

Había dejado al pobre bebé Wilhelm sin madre y con un padre, que no podía cumplir realmente con su papel de padre y mentor. Ludwig podía identificarse, él también había crecido sin una madre y con el duque a menudo ocupado o incapaz, no había tenido la educación más amorosa. Peor aún, Wilhelm parecía haber heredado las peores partes de ambos padres, ya estaba claro que tenía la constitución más débil de su madre y los médicos creían que era probable que Wilhelm heredara la misma enfermedad que tenía su padre.

Ludwig sintió el corazón roto por su hermano pequeño, Ludwig había sido afortunado y no había mostrado signos de la inestabilidad mental que afligía a su padre. Sin embargo, había tenido la mala suerte de ver los síntomas y los efectos de los nuevos medicamentos que los médicos habían comenzado a darle al hombre. Los efectos secundarios hicieron que su padre se sintiera cada vez más frágil y confuso, mientras que su mente aguda se embotaba, evitaban darle la droga cuando podían.

Wilhelm necesitaría hacerse la prueba a medida que creciera, si había algún signo del trastorno, los médicos afirmaron que tendrían que tratarlo de manera bastante agresiva con la esperanza de curarlo a largo plazo. Dijeron que sería necesario darle a su hermano pequeño las mismas dosis que tomó su padre, y por un período más largo. El niño pasaba su juventud en un estado de confusión y enfermedad casi constante, para Ludwig sonaba infernal. Incluso se habló de medicarlo incluso si no mostraba signos, solo para estar seguro. Con la condición de deterioro de su padre, probablemente recaería en Ludwig tomar esa decisión cuando llegara el momento.