CAPÍTULO 2

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Aria

- Buenas noches, mi vida.- acaricio su cabello y beso sus mejillas repetidas veces, él sonríe cansado, lo cubro con la manta.

- Buenas noches, mami.

- Te amo, sueña con mami.- rio y cierro su puerta, camino hacia la cocina, al mismo tiempo que mi sonrisa desaparece, suspiro y recojo la mesa.

Llevo los platos al fregadero, pongo detergente en la esponja y agarro un baso, para proceder a lavarlo.

(- Te amo Aria, eres lo más importante de mi vida, no sé qué haría sin ti)

( - No me vas a pillar- chillo entre risas, corro por el jardín con Eymon detrás de mí.

- ¿Y ahora qué? ¿Quién no te iba a pillar?- Chillo cuando me alza por los aires y me tira en la piscina.- No me retes fea, siempre salgo ganando .- se ríe mirándome desde abajo.

Grito barbaridades en su dirección, él solo se carcajea, burlándose de mí. Salgo de la piscina como puedo y como un depredador que caza a su presa me acercó sigilosamente hacia él, pero él conociéndome tan bien, rodea la piscina y me mira divertido.

- ¿Te has enfadado gatita?- se burla, intento llegar hacia él, pero corre en la dirección contraria.

- ¡Tú has empezado quitándome mi comida, ahora ven y enfréntate a mí como el alfa que eres de esta manada!- él me mira ofendido, señalándose.

- ¿Cómo que yo he empezado?, ¿Quién me ha mojado con agua fría para despertarme porque la señorita se aburría?.- bajo la mirada avergonzada, intentando esconder mi sonrisa.- ah, ahora te acuerdas, ¿no?, me he vengado, ¿en paz?.

- En paz.- alzo mi mano para cerrar nuestra paz, él con una sonrisa triunfante se acerca a mí, entrelaza nuestras manos, me estira hacia él y pega sus labios a los míos. Amo cuando hace eso. Antes de que profundice el beso y nos lleve a otro camino me separo de él rápidamente. Sonrío maliciosamente.

- Eymon siempre gano yo.- lo empujo a la piscina, él intenta agarrarme de la cintura para caer los dos, pero soy más rápida y salgo corriendo soltando una fuerte carcajada.)

Me sobresalto al escuchar las sirenas de la ambulancia de la calle, termino de fregar los platos y voy hacia mi habitación, entro dejando la puerta abierta por si se levanta Liam en mi busca, entro al baño, me desnudo y lo primero que veo en el espejo son las cicatrices que no desaparecieron de mi espalda, son las únicas heridas que no sanaron, no sé qué tenía ese látigo para que no funcionara mi rápida curación sobre él.

Salgo del baño ya vestido con el pijama, me meto en la cama e intento dormir sin que los recuerdos inunden mi mente.

(.......)

- Mami despierta, mami- abro los ojos y lo primero que veo es a mi hermoso niño aún en pijama saltar en la cama emocionado y con demasiada energía, como cada sábado.- Hoy vamos a la casa de la yaya y el yayo!.- canturrea, suelto una risita y lo tiro a la cama y empiezo a hacerle cosquillas y repartir besos por todo su cuerpecito, él suelta carcajadas.

- Buenos días mi bebe.- me suplica que pare.

- No soy un bebe ya, soy un niño grande - intenta ponerse serio y enfadarse, pero la risa le gana al no aguantar las cosquillas.

- Claro que eres y serás mi bebe, siempre, mocoso.- dejo de hacerle cosquillas para levantarme a preparar el desayuno. Se cruza de brazos y me mira con el ceño fruncido, qué tierno.

- El yayo también dice que soy un niño mayor, soy mayor mami.- se queja mirándome con ojitos de cachorrito.

- Eres mi bebe mayor,-sonrió, al ver su sonrisa. Como lo amo- venga vamos a desayunar si quieres ir a la granja de los abuelos.- sus ojitos se iluminaron y de un salto baja de la cama, me agarra de la mano que le tendí y juntos vamos a la cocina.

DE VUELTA A LA REALIDADWhere stories live. Discover now